ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Los Problemas


Enviado por   •  19 de Febrero de 2013  •  454 Palabras (2 Páginas)  •  230 Visitas

Página 1 de 2

Hoy día quiero hablarles sobre un ser omnipotente, omnisciente, omnipresente.

Dios es un ser supremo que dirige nuestras vidas y que nos guía por el camino del bien

Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.

No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisamente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.

El amor de Dios hacia nosotros es incomparable, porque cuando necesitamos ayuda de alguien cuando tenemos algún problema acudimos a el, pero no se han puesto a pensar que a Dios le gustaría que acudamos a él no solo cuando queremos pedir algo sino cuando necesitamos dar gracias por la bella vida que tenemos y somos dichosos por tener a nuestros seres queridos como nuestra familia y amigos.

Debemos saber que Dios nos da la vida pero nosotros somos los que debemos escoger el camino correcto

¿Quién es Dios para nosotros? ¿Qué somos nosotros para Dios y con Dios? Son éstas unas preguntas de trascendencia muy grande.

Nos hacemos la primera pregunta —¿quién es Dios para nosotros?—, y vemos que

Dios para nosotros lo es todo. Nuestro Creador está ilusionado con que le amemos, para darnos después su gloria, pues para esto nos hizo. Es nuestro fin último. Si lo ganamos, lo hemos ganado todo. Si lo perdemos, lo hemos perdido todo y para siempre.

Si pasamos a la pregunta siguiente — ¿qué somos nosotros para Dios y con Dios?—, nos damos cuenta de estas cosas:

- que somos hijos suyos, siempre bajo la tutela, providencia y cuidados divinos;

- que vivimos con Dios en comunicación constante con Él;

- que vivimos de Dios, pues sin Él no podemos ni tan siquiera existir

Esto lo decimos los creyentes. Pero hay muchos que no aceptan someterse a nadie que se coloque sobre ellos, aunque sea el mismo Dios. La soberbia es su gran pecado.

Parece que han hecho suyo un grito del Maligno:

- ¿Quién como yo? ¡Nadie, aunque sea Dios!

No admiten una verdad

Estas personas son las

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.6 Kb)  
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com