FE Y SALUD

Se considera e incluso se cree siempre que la fe es un factor fundamental para la vida de todo ser humano, esta siempre es la que le brinda esperanzas para vivir una vida relativamente “mejor”, cientos de personas fieles a una doctrina o religión deciden renunciar a los métodos convencionales para la preservación de la salud, considerando que la fe en su credo les brindara una mejor calidad de vida y una salud mejorada… en realidad se han realizado diversos estudios a trabes del tiempo las practicas religiosas tenían un efecto positivo en la salud física y mental de las personas, lastimosamente algunas personas creyentes se fían mucho de sus convicciones y se olvidan absolutamente de la ciencia medica, ignorando el hecho de que no todas las enfermedades se tratan de la misma manera y que en la mayoría de creencias existe un dios que aconseja y/o exige que se cuide el cuerpo ya que es importante mantenerlo en buenas condiciones.

Según el credo de la iglesia reconocida como universal se dice que las enfermedad tuvo origen en el huerto del edén después de que Adán y Eva desobedecieron a Dios, se cree desde entonces que la enfermedad es una obra de Satanás basándose en los escritos de Juan 10:10, Hechos 10:38, Lucas 13:11-17 entre los mas destacados. También las escrituras hacen mención y relacionan los vicios del ser humano con las enfermedades, como ejemplo el consumo de bebidas alcohólicas que afectan al hígado, los nervios, el estomago, cerebro y demás partes del cuerpo (proverbios 20:1 y 31:4 – Isaías 24:9), incluyendo en esto los pecados algunos pecados capitales y su repercusión sobre el mismo organismo por ejemplo la Gula o glotonería provocando obesidad y acarreando problemas a nivel cardiovascular, muscular y los diferentes trastornos digestivos existentes.

Que hacer frente a tales casos, y frente a algunas religiones derivadas de la iglesia universal, que tienen por dogma renunciar a su propia vida antes de recibir algunos tratamientos médicos como la transfusión de sangre solo por conservar su supuesta “espiritualidad” renunciando a su vida… e ignorando que hay escrituras que refutan y castigan todo abandono al bienestar del cuerpo como un pecado grave sea el ejemplo de 1 de corintios 6:19 que llama al cuerpo templo del espíritu santo y reconociendo el bienestar de este como paso fundamental para una buena espiritualidad y postrera santidad.

Cabe resaltar que se presentan casos de estudio donde se argumenta que la dimensión interior de la espiritualidad otorga a las personas un sentido y una meta para sus vidas. Al sentirse conectados con un poder espiritual y al dejarse guiar por él, se reducen los niveles de tensión. Además la paz interior que proviene de la práctica de una religión disminuye el deseo de comportamientos donde lo único que se busca es la satisfacción de los sentidos, como el alcohol, el tabaco y la promiscuidad sexual, que

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