Opus dei

OPUS DEI

RESEÑA DESCRIPTIVA

Proyecto de Lectura

FERNANDO DE ORBANEJA

Mendoza Ochoa Khriemberly Romana

Como sabrán quienes hayan leído El código Da Vinci, el Opus Dei es una prelatura dentro de la Iglesia Católica que, en los últimos años, ha sido objeto de varias acusaciones, entre ellas la de lavado de cerebros, y cuyos métodos, por lo mismo, son causa de debate y preocupación. De más está decir que es de vital importancia esclarecer qué hay de cierto tras las mencionadas acusaciones para, si estuvieran fundamentadas, poner fin a tales actividades. Lo malo es que un fanatismo como el que supuestamente impulsa al Opus Dei no puede ser examinado desde la óptica de un fanatismo opuesto, y el gran problema con Fernando de Orbaneja, autor de la obra que tratamos, es que es un ateo fanático. Así, leemos en la página 15: El objetivo de las religiones, y de ciertas políticas, es unificar a sus seguidores, transformándolos en un auténtico y dócil rebaño, al que se inocula el sentimiento de culpabilidad, pues sobre ese sentimiento basan su poder. Que efectivamente ése es en muchos casos el resultado, no puede negarse; pero de ahí a que sea el propósito, hay un buen trecho. Orbaneja vuelve sobre sus discutibles especulaciones en la página 58: La religión se basa en suposiciones, mientras que la ciencia se fundamenta en demostraciones, en verificaciones. La religión cree, induce, fanatiza, al tiempo que la razón convence y redime... ¿Se ha informado este hombre de que en ciertos campos de la ciencia seria, astronomía y física cuántica sobre todo, hay más de especulación y teoría que de demostración? ¿Está al tanto de que hubo un individuo llamado Maximiliano Robespìerre, que en nombre de la Razón asesinó a cuantos no pensaban como él quería, hasta que alguien tuvo el buen tino de mandarlo a la guillotina a él antes de que siguiera cometiendo atrocidades? ¿Tiene en cuenta cómo la ciencia se mezcla con las muchas seudociencias que pululan por ahí y la inmensa cantidad de fraudes científicos que registra la Historia? El científico, para serlo de verdad, tiene que trabajar, que investigar sin ninguna clase de prejuicios ni de ideas preconcebidas. Otro tanto podríamos decir del creyente que quiere serlo de verdad, pero Orbaneja no acepta este hecho, porque el que está lleno de prejuicios e ideas preconcebidas es él, y vuelve a demostrarlo en las páginas 94 á 97, al hablar de otras organizaciones dentro de la Iglesia Católica y equipararlas con el Opus. Algunas de estas organizaciones son efectivamente tan polémicas como éste, por ejemplo los Legionarios de Cristo; a otras, como la Renovación Carismática, podrán ponérseles objeciones, pero es imposible, a menos que se sea fanático como Orbaneja, no reconocerles su influencia benéfica sobre determinadas personas.

Y la verdad, ya que de religión hablamos, ¡qué bien le vendría al autor ver la viga en el ojo propio!... Porque a pesar de que yo creo que buena parte de lo que dice sobre el Opus Dei, o todo, debe ser cierto, su saña va más allá de lo admisible, como por ejemplo cuando se indigna con Josemaría Escrivá (el fundador del Opus) por creer en Satanás. Con esta creencia, se esté de acuerdo con ella o no, lo único que hizo Escrivá es mantener la postura oficial de la Iglesia al respecto, que perdura hasta el día de hoy. Lo mismo puede decirse del empleo de metáforas militares, que ni de lejos es exclusivo del Opus, sino que viene de la misma Biblia. Si tanto molesta todo esto a Orbaneja, puede expresarlo, pero no criticando sólo al Opus sino, más ampliamente, a toda la Iglesia Católica y, en lo que respecta a Satanás,

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