Métodos de interpretación bíblica (Devocional e inductivo)
José Miguel Segura GómezTrabajo5 de Marzo de 2023
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INSTITUTO BÍBLICO LAS DELICIAS
EXTENSIÓN CUMANÁ
ASIGNATURA: HERMENÉUTICA III
MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA
(DEVOCIONAL E INDUCTIVO)
PARTICIPANTES: GASCÓN DE SUBERO, ESTHER
PLAZA DE VELA, MERCEDES
FACILITADOR:
Lcdo. ELIO ORTIZ
CUMANÁ, FEBRERO 2018
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Efesios 3: 18-19
“Seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
Como bien lo indica el versículo que sirve de epígrafe a este ejercicio, los miembros de la iglesia de Jesucristo estamos llamados a ser capaces de comprender y de conocer el amor de Cristo para que seamos llenos de su plenitud. A tal efecto, necesitamos de las herramientas y técnicas que la hermenéutica nos facilita para abordar, en toda su complejidad y fecundidad, el estudio de la Biblia.
Ahora bien, en los fértiles encuentros formativos que nos ofrece el IBLD, descubrimos algo altamente significativo que abrió, aún más, nuestra comprensión de lo excelso de la Palabra de Dios. Nos referimos al hecho de que cuando estudiamos la Biblia se rompe el molde científico-secular que establece que, cuando un sujeto estudia un objeto, el control y la supremacía la tiene el investigador ante la realidad abordada.
En consecuencia, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que cuando nos enfrentamos al estudio de la Biblia, nosotros no tenemos el control, cual científico investigador que manipula variables, pues al contrario, somos nosotros los desnudados por Dios, al poner en evidencia nuestra vulnerabilidad ante el pecado. Así, la Palabra viva y eficaz desmantela y desarticula en nosotros las estructuras academicistas y humanistas para que a través de la iluminación del Espíritu Santo seamos renovados en el hombre interior.
Desde esta perspectiva, presentamos el producto de la aplicación del Método Bíblico Devocional y del Método Inductivo al texto de Santiago 3: 13-17, dando fe del aprendizaje alcanzado y del desafío bíblico que tenemos de demostrar con nuestra buena conducta que somos guiadas por la sabiduría de lo alto.
I PARTE
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TEXTO SANTIAGO 3: 13-17 [pic 3]
1.- ¿Quién habla o escribe las palabras del texto?
Las palabras contenidas en este hermoso y práctico libro fueron escritas por Santiago, “siervo de Dios y del Señor Jesucristo”, como consta en el saludo (1:1a). La opinión entre los eruditos bíblicos es que este Santiago era también conocido con el nombre de Jacobo el justo y era hermano de sangre de nuestro Señor Jesucristo.
2.- ¿A quién se dirigen las palabras?
Las palabras dichas tienen doble destinatarios, pues los receptores ideales o contemporáneos a quienes Santiago las dirigió son los judíos (convertidos al cristianismo) que conformaban, para la época, las doce tribus que estaban dispersas producto de la persecución (1:1b). Asimismo, están los receptores secundarios que somos los cristianos, la iglesia de Jesucristo que, en la actualidad, leemos su mensaje.
3.- ¿Dónde ocurre el suceso?
El texto no lo especifica, pero como Santiago fue uno de los dirigentes de la iglesia de Jerusalén (Gá.2:9; Hch 15), podemos asumir que los sucesos o difíciles pruebas que vivían tuvieron su epicentro en esa ciudad.
4.- ¿Cuándo ocurre el suceso?
El texto no lo dice.
5.- ¿De qué se habla en el texto? ¿Cuál es el tema o problema que se trata? Observa palabras repetidas.
Santiago habla en el texto de la buena conducta que deben exhibir los maestros que, verdaderamente, han sabido poner freno a su lengua; demostrando, de este modo, que son guiados por la sabiduría que proviene de Dios y no por la terrenal. Por ello, Santiago refuerza esta idea central con un sencillo, pero determinante despliegue discursivo a través del contraste entre la sabiduría que procede de Dios y la que procede del mundo.
6.- ¿Qué se dice acerca de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo?
