William es un niño de 8 años de 3ª de primaria, cuando la maestra le dice que van a ir al Jardín Botánico, se pone a gritar de la emoción causando desorden en todo el salón, como consecuencia es castigado y no se le permite ir a la salida programad

EL ELEMENTO 

 ANTECEDENTES

William es un niño de 8 años de 3ª de primaria, cuando la maestra le dice que van a ir al Jardín Botánico, se pone a gritar de la emoción causando desorden en todo el salón, como consecuencia es castigado y no se le permite ir a la salida programada

Elabore un escrito reflexivo-argumentativo en el cual haga un análisis de la opción escogida con base en lo aprendido en la Unidad 2: Profesor y estudiante: Dos actores claves en el desarrollo de un proceso pedagógico.

EL ELEMENTO

Basta imaginarse la escena. Sobre todo el momento en el que el niño es frenado por su actuación emotiva. La decisión de castigarlo, pero sobre todo de utilizar ese término para reprimir la actitud del individuo da muestras de un pasado tal vez ya lejano.

Cuando se podía utilizar el castigo como mecanismo de formación, se acudía a instituciones donde los maestros aún tenían credibilidad y gozaban de la confianza de la comunidad académica, inclusive padres de familia, quienes seguramente se mostrarían complacientes frente a un docente punitivo.

Los tiempos que vivimos se caracterizan por múltiples manifestaciones que hablan de una sociedad más civilizada o al menos más y mejor informada. Nuestro personaje efusivo y castigado, con seguridad sabe de la existencia de los derechos de los niños y antes que aceptar una penalización por demás injusta va a consultar con sus padres o con algún consejero que tan correcta es la medida que tomo la institución. Por otro lado un docente difícilmente va a proceder con ese autoritarismo extremo, con tan pocos argumentos para infligir castigo.

Lo que sí parece muy interesante de debatir es, qué se debería hacer con un personaje como William tan lleno de energía y adicionalmente con un gusto tan marcado o bien por las salidas pedagógicas o bien por la temática propia del jardín botánico. Es un genio en potencia embebido en un ambiente donde seguramente se le están cortando las alas que lo pueden llevar a desarrollar todo su potencial. Que se debería hacer para que William y sus educadores descubran el elemento del niño y como encaminarlo a desarrollarlo al máximo. Uno de los principales detractores de las escuelas tradicionales es Sir Ken Robinson, quien ha manifestado abiertamente que las escuelas matan la creatividad de los alumnos. Y en su libro el elemento cuenta exquisitamente la historia de algunos personajes que tuvieron la suerte de encontrar el ambiente y las condiciones para explotar lo mejor de sus cualidades que parecían inexistentes en un medio tradicional como un colegio.

Para terminar comparto la historia de Gillian Lynne, quien estuvo a punto de ser medicada por pensarse erróneamente que se trataba de una niña con síndrome de atención dispersa e hiperactividad (TDHA). Tuvo la fortuna de ser descubierta por su psicólogo mientras su madre acudía con ella pidiendo que le tratarán su desatención a las clases. El doctor se fijó en como ella seguía atentamente y con mucho talento el ritmo de una música que se escuchaba de fondo. Sin que la niña se diera cuenta salió del consultorio con el pretexto de necesitar hablar con la madre. Estando fuera, observaron el comportamiento de Gillian, quien al descubrirse sola realizo movimientos rítmicos al compás de la música que el doctor intencionalmente dejo a buen volumen. Así el Dr. Concluyó “Señora Lynne, Gillian no está enferma. Es bailarina. Llévela a una escuela de danza…”.  (Robinson K, El Elemento)

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