Verdades acerca de la muerte y Resurrección de Jesucristo
ClaudiaAvendanoDocumentos de Investigación23 de Abril de 2023
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VERDADES ACERCA DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO (SEMANA SANTA)
La Biblia dice En Hechos 17:10-11:
“10 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11 Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Los de la ciudad de Berea fueron considerados más nobles que los de Tesalónica “porque escudriñaban las escrituras… para ver si estas cosas eran así”. Es decir, no se quedaban con lo primero que les decían sino que investigaban. Ya que la palabra de Dios no puede tener contradicciones en sí misma, necesariamente nuestra falta de conocimiento es lo que causa que tengamos error al leer, entender e interpretar la palabra.
I. ¿EN QUE DÍA DE LA SEMANA MURIÓ JESÚS?
Este es un tema que ha sido fuente de mucho debate tanto entre estudiosos como con personas que aman a Dios y desean saber la verdad tras este asunto.
Se nos ha enseñado por tradición católica en Chile que Jesús murió un viernes (“Viernes Santo”) y que resucitó un domingo (“Domingo de Resurrección”). No obstante también se nos enseña que Jesús estuvo “tres días sepultado” o bien que “resucitó al tercer día”. Estas dos nociones se oponen: es imposible que haya estado tres días sepultado si murió un viernes y al mismo tiempo, si estuvo tres días sepultado debió morir un jueves.
La iglesia católica no ofrece conciliación de esto y lo considera un dogma. No obstante, veremos a continuación que existe más de una evidencia en la propia Biblia de lo que es verdadero en este caso.
1.- Lo que sucede antes de la muerte de Jesús y su Resurrección
Primeramente, debemos considerar lo indicado por el propio Jesús sobre los días que estaría en la tumba antes de resucitar. Esto lo encontramos en Mateo 12:38-40
“38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39 Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”
Estas palabras del Señor Jesús son trascendentales. Porque hacen notar que serían tres días completos.
Es necesario que sepamos que en el momento que Jesús dice esto, ya ha pasado mucho tiempo desde que inició su ministerio y por lo tanto ya ha realizado una multitud de milagros que confirman que Él es El enviado de Dios, el Hijo de Dios, el Mesías y Salvador. Pero los fariseos no creen aun (en realidad lo que sucede aquí es que no quieren creer), y piden una señal más de que Él es el Hijo Unigénito de Dios. No obstante, el indica que la siguiente señal que les será dada, será la de la resurrección. En este pasaje específicamente Jesús indica que estará muerto tres días y tres noches.
Por lo tanto, debemos ahora entender cómo es que medían los judíos el tiempo. Para esto debemos referirnos al versículo de Génesis 1:5:
“5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.”
Los judíos tomaron el orden de este versículo: primero está la tarde y el tiempo de oscuridad (noche) y luego la mañana y el tiempo de luz (día). Así el día comenzaba en el atardecer, y duraba hasta el atardecer siguiente, en que comenzaba un nuevo día.
A continuación, ubiquemos los hechos bíblicos que nos ayudan a identificar cada día.
Respecto de la crucifixión y muerte de Jesús, las referencias se encuentran en los capítulos Mateo 27, Marcos 15, Lucas 23 y Juan 19. Se puede leer cada capítulo completo para verificar lo que se indica, no obstante, se mostrará un resumen a continuación:
- Los 4 evangelios tienen registro del evento de la crucifixión.
- Sólo el Evangelio de Marcos, capítulo 15, verso 25, nos indica la hora de la crucifixión: “25 Era la hora tercera (9:00 hrs. de nuestro horario) cuando le cruci ficaron.”
- Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas indican que el día se oscureció a la hora sexta (12:00 hrs. de nuestro horario) hasta la hora novena (15:00 hrs. de nuestro horario), y en ese momento Jesús falleció. (Mateo 27:45-50; Lucas 23: 44-46; Marcos 15:33-37)
- Los cuatro evangelios indican que el cuerpo de Jesús fue rápidamente solicitado por el judío José de Arimatea, para ser enterrado antes que finalizara el día (Mateo 27:57-60; Marcos 15:42-46; Lucas 23:50-54; Juan 19:38-42).
- La agonía de Jesús en la cruz fue de sólo 6 horas (desde la hora tercera a la hora novena, es decir desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde.
Para poder entender esto, se verá a continuación la forma como median las horas los judíos comparada con la romana (nuestro horario):
Figura N° 1. Horario diurno Hebreo V/S Romano (nuestro horario)[pic 1]
A continuación veremos otras pistas de lo que sucedió en horas posteriores a la muerte de Jesús. Se nos dice que José de Arimatea fue donde Pilato a solicitar el cuerpo para enterrarlo:
Lucas 23:50-54: 50 Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo. 51 Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, 52 fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. 53 Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. 54 Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.
Juan 19:40-42 “40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. 42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.”
En lo anterior se indica (ambos pasajes de Lucas y Juan) que se estaba celebrando la Pascua judía, fiesta que está claramente identificada en el calendario judío, que es solemne y obligatoria. Para esto es necesario entender que los meses del año judío no son iguales, es decir: no reciben el mismo nombre que los meses del calendario romano (los meses que usamos actualmente).
Figura N°2 Meses calendario hebreo v/s calendario romano (actual)
[pic 2]
El año calendario de los judíos comienza con el mes de Nisán (marzo), y la pascua se celebraba en este mes (Ver Levítico 23:4-8). La fiesta de la pascua duraba ocho días. El primer día se tenía una cena y se realizaban los preparativos para los siete días siguientes (principalmente panes sin levadura). El segundo día, era un día de reposo (estipulado en Levítico), es decir no podía ejecutarse ningún trabajo.
Por lo tanto, al leer estos dos pasajes (Lucas 23:50-54, Juan 19:40-42 y levítico 23:4-8) podemos entender que Jesucristo murió el día 14 de Nisán, y que el siguiente día era 15 de Nisán, día de reposo por la fiesta de la pascua.
De esta manera podemos entender lo siguiente:
- La Santa Cena, la última cena de Jesús con sus discípulos, ocurrió en la noche del 14 de Nisán, como ordena la ley, es decir después del atardecer (inicio del “día 14”).
- Los acontecimientos que siguieron a la Santa Cena: la oración de Jesús en el monte, el arresto de Jesús y su tortura ante el concilio, ante el sumo sacerdote y ante Pilato, ocurren en forma sucesiva en la noche de Nisán 14.
- La condenación de Jesús ante la gente que pedía que se liberara a Barrabás, ocurre en la mañana del 14 de Nisán (horas después). Y entre la hora primera y tercera ocurre el tránsito hacia el Gólgota, en el cual es crucificado Jesús a la hora tercera (9 de la mañana nuestro horario).
Luego, cuando Jesús fallece a la hora novena, quedan sólo 3 horas para que finalice el día, y como vimos anteriormente, el siguiente día es día de reposo a causa del inicio de la Fiesta de los Panes Sin Levadura, o Pascua. Es por esta razón que José de Arimatea se apresura a solicitar el cuerpo de Jesús a Pilato, llevarlo al sepulcro, envolverlo en una sábana y sellarlo con una piedra, como vimos en Lucas 23:50-54 y Juan 19:40-42. Ellos no podrían haberlo enterrado después de la hora doceava (donde comenzaba el 15 de Nisán) porque de lo contrario estarían haciendo un trabajo y violarían lo indicado en Levítico 23, que indica que el día después de la Pascua, es día de reposo (Sabbat).
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