La electricidad en la vida del cuerpo humano

LA ELECTRICIDAD EN LA VIDA DEL CUERPO HUMANO

La electricidad sobre la integridad humana puede operar de dos formas, una se podría ser el resultado del negligente manejo de los sistemas que conducen el fluido y otro aplicado, de manera directa pero controlada con fines científicos y médicos, para la mejora de la vida. Pero, ¿cuáles son esas dos formas? ¿En qué momento un choque eléctrico al contacto puede causar daños a una persona?

Equipo de trabajo

Salud ocupacional III Semestre

Universidad del Tolima

Para muchos, la electricidad solo está en los electrodomésticos. Para otros, es un recurso que, por la necesidad de producirlo, está acabando con los recursos naturales. Esta última idea muy real, la primera no tanto. Y esto radica en que las funciones vitales del ser humano están incorporadas a un sistema movido por reacciones biofísicas que hacen de la electricidad un combustible para su funcionamiento. Sobre los efectos de la electricidad en el bienestar del ser humano se ha hablado mucho. Por un lado, para reconocer su papel en el desarrollo del mundo moderno, y por otro la electricidad que reside en su propio cuerpo.

Hoy, el interés radica en este último paradigma. Cuando el cuerpo humano se somete a la electricidad, puede ser de manera transitoria y con las precauciones necesarias. La otra es cuando son descargas eléctricas que hacen un efecto nocivo a la integridad biológica. Desde ésta perspectiva, vamos a abordar como tres aspectos: Primero, el tipo de efectos que ejerce la electricidad sobre el cuerpo humano; segundo, el nivel de resistencia y consecuencias que traerá para éste al sometimiento a una fuente eléctrica; y tercero, el papel funcional de ésta en la dinámica del sistema nervioso como una forma benéfica de la electricidad al ser humano.

Efectos de la electricidad sobre el organismo

Las fuentes de electricidad, según los criterios establecidos para la prevención de accidentes, deben estar, en su aspecto técnico, revestidos de elementos que eviten que el fluido que transita por sus líneas se direccione por otros caminos. Generalmente lo que sucede en ambientes diezmados en su seguridad es que el cuerpo entre en contacto con estos sistemas y, al estar averiados, se direccione en otro sentido. Esta es una de las situaciones cuando existe la posibilidad en que el cuerpo humano entre en contacto con el fluido.

Según las leyes básicas del fenómeno, particularmente las establecidas por Carl August Steinheil en 1838, la electricidad busca en su estado natural el punto más cercano a la tierra que le permita estabilidad. Según la electrostática, el objeto de la electricidad es buscar su polarización, fenómeno que se entiende cuando un relámpago (la electricidad en su mejor manifestación natural) llega a posarse en árboles o edificaciones de gran altura, y que serían su conexión directa a la masa tierra.

Debido a este comportamiento físico, Steinheil diseña lo que luego se conoció como ‘Esquema de Conexión a Tierra’ o ‘Sistema GS’ en su sigla en inglés (Grounding Scheme) para evitar que el fenómeno ocasione problemas con el sistema eléctrico local y a la integridad del ser humano. Todos los esquemas interconectados con el GS, en combinación con otros dispositivos de protección, garantizaran la seguridad de las personas frente a los contactos indirectos por fallos de aislamiento.

El mayor riesgo que se tiene cuando un sistema no está protegido de las fluctuaciones de energía, además del daño de equipos eléctricos, es la integridad de las personas que están en contacto con estos. Una carga, al ingresar al sistema en altas proporciones, ésta buscará de inmediato su camino de retorno para completar un circuito cerrado. A su paso, si encuentra como polo un ser humano, éste se convertirá en conducto por donde transitará, lo que ocasiona problemas a la salud y secuelas considerables dependiendo el nivel de carga con que llegue la electricidad.

Al contacto de una persona a la electricidad, puede ocurrir un par de situaciones en el sistema cardiovascular. Lo primero es que se produce contracción muscular y parálisis si la carga llega a 1 m A. Según el texto Física para las Ciencias de la Vida y de la Salud, “si alguien roza accidentalmente la fuente de suministro eléctrico, la contracción le separa con violencia del hilo activo”, es decir, que el choque eléctrico repelará cualquier cuerpo extraño que vea en el sistema, pero solo si la carga llega a 1 m A y si solo es un leve rozamiento. Si por el contrario, el elemento de tránsito de fluido es agarrado con la mano la tensión se hace más fuerte y la descarga eléctrica continua. En éstas situaciones, “puede producirse parálisis respiratoria, aunque la respiración artificial podría revivir al afectado siempre y cuando el efecto no se haya prolongado mucho tiempo”, reza el Documento.

Sin embargo, con corrientes iguales o superiores a 100 m A puede llegar a perjudicarse el ritmo cardiaco “produciéndose una contracción rápida e irregular de los músculos cardiacos en lugar del latido regular normal”. Un shock eléctrico puede causar desde una sensación de cosquilleo hasta un desagradable estímulo doloroso resultado de una pérdida total del control muscular y llegar a la muerte. Los mecanismos de muerte por electricidad son variados. Entre los que se cuenta, según

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