Especialista en lo imposible

Dios: El especialista en lo imposible (Ps. Félix Sánchez)

Al inicio del mensaje el Pastor mencionó que hoy en día se requiere que seamos especialistas y nos mencionaba varios ejemplos de especialistas en diferentes ramos profesionales, tales como: informática, diseño, finanzas, medicina, etc. Y creo que esto sonó muy bien para el inicio de su mensaje; sin embargo, ustedes saben que recientemente estuve buscando trabajo, y esto mismo me hizo estar en desacuerdo con lo que decía el Pastor. En mi experiencia, hoy en día se requiere se requiere que seamos multidisciplinarios, que sepamos de todo un poco. Las empresas buscan personas 3 en 1, un mercadólogo/diseñador/financiero, combos especiales que le permita a la empresa cumplir sus objetivos con la menor cantidad de empleados posible. A pesar de esto, estoy totalmente de acuerdo con lo que el Pastor dijo después “cuando quieres que algo se haga bien, buscas al especialista”, nadie dice “cuando quiero que algo se haga bien, busco al multidisciplinario”. Cuando me salió una úlcera que me nubló la vista y me inflamó el ojo con fuertes dolores de cabeza, yo no dije… grité “¡quiero al especialista!”. Esto quiere decir que incluso en este escenario en el que se buscan multidisciplinarios, los especialistas siguen siendo sumamente valiosos. Incluso podemos decir que su valor aumenta, pues cada vez son menos los que dedican su tiempo para especializarse en algo. Es por esto que el especialista siempre destaca.

Sin embargo, hay una especialidad que ninguna persona en esta Tierra puede tener, y el único capaz para esto es nuestro Dios Todopoderoso: Especialista en resolver lo imposible. Si es imposible lo que estás viviendo, no busques donde no debes buscar. Ve con el especialista correcto. Sabemos que de esto viene la frase “lo barato sale caro”. Por querernos ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo o por querer evitar que nuestro ego sea ofendido, tomamos decisiones que a la larga nos provocan graves consecuencias. Por no querer ir con el maestro de obra, terminas con goteras el resto del año o con terribles errores de infraestructura que arriesgan la estabilidad de tu construcción. Por no querer ir con un terapeuta y trabajar en tu carácter, terminas con una relación distante o con una familia destruida y con graves heridas emocionales que pueden afectarte de por vida. Increíble saber que todo se hubiese evitado si hubiésemos ido con el especialista correcto.

Imposible significa: Algo que no puede ser, ocurrir o realizarse.

Honestamente, todos en muchas áreas de nuestra vida hemos llegado a pensar “esto es imposible” y al pensar esto seguramente ya hemos intentado todo lo que conocemos, le hemos echado ganas e incluso no nos hemos dado por vencidos fácilmente. Sabemos que tenemos un Dios Todopoderoso pero en medio de nuestro dolor, angustia y preocupación nos cuesta trabajo creer que Él es especialista en los casos imposibles.

Marcos 10:27 “Mirándolos, Jesús dijo: Eso es imposible para los hombres, pero no para Dios. Para Dios todo es posible.”

Yo quiero que este momento pienses en esa situación que ha sido imposible de resolver, aquella que tal vez no quieres ni decir en voz alta, aquella que lleva años apagando tu corazón, aquella que ha cambiado tu forma de pensar y tu forma de actuar, aquella que es dolorosa de solo pensar. Ahora cierra tus ojos y escúchame, presta mucha atención. Jesús está en este lugar, te está mirando detenidamente y te dice: “Eso es imposible para ti, pero no para mí. Para mí todo es posible”.

Dios es el único especialista en resolverlo todo, incluso lo imposible.

El pastor nos dio 3 de sus 50 ejemplos sobre la especialidad de Dios para resolver lo imposible.

¿Tienes una enfermedad imposible de sanar? Dios especialista en todas ellas. MILLY

Mateo 20:30-34

30 Junto al camino estaban sentados dos ciegos. Cuando oyeron que Jesús iba pasando, comenzaron a gritar: «¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros y ayúdanos!»

