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Estructura básica del ethos


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2020  •  Apuntes  •  2.121 Palabras (9 Páginas)  •  137 Visitas

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ESTRUCTURA BÁSICA DEL ETHOS.

1.- DEFINICIONES:

A). LEY MORAL

La definición de ley moral aparece en el capítulo II de Veritatis Splendor (VS) , donde se define como la luz de la inteligencia infundida en nosotros por Dios. Gracias a ella conocemos lo que debemos hacer y lo que se debe evitar. Dios ha donado esta luz y esta ley en la creación. Por tanto, podemos decir que la ley moral proviene de Dios y en él tiene su origen. (nota 40) (Si, 15,14)

B) . CONCIENCIA MORAL

La relación que hay entre la libertad del hombre y la ley de Dios tiene su base en el corazón de la persona, es decir, en su conciencia moral, que se puede definir , según el VS, como la conciencia que da testimonio de la rectitud o maldad del hombre al hombre mismo, pero a la vez y antes aún, es testimonio de Dios mismo, cuya voz y cuyo juicio penetran la intimidad del hombre hasta las raíces de su alma, invitándolo «fortiter et suaviter» a la obediencia: «La conciencia moral no encierra al hombre en una soledad infranqueable e impenetrable, sino que lo abre a la llamada, a la voz de Dios. En esto, y no en otra cosa, reside todo el misterio y dignidad de la conciencia moral: en ser el lugar, el espacio santo donde Dios habla al hombre» 104

(Nota 54) ( Conciencia y verdad) (Rm 2, 14-16)

3.- OPCIÓN FUNDAMENTAL. (Gál 5, 13)

La “opción fundamental,” es aquella actuada por una libertad fundamental mediante la cual la persona decide globalmente sobre sí misma, no a través de una elección determinada y consciente a nivel reflejo, sino en forma transcendental y atemática. Los actos particulares derivados de esta opción constituirían solamente unas tentativas parciales y nunca resolutivas para expresarla, serían solamente signos o síntomas de ella. Objeto inmediato de estos actos —se dice— no es el Bien absoluto (ante el cual la libertad de la persona se expresaría a nivel transcendental), sino que son los bienes particulares (llamados también categoriales). Ahora bien, según la opinión de algunos teólogos, ninguno de estos bienes, parciales por su naturaleza, podría determinar la libertad del hombre como persona en su totalidad, aunque el hombre solamente pueda expresar la propia opción fundamental mediante la realización o el rechazo de aquéllos.

(Tercer apartado del capítulo segundo,, nota 65, Gál 5,13)

Lo que se dice en este apartado sobre la opción fundamental creo que sería lo siguiente: La «opción fundamental», sería la cualidad moral de la persona que depende de la orientación general que ésta haya dado a su vida, por o contra el amor a Dios y al prójimo. Los actos concretos, en sí, importan menos, de modo que -según esta postura- el pecado grave, que aparta de Dios, se da sólo en la opción fundamental de rechazar su amor.

2.- CARACTERÍSTICAS DE LA LEY MORAL, CONCIENCIA MORAL Y OPCIÓN FUNDAMENTAL

a) Características de la ley moral.

Las principales características de la ley natural son la universalidad e inmutabilidad, y la racionalidad.

La universalidad e inmutabilidad aparece en los n. 51-53, donde se destaca el carácter universal e inmutable de la ley natural, tal cual queda definida como el orden sustancial y unificador de la razón, en relación directa con la voluntad de Dios. La ley natural es universal al tomar el primer precepto de la razón práctica. Este pues, será el primer precepto de la ley: se debe obrar y proseguir el bien y evitar el mal. Todos los demás preceptos de la ley natural se fundan en éste. Ellos son relativos a la finalidad primaria y esencial de la naturaleza humana y son notorios por sí mismos para todos, sea en sí mismos o en referencia a nosotros, como por ejemplo, el primer y principal principio: se debe hacer el bien y evitar el mal

Esta universalidad no prescinde de la singularidad de los seres humanos, ni se opone a la unicidad y a la irrepetibilidad de cada persona; al contrario, abarca básicamente cada uno de sus actos libres, que deben demostrar la universalidad del verdadero bien. Nuestros actos, al someterse a la ley común, edifican la verdadera comunión de las personas y, con la gracia de Dios, ejercen la caridad, «que es el vínculo de la perfección» (Col 3, 14). En cambio, cuando nuestros actos desconocen o ignoran la ley, de manera imputable o no, perjudican la comunión de las personas, causando daño. Los restantes preceptos de la ley moral son los que se denominan secundarios , que se fundan, como el primero, en razón de bien, pero en la razón de un bien concreto, al que tenemos inclinación natural. Sobre la base de que todo ser desea naturalmente su propia perfección, la razón práctica aprehende naturalmente una serie de bienes como convenientes o perfectivos de la naturaleza humana; igualmente sobre la misma base se da el conocimiento del mal como privación de un bien debido a la integridad de la naturaleza humana. De acuerdo con ello tendremos preceptos universales, positivos y negativos.. ¿Cuáles son esos preceptos?. La VS, señala que serían “preservar la transmisión y desarrollar las riquezas del mundo sensible, cultivar la vida social, buscar la verdad social, practicar el bien, contemplar la belleza”. Sus preceptos, pues, y su autoridad se extienden a todos los hombres, pero de tal manera que no prescinde de la singularidad de los seres humanos ni se opone a la unicidad e irrepetibilidad de cada persona. Al contrario, abarca básicamente cada uno de sus actos libres, que deben demostrar la universalidad del verdadero bien.

En el n.53 se dispensa particular importancia a los reparos contra la presunta inmutabilidad de la ley natural y la posibilidad de fundamentar sobre ella normas objetivas de moralidad válidas para todos los hombres. La inmutabilidad de la ley natural es puesta en entredicho por la «historicidad» y por la «cultura» propias de la persona. “No se puede negar -responde el Pontífice- que el hombre vive siempre en una cultura concreta, pero tampoco se puede negar que el hombre no se agota en esta misma cultura. Por otra parte, el progreso mismo de las culturas demuestra que en el hombre existe algo que las trasciende. Este algo es precisamente la naturaleza del hombre. Esta naturaleza es la medida de la cultura y la condición para que el hombre no sea

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