La vida en Violetta (Reseña a “Diablo Guardián” de Xavier Velasco)

La vida en Violetta (Reseña a “Diablo Guardián” de Xavier Velasco)

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La vida en Violetta

(Reseña a “Diablo Guardián” de Xavier Velasco)

Diablo Guardián es una novela escrita por Xavier Velasco y publicada por Ediciones Alfaguara en el 2003. El éxito de esta obra logró que fuera galardonada con el Premio Internacional Alfaguara en su mismo año de publicación, volviéndola una obra significativa para la literatura contemporánea.

En Diablo Guardián, se nos presenta una historia construida a través de las vidas de dos personas: Rosalba y Pig. Rosalba, quien se hace llamar Violetta, es una muchacha mexicana perteneciente a una familia algo bizarra. Sus padres hacían lo que podían para aparentar ser estadounidenses; desde tomar clases de inglés, teñirse el pelo de rubio y todo lo posible para salir de la clase media mexicana y pertenecer a la “high society”.

De tal forma que se las arregla para robarles a sus padres una suma que habían previamente hurtado a Cruz Roja. Ya con el dinero, huyó con la ayuda de un taxista desde la Ciudad de México hasta la frontera con Estados Unidos; después conoce a un tal Eric con quien pierde su virginidad y pasa un tiempo hasta que se separa de él.

Violetta continuó su recorrido hasta la ciudad de sus sueños, Nueva York, donde se revienta el dinero restante en dos años y quince días, por lo que se vio “obligada” a andar de piruja en los lobbies de grades y lujosos hoteles para que así los magnates le solventaran sus gastitos de riquilla. Pasó un tiempo cuando decide viajar a las Vegas, dónde conoce a Mario; además de que prueba y se enamora de los efectos de la cocaína.

De regreso en la Gran Manzana, conoce a Nefastófeles en el lobby del Hilton, lo que le llevó a una vida aún más deplorable y llena de vicio. El tipo no sólo la explotaba sino que también la mantenía cautiva. Tras el maltrato y hasta la cobranza por insolencias, Violetta planeó su escape, escondió su dinero cerca de Madison, lo puso todo en una camioneta y hasta se robó un reloj del nefasto tipo. Su plan funcionó, regresó a México con el reloj y mil quinientos dólares más. Sin el afán de arruinar el final a los interesados en leer este libro, me abstendré sólo con decir que Violetta regresa a México para afrontar el desenlace de la historia.

Más allá de la historia y eventos en particular, podemos apreciar un estilo literario bastante agradable para el lector. El vocabulario es amigable, cotidiano, e incluyen numerosos diálogos entretenidos y perspicaces.

En lo personal me sorprendió que una trama tan inverosímil y tan drástica me pudiera cautivar

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