Tabletas Digitales

Este contexto se propone presentar un panorama de la aplicación de las nuevas tecnologías digitales en la educación de este fin de siglo. En algunos casos hemos identificado aquellas que ya se emplean con todo éxito, en otros nos encontraremos con promesas a la espera de confirmación. Haremos, eso sí, lo posible por despertar un “entusiasmo crítico” para una implementación efectiva y beneficiosa de la mejor tecnología al servicio de la educación, es decir de la persona humana. Se trata de un gran desafío pues, por una parte, la multiplicidad y la complejidad de las nuevas tecnologías desbordan constantemente los límites tradicionales de las ciencias de la educación y, por otra, nadie sabe cuáles serán las tecnologías que perdurarán en la educación del próximo siglo. Un texto de estas características deberá someterse a revisión en forma periódica por cuanto la explosión tecnológica es de tal magnitud que muchas innovaciones, que parecían imposibles de aplicar en el campo de la educación hace pocos años, hoy ya son moneda corriente. Esta tendencia se extiende a todas las latitudes y, a veces, un producto de alta tecnología de un 8 país avanzado encuentra una aplicación educativa en un país periférico antes que en el propio lugar de origen.

Una tableta es similar a un PC portátil y está equipado con una pantalla táctil que puede controlarse con un lápiz o un bolígrafo digital. Usted puede incluso utilizar el dedo para controlar una tableta digital. No se necesita un ratón o un teclado para trabajar con la Tableta digital en lugar de una PC de escritorio convencional. Por otra parte, las tabletas ofrecen una mayor movilidad y son mucho más fáciles de operar que las computadoras portátiles.

INTRODUCCIÓN.

Las tabletas digitalizadoras incorporan el estilete necesario para interactuar con la tableta, aunque pueden usarse accesorios adicionales, como ratones, aerógrafos,… Los distintos accesorios transmiten a la tableta un número de serie único, permitiendo al software identificar si el usuario tiene varios dispositivos de entrada en la tableta y asignarles distintas propiedades a ellos (tipo de pincel, color, borrador,…) a cada uno.

Las tabletas han pasado de ser una curiosidad tecnológica a convertirse en uno de los objetos de deseo más demandados del momento. Quien no tiene una tableta, posiblemente desea tener una, y quien no haya oído hablar aún de ellas, probablemente lo hará de aquí a las próximas navidades.

La tableta es útil para resolver determinadas tareas de trabajo, para llenar determinados momentos de ocio, o para solventar algunas necesidades en el ámbito de las comunicaciones -como la productividad o la conectividad de Internet-. Pero justamente esa es la clave: es un dispositivo perfecto para determinadas tareas, pero no está llamado a ser el sustituto de un ordenador portátil, sobremesa o, ni siquiera, de un móvil. Esto es así tanto para el iPad, como para Playbook de Blackberry o estas tabletas con Android 3.0.

No se trata de ser excesivamente severo con las tabletas, puesto que desempeñan una labor excelente como complemento tecnológico de excepción, capaz de sustituir a un netbook casi completamente en movilidad -o complementar a un móvil-. Pero hay que ser objetivos, y ver que hay aspectos como el rendimiento que aún están lejos de igualar a los equipos portátiles con procesadores Core i3 o i5. Además, el formato y el tamaño de las tabletas no es tampoco el más adecuado para llevarla siempre encima.

El formato de las tabletas con Android 3, o al menos el más habitual, es el de aproximadamente 10″. LG rompe esta tendencia con su modelo de 8,9″, aunque en el mercado puedes encontrar modelos de 7″ como Playbook de RIM, HTC Flyer o Galaxy Tab de Samsung. Y, por supuesto, Apple iPad de 9,7″.

La diversidad es amplia, y aunque el formato de 10″ parece ser el más aceptado, conlleva dificultades para usarlo fuera de casa.

Las 7″ son mucho más llevaderas, aunque es un tamaño todavía minoritario -se espera que esto cambie poco a poco-. Esto también influye a la hora de utilizar el teclado en pantalla, donde las teclas centrales pueden ser complicadas de pulsar si se tiene una mano demasiado grande.

Otro factor interesante es el peso de una tableta, que es directamente proporcional al tamaño de la pantalla. De todas formas, cualquier modelo resulta poco útil a partir de 500 gramos, ya que supone una carga apreciable.

ANTECEDENTES.

Durante décadas, la tableta computadora fue como un espejismo en la industria tecnológica: una gran idea, aparentemente alcanzable a corto plazo, que se desvanecía cuando las empresas interesadas parecían acercarse.

Varias empresas empezaron a trabajar en computadoras a punzón (estilete) a fines de los años 80, y Microsoft se subió al tren. Para 1991 lanzó "Windows For Pen Computing", añadido a Windows 3.1, que permitía que el sistema operativo aceptara comandos con un estilete. Varios dispositivos usaban programas de Microsoft, y son reconocibles como los antepasados de las tabletas actuales: eran planos cuadrados portátiles con una pantalla en una cara. Pero no estaban diseñados para los comandos táctiles: el paradigma utilizado era el del anotador y el lápiz.

En 2002, el fundador de Microsoft, Bill Gates, comentó que esas primeras tabletas eran "casi penosas de recordar", Era Windows para la Tableta XP de las portátiles. Esta vez, fabricantes de computadoras como Hewlett-Packard Co., Samsung Electronics, Toshiba Corp. y Acer Group siguieron la tendencia y produjeron tabletas.

Al igual que la generación anterior, algunas se asemejaban a las tabletas actuales, pero en el interior eran realmente computadoras portátiles. Comparadas con un iPad eran muy caras —unos 1.500 dólares_, pesadas y la carga de batería duraba poco.

Una computadora táctil que vio la luz en el 2008 fue Microsoft Surface. Era más una mesa que una tableta: la computadora era una caja grande que se colocaba sobre el piso, con una gran pantalla horizontal arriba.

Microsoft ha tenido un éxito notable en el espacio de las tabletas, si uno quiere aplicar una definición amplia al término. Su sistema operativo "computadora personal de bolsillo", que es distinto de Windows, operaba en "asistentes digitales personales" manuales del tamaño de un teléfono a partir del 2000 aproximadamente. COMPAQ supo aprovechar los programas Pocket de Microsoft en su popular línea iPAQ. Pero los asistentes digitales personales eran un mercado reducido, y cuando Pocket pasó a los teléfonos

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