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Jeniffer Odens de Montenegro Analisis de la Fe en las EMpresas

Introducción

La fe cristiana enseña a todos los caminos de esos hábitos operativos buenos y su ejercicio; especialmente —se puede afirmar con verdad— a los que se ocupan de tareas directivas.

Es importante resaltar nuestras virtudes no solo en nuestra vida diaria sino como somos en nuestros trabajos, en nuestras empresas, practicar las virtudes humanas, o los dones que Dios nos da, no solo pensar que voy a recibir sino también que puedo dar.

Pensar en cada persona como única, respetándola, ver cuáles son las necesidades, cual es su manera de ser y de actuar, sus capacidades, sus circunstancias. Nunca pueden considerarse como simples recursos del cual se obtendrá un beneficio económico.

Debemos pensar que son personas inteligentes y capaces, por lo tanto debemos demostrarles confianza ya sean trabajadores, clientes, accionistas o proveedores, todos han de verse tratados con afabilidad y comprensión: con todos se ha de seguir la regla de oro que nos dejó el Señor: todo lo que queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos (Mt 7, 12).

Presentamos el desarrollo de los Dones, Koinonia y Mayordomía.

1. EXPLIQUE AMPLIAMENTE QUE ENTIENDE USTED O COMO VISUALIZA UNA EMPRESA PARA CRISTO

La dirección de las empresas está determinada a la visión de la persona, de la propia empresa y de su misión en la so¬ciedad. Una empresa para Cristo debe tener una perspectiva realmente humanitaria, atenta al servicio de los demás, descubridora de nuevos horizontes.

Debe incluir a Cristo como cabeza de la empresa con conte¬nidos que incluyan principios y normas morales concretas; pero, en último térmi¬no, la referencia principal queda trazada por las obras y las palabras de Jesu¬cristo. Cristo se nos presenta como modelo vivo, permanente; como la norma esencial de la conducta moral. Lo refleja, de modo muy particular, su mandato del amor al prójimo, que tiene al mismo Jesús por ejemplo y medida (cfr. Jn 15, 12).

Construir una empresa para Cristo solo puede ser si se basa en el amor hacia las personas, hacia la comunidad, hacia la competencia, que se valoren a las personas por sí mismas, más allá de la consideración de lo que producen o aportan a la sociedad.

Es ver¬dad que actualmente el mercado obliga a que las relaciones sean estrictas, pero debemos pensar en actuar recíprocamente para un servicio en el mejor sentido del término, como contemplamos en el que hacer de Jesucristo.

Desde la perspectiva de la doctrina social de la Iglesia, la empresa es ante todo una comunidad de personas libres y responsables que se asocian para lle¬var a cabo una obra común, dentro de la cual trabajan, aportan recursos, se desarrollan en su humanidad y contribuyen eficazmente a la producción de bie-nes y servicios.

El trabajo es una obra de Dios es la capacidad que Cristo nos da para que seamos testimonio de la dignidad del hombre, todo trabajo es honrado siempre que se haga con los valores cristianos, trabajar en una empresa nos hace formadores de una gran familia, es una fuente de recursos para sostener a nuestras familia, y una forma directa de contribuir con el desarrollo de la sociedad y de los países. Para ello es imprescindible realizar labores empresariales de manera honrada, bien organizadas, establecer excelentes condiciones de trabajos, luchar por que en los climas organizacionales permanezcan las mejores condiciones labo¬rales, que se respete y favorezca la dignidad de las personas y los derechos humanos, que los sistemas de Recursos humanos favorezcan igualitariamente al personal y a la empresa que existan valores y una verdadera ética profesional en todas las áreas y sobre todo espiritualidad cristiana.

Está comprobado que la clave del éxito de las empresas está en el recurso humano, de las personas depende el éxito o fracaso de las empresas.

2- PARABOLA DE LAS MONEDAS DE ORO O DE LOS TALENTOS DESARROLLO DE MATEO 25:14

El talento está representando en esta parábola por la moneda de oro, Jesús dijo: “Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.”

Al primero le entrego 5 talentos, al segundo dos y al último uno, esto fue dado según su capacidad. Mateo 25:14.

“Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó:

1- El que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos;

2- El que tenía dos talentos, había ganado dos más.

3- Y el tercero había enterrado el único talento.

El señor elogió a los dos primeros siervos y les dijo: Bien, siervo bueno y fiel. Entra en el gozo de tu señor. Pero el que había recibido un talento, y solo lo enterró, y escondió el dinero de su señor, El señor dijo: “quítenselo y dénselo al que tiene diez, y al siervo inútil échenlo en las tinieblas, donde habrá llanto y crujir de dientes.”

Ahora, estos talentos que le fueron dados a los siervos del Señor, y a cada uno de acuerdo a sus habilidades, era el tesoro celestial del Señor, y no era de ellos, sino del Señor; ellos debían, y deben aumentar este tesoro celestial del Señor; y exponerlo, y obtener ganancia de él para el Señor.

3- LA COMUNIDAD DE BIENES EN LA COMUNIDAD PRIMITIVA:

a) Comunidad Primitiva

Fue el primer modo de producción en la historia de la humanidad. La base de sus relaciones de producción era la propiedad colectiva de cada comunidad sobre los medios de producción, tipo de propiedad que correspondía a las fuerzas productivas primitivas, sin desarrollar. La debilidad del hombre aislado y la imposibilidad de producir y luchar con la naturaleza individualmente requerían que la propiedad sobre los medios de producción y el trabajo fuesen colectivos.

La cooperación simple de los hombres primitivos aparecía como una nueva fuerza productiva. El trabajo del hombre no creaba excedentes por encima del mínimo vital necesario, la distribución de los productos era igualitaria. En consecuencia, no se daban ni la desigualdad

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