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La tradición del día de muertos


Enviado por   •  29 de Octubre de 2018  •  Apuntes  •  384 Palabras (2 Páginas)  •  258 Visitas

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Cuento Tradicional

763 palabras 4 páginas

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La tradición del día de muertos, es una costumbre muy arraigada en nuestro pueblo, pero ahora hay muchos que ya no creen, que se burlan de la tradición, que se avergüenzan, que no quieren poner ofrenda.

Juan Martínez vivía con María, su mujer en una humilde casa, él no creía en el día de muertos, decía que eso no era cierto, que eran mentiras, hasta que un día… * ¡Eso de que vienen los muertos es cosa de viejas, arguendes! * Juan, dame dinero pa la ofrenda * ¡Qué ofrenda ni que ocho cuartos, ya te dije que eso es chisme, cosa de gente ignorante, de viejas arguenderas, ni creas que te voy a dar. Eso de que vienen los muertos No es cierto. * Juan, no digas blasfemias, los muertos si vienen. * ¡Que van a venir! Eso no es …ver más…

* ¡Ja! ¿Las chinguinas del perro? Voy a creer.

El viejo salió del antro gritando: * Las chinguinas del perro Juan, póntelas y verás a los muertos.

Esa misma noche del dos de noviembre, llegó Juan a su casa y como la curiosidad mató al gato, pos llamó a su perro el sin calzones: * Sin calzones… sin calzones ven (qss qss qss)

El perro llegó meneando la cola, Juan con mucho asco, le quitó las chinguinas, las lagañas y se las puso y luego, se sentó en la sala de su casa junto a la ofrenda a esperar a los muertos. Como a las doce, ya se andaba dormitando, de pronto escuchó un ruido, luego mucho murmullo y un arguende bien bueno. Entonces muy encorajinado se paró y se salió a asomar, vio que entraba un montón de gente a su casa y se puso a gritar: * ¡Orale canijos! ¿Quién los invitó a pasar?

Como no le contestaban, siguió gritando: * ¡Orale ca…

Pero ya no pudo terminar, sitió que un escalofrío le recorría todo el cuerpo, que se ponía tieso, tieso, tieso, porque de inmediato reconoció a su papá, a su mamá, a sus hermanos y hasta un vecino que el año pasado había matado el rayo. Juan se quedó engarrotado no mas viendo y los muertos… los muertos quitados de la pena, se pusieron a comerse la ofrenda. * ¡Órale compadre échese un tamal!

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