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Enviado por   •  20 de Enero de 2014  •  4.228 Palabras (17 Páginas)  •  178 Visitas

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TITULO

Nuevas Tendencias en Gestión Empresarial

INDICE.

INTRODUCCIÓN 3

1. DE LA GESTIÓN POR TAREAS A LA GESTIÓN POR OBJETIVOS 4

2. DEL TRABAJO EN GRUPOS AL EQUIPO DE TRABAJO 4

3. DE LA OBEDIENCIA Y LA DISCIPLINA, AL AUTOCONTROL Y LA RESPONSABILIDAD PERSONAL 5

4. DEL ACATAMIENTO AL COMPROMISO Y DEL TEMOR A LA CONFIANZA 5

5. DE LA TAREA AL RESULTADO 5

6. DE LA ESTANDARIZACIÓN AL APRENDIZAJE Y LA MEJORA CONTINUA 6

7. DEL GERENTE-CAPATAZ AL GERENTE-LÍDER 6

8. DE LAS COMPETENCIAS TÉCNICAS A LAS GENÉRICAS. 7

CONCLUSION 11

BIBLIOGRAFÍA 11

INTRODUCCIÓN

El presente documento tiene como objetivo analizar las nuevas tendencias de la organización empresarial y estudiar las nuevas filosofías sobre las cuales se fundamentan los nuevos modelos de gestión en los que se genera más valor para la organización y el cliente. Para lo cual he hecho una previa investigación en distintas fuentes; las cuales me han permitido conocer las nuevas tendencias de las organizaciones, como deben prepararse para los cambios avanzando y utilizando la tecnología, innovando cada vez más, analizando que quieren los clientes, sus nuevos gustos y deseos, valorar el recurso humano, que características deben tener las empresas para la globalización e internacionalización de las mismas. Cuyo objetivo primordial es reconocer que el recurso humano es el más importante en las empresas porque así las tareas estén preestablecidas, son las personas quienes las realizan con calidad y agregan valor a las mismas.

Por siglos, organizaciones importantes y decisivas en la historia de la humanidad, como las universidades, los ejércitos y la iglesia católica, han presentado con éxitos una estructura funcional. Esto justifica la resistencia al cambio que se ha producido en la mayoría de las instituciones a la hora de la implementación de la gestión por procesos.

No obstante, el desarrollo tecnológico, así como el ambiente dinámico y competitivo en el que se encuentran enmarcadas las empresas hoy día, exige más que nunca la utilización de esta poderosa herramienta que permite alinear los procesos con la estrategia, misión y objetivos de la institución, para el logro de la efectividad empresarial.

Así, se define a los procesos como una secuencia ordenada y lógica de actividades repetitivas que se realizan en la organización por una persona, grupo o departamento, (incluso con la participación de varios grupos o departamentos), con la capacidad de transformar unas entradas (inputs) en salidas o resultados programados (outputs) para un destinatario (clientes externos o internos que lo solicitan) con un valor agregado. Los procesos, generalmente, cruzan repetidamente las fronteras funcionales, fuerzan a la cooperación y crean una cultura de empresa distinta (más abierta, menos jerárquica, más orientada a obtener resultados que a mantener privilegios). (Nogueira Rivera et al., 2004).

En el ámbito de las empresas se vive una constante “evolución” debido al paso del tiempo, por lo cual es necesario adaptarse a las nuevas necesidades que demande el cliente, comprador, inversionista, accionista, etc. Por ello se han diseñado nuevas tendencias u orientaciones que a su vez conllevan que tanto el empresario y su organización, como los clientes, satisfagan sus necesidades generando beneficios para ambas partes.

Muchas transformaciones se han operado en el mundo de las empresas y mucho se ha experimentado en las formas de organizar y gestionar el trabajo con el objetivo de mejorar la competitividad empresarial, a través del aumento de la productividad organizacional. Diversas modas en el ámbito de la administración han ido pasando y han demostrado no ser la solución que prometían ser, pero a su vez han dejado algún importante aporte en este complejo proceso de cambio que describí anteriormente.

Dichas tendencias las expongo a continuación:

1. De la gestión por tareas a la gestión por objetivos

Una de las características centrales del trabajo manual, es que se pueden desagregar las tareas a realizar, planificar su ejecución previendo su secuencialidad y el ritmo de trabajo, y que una vez establecida la rutina de producción es fácilmente controlable. Por el contrario, el trabajo del conocimiento implica, por definición, que no es repetitivo ni rutinario y, por lo tanto, no se puede planificar ni controlar a través de establecer acciones y tiempos de realización de las mismas. Esto supone que se deban fijar y consensuar objetivos a lograr y a partir de ahí las personas involucradas se comprometen a poner en funcionamiento sus conocimientos, sus habilidades, su creatividad y su motivación para superar todo tipo de desafíos o inconvenientes a los efectos de lograr el objetivo planteado.

Pensemos por ejemplo en Bill Gates, cuando convoca a un equipo de especialistas y les establece el objetivo de desarrollar un nuevo programa de informática. Los miembros del equipo le plantearán qué recursos de tiempo, dinero e instalaciones requieren para poder cumplimentar el objetivo propuesto y una vez consensuados todos estos aspectos, el equipo se pondrá manos a la obra. Lo que podrá controlar Gates, o el gerente que lidere el proyecto, es la evolución del mismo y el cumplimiento en tiempo y forma del objetivo establecido, pero jamás podrá supervisar las tareas ya que ni él ni los miembros del equipo las pueden establecer de antemano. Lo mismo podríamos decir de un equipo creativo que debe diseñar y lanzar una campaña de publicidad, o un equipo de marketing que debe desarrollar un nuevo producto, o un equipo de ventas que debe lograr metas de facturación en diversas áreas geográficas.

¿Quién puede determinar qué tareas o qué proceso de trabajo debe realizar un analista financiero, un consultor empresario, un director de orquesta o un planificador urbano para cumplimentar en forma efectiva los objetivos propuestos? En todos estos casos y en cualquier otro en los que se gestione el trabajo de personas que producen con su conocimiento, la clave de la productividad no estará en la planificación y el control de tareas fragmentadas, sino en la movilización del conocimiento y la iniciativa

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