Vida y doctrina de san Gregorio de Nisa

San Gregorio de Nisa – Hno. Gabriel Clavel CR

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San Gregorio de Nisa y su doctrina espiritual

Antes de comentar acerca de su doctrina espiritual, de la cual hay muy poco escrito, quisiera exponer brevemente sus datos biográficos.

        Nació hacia el año 335 y es el hermano menor de San Basilio. Había sido destinado al estado eclesiástico, pero, se apartó de esta vocación. Más tarde, gracias a las reflexiones de su hermano y de San Gregorio Nacianceno, recapacitará y se dedicará a la vida en soledad junto con algunos amigos. En el 471 será ordenado obispo de Nisa, que se encuentra en Capadocia.

        Fue odiado por los arrianos y tuvo que escapar y esconderse dos años. Luego de la muerte del emperador Valente volvió a su diócesis, donde pudo desplegar del todo su actividad. En el año 381 participó del concilio ecuménico de Constantinopla. Finalmente, murió alrededor del año 396.

        Pasando ahora a su doctrina espiritual o contenido espiritual de sus obras, El P. Antonio Royo Marín nos dice que a san Gregorio de Nisa se lo llama con los dos títulos de místico y filósofo. Pues, como místico siempre busca llevar a sus seguidores a las cumbres de la unión con Dios, idea que tomó de su maestro en teología, Orígenes. Como filósofo nos muestra la real y profunda sintonía que tienen los datos de fe junto a los datos que obtenemos por la razón. Demostrando que lejos de contradecirse, se armonizan.

        Tiene muchas obras ascéticas, y entre estas se destacan De Virginitate, en la que se muestra la excelencia de la virginidad y los medios para conservarla y acrecentarla. Otra obra es De professione christiana, sobre las exigencias de la vida cristiana, junto a esta se puede considerar también De perfectione, que justamente trata acerca de la perfección cristiana. Por último, podemos destacar la obra De instituto christiano, que trata acerca de la piedad y medios que el monje debe tener en cuenta para vivir correctamente y progresar en su vida. Y junto a esta obra escribió De castigatione, sobre la necesidad de los castigos.

        Ya que me ha parecido muy poco con lo escrito hasta el momento, también quiero sacar algunas ideas espirituales de alguno de sus escritos.

        En su escrito acerca de “El hombre señor de la creación” muy hermosamente el santo nos enseña que la creación ha sido hecha por Dios en función del hombre. Aunque pueda parecer que, por haber sido el último en ser creado, sea el menos importante, en realidad es todo lo contrario. Porque, dice nuestro santo, un excelente anfitrión primero apareja la casa y los preparativos para el banquete y luego invita a los convidados. Y así Dios creó primero todo lo que pudiera ser de provecho para el hombre y luego lo hizo a él. Le dio los dos elementos, el espiritual y el terreno, para gozar con uno de Dios mismo y con el otro de Su creación. Literalmente dice así: “El Señor, nuestro anfitrión opulento y espléndido, después que hubo adornado elegantemente su casa y preparado un gran convite en el que no había de fallar deleite alguno, introdujo finalmente al hombre, al que le tocaba no adquirir lo que faltaba, sino gozar de lo que allí había”. Finaliza el escrito declarando que la creación del hombre fue precedida por el consejo del Verbo, siendo este el que plasmó los fines e ideales del hombre. Lo cual declara diciendo: “Todo lo discute de antemano el Verbo, a fin de que el hombre reciba una dignidad más antigua que su mismo nacimiento, y, antes de recibir el ser, posea la soberanía sobre los demás seres creados”.

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