En la porción bíblica analizada no se encuentra una alusión explícita acerca de las Personas de la Divina Trinidad. Sin embargo, la expresión “de lo alto”, inequívoca e implícitamente, hace referencia a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, pues esa sabiduría “pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos” solo puede proceder de su trono celestial, de su excelsa gracia, de su magnífica presencia.
7.- ¿Qué cosas el creyente debe hacer o dejar de hacer para agradar y servir mejor al Señor?
A la luz del texto estudiado, se desprenden las acciones que el creyente debe hacer y/o dejar de hacer:
HACER | NO HACER |
.- Debe procurar ser sabio y entendido, con respecto a la voluntad de Dios (v.13a). .- Debe mostrar por su buena conducta y transparente testimonio que tiene la sabiduría que proviene de Dios (v.13b). .- Su carácter debe estar impregnado de las cualidades de la sabiduría que provienen de Dios; por ello, la pureza, la paz, la amabilidad, la benignidad, entre otras virtudes, deben ser su sello personal. | .- Agradarse e imitar la necedad que caracteriza al mundo (v.13a). .- Alimentar celos amargos y contención en su corazón. Tampoco debe jactarse ni mentir contra la verdad (v.14). .-Exhibir conductas inmaduras y carnales que provienen de la sabiduría terrenal, animal y diabólica (v.15 |
8.- Escribe en tus propias palabras la enseñanza principal del pasaje.
Todos los creyentes en Jesucristo debemos mostrar, en todos los momentos de nuestro diario vivir, una conducta que evidencie que estamos guiados por la sabiduría que solo Dios nos puede dar a través de la Biblia.
9.- Relaciona esta enseñanza con tu vida: ¿qué debo hacer para poner en práctica esta enseñanza?
.- Estar dispuesta a obedecer siempre la voluntad de Dios, pues debemos vivir de acuerdo a nuestras convicciones bíblicas.
.- Estudiar con diligencia la Palabra, pues solo así, alcanzamos la sabiduría que viene de Dios para enfrentar con santidad las situaciones difíciles que, cotidianamente, vivimos.
.- Rechazar de plano toda actitud carnal en nuestra vida.
II PARTE
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MÉTODO INDUCTIVO
TEXTO SANTIAGO 3: 13-17[pic 5]
A.- LA OBSERVACIÓN DETALLADA DEL TEXTO:
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•¿QUIÉN ESCRIBE? El autor de esta epístola es Santiago, llamado también Jacobo por sus elevadas virtudes. Cabe destacar, que era hermano de sangre de nuestro Señor Jesucristo (Mt. 13:55; Mr. 6:3 y Gá. 1:19), el cual no creyó en él como mesías durante su vida (Jn.7:5), sino después de su resurrección (Hch. 1:14).
Algunos rasgos relevantes de su vida son: su liderazgo en la iglesia de Jerusalén en la época apostólica (Hch. 12: 17; 15:13; 21:18; Gá.1:19; 2:9), su claridad doctrinal, en cuanto a la salvación por fe (Hch. 15: 13-21) y su martirio en el año 62 dC en un motín del populacho, según cuenta la historia.
• ¿A QUIÉN SE ESCRIBE? Los destinatarios ideales son los hermanos (judíos convertidos al cristianismo) que conformaban las doce tribus que estaban esparcidos por la diáspora fuera de la tierra de Israel (1:1b). Los receptores secundarios están constituidos por los creyentes, que hoy, somos ministrados por su mensaje.
•¿CUÁNDO SE ESCRIBE EL TEXTO? Con respecto a este dato, tenemos que es incierto, dado que la sitúan entre el año 44 y el 62 dC.
• ¿DÓNDE SE ESCRIBE? Todo apunta a que fue escrita en Jerusalén, pues Santiago era uno de los guías o ancianos de la iglesia local ahí ubicada (Gá. 2:9; Hch. 15).
•¿QUÉ MOTIVÓ AL AUTOR A ESCRIBIR ESTE TEXTO?
Sin lugar a dudas, Santiago escribió el texto para destacar la relevancia de la buena conducta que deben mostrar los maestros, en particular, y todos los creyentes, en general, al poner freno a sus lenguas. Cabe destacar, que esto es un asunto de gran impacto, pues solo así se puede constatar quién está guiado por la sabiduría que proviene de Dios o de la que proviene de Satanás.
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