DISEÑO.

En Colombia la caña de azúcar desde el siglo IX se ha cultivado principalmente en

el Valle del Cauca y parte del Risaralda. En estas regiones han comenzaron a

aparecer establecimientos de tipo nómada y temporales de pequeñas tipologías

manuales de molino de caña, donde se comercializaba el líquido el cual era

extraído directamente de la caña de azúcar a la vista del consumidor, lo cual daba

una percepción de confiabilidad y el hecho de poder ver el proceso de extracción

se convertía en un atractivo para los clientes. Con el transcurrir del tiempo a

algunas de estas tipologías se les fue incorporado un motor eléctrico a fin de

alivianar la tarea del operario o comerciante del jugo.

Con el paso del tiempo el jugo de caña de azúcar se ha vuelto elemento

tradicional de la región. Este elemento ya típico en algunos pueblos y ferias

artesanales se ha posicionado en la cultura local como una alternativa de

consumo de bebida.

Los trapiches e ingenios, los molinos donde extraían el jugo de caña de azúcar del

cual se produce tanto la panela como el azúcar, no solo suplían la producción,

sino que también saciaba la sed de los trabajadores, ya que se considera una

bebida de gran valor energético.

Este tipo de molinos es fabricado de forma semi-industrial o artesanal. Con el

transcurrir del tiempo a algunas de estas tipologías se les fue incorporado un

motor eléctrico, a fin de alivianar la tarea del operario o comerciante del jugo.

En el proceso de extracción de jugo de caña de azúcar para comercialización de

guarapo, en el líquido se encuentra expuesto en el ambiente y a la manipulación.

Se permite el contacto con diversas amenazas, tales como microorganismos, los

cuales pueden afectar las cualidades organolépticas del mismo. Esto hace que

este producto no sea completamente confiable al consumidor y esto a su vez,

puede influir en el proceso de decisión de compra, o en la salud, a razón de la

ingestión de la bebida.

Dado

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