Irrealidad De La Fotografia

La irrealidad de la fotografía

Al contrario de lo que muchos creemos, las fotografías son absolutamente irreales y lo son desde muchos puntos de vista, solo para empezar nos daremos cuenta que son bidimensionales, solo ancho y alto, ¿el mundo que muestran es tridimensional?, bueno, no lo es, así toda imagen nos dará una ilusión de profundidad y ese gran paisaje que cogimos con la cámara se vuelve insulso, por lo plano, cuando visualizamos esa foto. ¿Y el aire frío de esa mañana en la montaña cuando tomamos la foto?, tampoco está, nunca estuvo y nunca estará. Todas las sensaciones asociadas a lo tomado fotográficamente, no están; el aroma del bebé, el calor de la playa, el sabor de un helado, la brisa de un paseo. Y esa desaparición de sensaciones es aún mayor cuando se trata de imágenes en blanco y negro, nosotros vemos en color y una lámina de papel o una pantalla bicolor nos alejan más aun de la realidad.

Gran tarea entonces la de un fotógrafo, su arte debe suplir lo que no vemos, debe convertirse en un maestro de la manipulación, debe manejar lo mejor que la técnica le pueda proporcionar para mostrar una realidad acabada; incompleta, parcial, pero acabada en los términos posibles. Podremos ver de la mano de ese maestro, el bebé más hermoso del mundo, con un perfecto rosado de la piel y los ojos más bellos de mirar; o el automóvil más deseable o el mejor paisaje de la tierra. Pero este maestro de la manipulación, debe posee aun otra característica fundamental, debe ser capaz de manejar emociones, de construir imágenes emotivas, de crear para el espectador y en el espectador esas sensaciones de las cuales la imagen plana carece.

Imagen y técnica, imagen y emoción son los elementos que el fotógrafo debe poner en su trabajo, técnica sin expresión tendría poco significado, a la inversa, expresión sin técnica, tampoco funciona bien, excepto quizá, en algunos caminos del arte.

Los caminos de la fotografía son muchísimos, nuestra cultura de hoy, cultura de la imagen, está lejos, está a 145 años de aquel 1939, cuando el camino se inicia y ha pasado mucha agua bajo el puente, daguerrotipos y emulsiones de plata ya son prehistoria, son realidad cotidiana Street View o HDR y profundizando aún más, fotografía astronómica o fotografía nanométrica.

Esa cuasi realidad del papel, del vidrio o del celuloide, están ya atrás en el tiempo y esa irrealidad fotográfica, se aumenta hoy en que cada imagen está convertida en bits y bytes.

¿Convertir bits y bytes en emociones?, esa es la gran tarea de un profesional de la imagen, llenarse de conocimientos, ¿de los técnicos?, claro; conocer a Cartier Bresson, claro; conocer a Neruda, Delibes, Mozart y Baudelaire, claro; elegir AdobeRGB o sRGB, claro, en suma, este profesional tiene una gran tarea y un gran desafío, hacer que la irrealidad de una imagen haga tanto como sacar una lágrima

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