31 La gente comenzó a reprender a los ciegos para que se callaran, pero ellos gritaron con más fuerza todavía: «¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros y ayúdanos!»

32 Entonces Jesús se detuvo, (Tú y yo conocemos gente que está enferma, ya sea del alma, de la mente, del espíritu o del cuerpo, o puede que nosotros seamos los que estamos enfermos de algo. Cualquiera sea el caso el Señor quiere que sepas que te está escuchando y se está deteniendo para atenderte”)

 llamó a los ciegos y les preguntó:

—¿Qué quieren que haga por ustedes? (Pff… Jesús preguntándole a los ciegos que quiere que hiciera por ellos. ¿Ustedes creen que Jesús no sabía lo que querían? ¡Claro que sabía! Jesús sabe lo que necesitamos y quiere dárnoslo. Sólo quiere que se lo pidamos porque al presentarle nuestras necesidades y pedirle ayuda, estamos diciendo “yo confío en ti y sé que tú puedes ayudarme”. Es por esto que la oración es tan relevante y poderosa)

33 Ellos le respondieron:

—Señor, haz que podamos ver de nuevo.

34 Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos. En ese mismo instante, los ciegos pudieron ver de nuevo y siguieron a Jesús.

El Señor puede tocarnos de una manera extraordinaria y sobrenatural. Así como estos dos ciegos, nosotros podemos sentir que no tenemos oportunidad alguna, tal vez ya has descartado alternativas médicas y has agotado todos tus recursos. Aparentemente todo dice que no puedes ser sano y te sientes rechazado, justo como estos ciegos que fueron rechazaos y callados por los demás. Pero los ciegos tuvieron la convicción de que Jesús estaba cerca de ellos y sabían que si los tocaba algo tremendo podía pasar en sus vidas y entonces lo imposible podría ser posible. ¿Estás consciente de la presencia de Jesús en este momento? ¿Estás consciente de la presencia de Jesús en medio de tu situación imposible? Soy honesta con ustedes amigos, yo sigo trabajando en ello.

¿Imposible salir de tus problemas financieros? Dios especialista en ello. RAFA

Todos en algún momento de la vida hemos requerido de un especialista financiero: podemos llegar a tener mucho dinero y no saber cómo organizarlo y gastarlo sabiamente, podemos tener poco dinero y no saber cómo hacer para que nos alcance y sea suficiente, podemos no tener nada de dinero y no saber cómo generar un ingreso estable y constante. Nuestro Dios es especialista en resolver problemas económicos.

Mateo 17:24-25

24 Cuando Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a preguntarle a Pedro:

—¿Paga tu maestro el impuesto para el templo?

25 Pedro contestó:

—Sí, lo paga.

Cuando Pedro entró en la casa donde estaban todos, Jesús le habló primero y le dijo:

—Dime, Pedro, ¿a quiénes cobran los reyes impuestos y contribuciones? ¿A los ciudadanos de su reino, o a los extranjeros?

26 Pedro contestó:

—A los extranjeros.

Jesús dijo:

—Entonces, los ciudadanos del reino no tienen que pagar impuestos. 27 Sin embargo, para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.

Cabe mencionar que para Jesús no fue importante hacer lo que convenía en ese momento, demostrar que tenía la razón o demostrar superioridad, para Jesús fue más importante hacer aquello que iba a sumar más valor en la vida de las personas a su alrededor obteniendo recompensas eternas. No se confundan creyendo que Jesús tenía miedo de los cobradores de impuestos (hablando de especialidades, Jesús era un especialista en hacer enojar a cierto grupo de personas), ni se confundan creyendo que Jesús era ignorante y no sabía que ese impuesto era injusto, tampoco se confundan creyendo que Jesús era débil (quien tiene poder no necesita usarlo en cada oportunidad posible, sino que necesita ser sabio en cada oportunidad que lo usa). Jesús prefirió impactar la vida de sus discípulos enseñándoles que no hay preocupación económica en aquel que posee todo el oro y la plata del mundo, que para Él no es ningún problema compartir ese dinero con nosotros, y que sus milagros no se limitan a sanidades y liberaciones demoniacas, sino que también incluyen cualquiera de nuestras necesidades, incluso las de índole financiero.

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