ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LOS DONES DE DIOS SIEMPRE HALLAN SU LUGAR


Enviado por   •  24 de Abril de 2014  •  1.741 Palabras (7 Páginas)  •  231 Visitas

Página 1 de 7

1 Gracias hermano Neville. [El Hermano Neville dice: “Dios le bendiga

hermano”.—Ed.] El Señor le bendiga hermano.

Buenas noches amigos. Llegué hace un rato, y pensé que podía venir a

desearles a todos una “Feliz Navidad”.

2 Y no sabía que tendría este gran privilegio de hablarles sobre la Palabra

del Señor. Pero el hermano Neville me lo pidió, y yo tenía varios textos de

Navidad que he estado usando, uno de ellos allá en—en Phoenix y en Tucson,

en distintos lugares por allí, un mensaje habitual referente a la Navidad. Y

pensé que esta noche sólo hablaría de una cosita aquí que el Señor puso en mi

mente recientemente, mientras estaba allá en Colorado.

3 Y estaba pensando sobre algo en la época de Navidad, y tengo como

cinco o seis apuntes aquí, Escrituras y cosas. El… Yo no… Me imagino que el

hermano Neville y todos los ministros hacen eso. Uds… parece como que algo

viene a Uds., y lo anotan. Esperan un rato, y lo anotan. Yo lo apunté en una

libreta, simplemente en una libreta. Entonces cuando me llaman, me fijo en

esto y digo: “¿Qué fue esto que apunté?” Así es que ocurre cuando nos llaman

así de repente, Uds. saben.

4 Solía ser que yo… cuando era más joven, yo podía simplemente… mi

mente estaba llena, yo podía pensar esto ahora mismo, no tenía que esperar,

pensaba: “Hace diez días yo estaba en cierto y determinado lugar. Ese es el

texto. Aquí está, y aquí va”.

5 Uds. saben, después de haber recorrido unas cuantas millas, hermano

Higginbotham, y haber cruzado unos cuantos ríos, ya no recordamos igual, a

medida que avanzamos por el camino. Pero como dijo el hermano Neville

hace rato: “Estamos acercándonos más y más a Casa”.

6 Es bueno estar de vuelta en casa. Cuando veníamos de regreso, pues,

estaba nevando mucho. Y hay… escuchamos de los accidentes y demás, tantos

de ellos en la carretera, y gente resultando muerta. Y sólo piensen en cuántos

centenares perderán la vida hoy, entre esta noche y después de Año Nuevo,

¡cuántos americanos morirán! Y saben, algunos de nosotros pudiéramos estar

aquí mismo esta noche. Sólo depende de cuál es nuestra condición hoy delante

de Dios. Es una nación triste, (como dijo este hermano), hay tristeza por todos

lados. Y nuestra bandera ha estado izada, por treinta días, a media asta, y todo

por causa del pecado y de la gente que no quiere aceptar la manera de Dios

para—para—para las cosas.

7 Aunque podamos estar en desacuerdo con una persona, pero si no

podemos hacerlo en una manera hermanable, y entonces… Vean, si Cristo está

en el corazón, entonces no importa cuánto Ud. esté en desacuerdo con el

hombre, aun así Ud. tiene amor y respeto por él. Yo he estado en desacuerdo

con muchos hombres, muchas veces. Sin embargo, jamás he visto uno con

quien estuve en desacuerdo que a la vez no pude pensar: “Lo abrazaré y lo

llamaré de hermano y trataré de ayudarlo lo mejor que pueda”. Yo estoy en

desacuerdo con él porque quizás pienso que al estar en desacuerdo, que él… lo

que él cree, que yo tal vez no crea igual que él, pero… y así por el estilo, pero

ahora, yo quizás trate de proyectar mi punto de vista hacia él y él lo suyo hacia

mí, y así juntarlos, peinarlos y ver lo que tenemos, pero en cuanto a

desacuerdo de esa manera y lo que envuelve, jamás debemos estar enojados o

querer lastimar o destruir algo. Siempre debiéramos intentar ayudar.

8 Tenemos una oleada de frío pasando por aquí, ¿no es cierto? Estaba en

72 [grados Fahrenheit] cuando salí de Tucson, y cuando el sol se puso y se

oscureció, todavía estaba en 69. Así que, entonces al regresar aquí, estoy

temblando, Uds. saben. Yo… Toda esa carretera cubierta de nieve, y bajo

cero, y hielo y de todo, tuve que acostumbrarme a ello otra vez. Es muy raro

cómo uno puede “aclimatarse” así tan rápido. Y desde que me fui de aquí con

Uds., pues casi no he tenido tiempo de cobrar fuerzas. Tengo un… algo como

problema con el seno nasal, debido a este clima de aquí, y a medida que voy

envejeciendo… Y aquí mismo nací y fui criado. Pero fíjense, cuando uno es

joven, uno tiene algo y puede repeler esas cosas; pero cuando va envejeciendo,

pues, uno empieza a darse cuenta que ese “algo” no está allí. Antes uno no le

hacía caso a eso. Uno… hay algo allí que—que sencillamente no repele esas

cosas así como cuando uno era un niño, así que me doy cuenta que de esa

manera… ese clima caluroso para un anciano como yo, como que ayuda un

poquito.

9 Recuerdo viniendo por esa calle Utica allá, (siendo un niño de siete,

ocho,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.7 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com