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Enviado por   •  20 de Septiembre de 2015  •  Apuntes  •  574 Palabras (3 Páginas)  •  291 Visitas

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En la añoranza de tardes lluviosas solía sumergirse, también en la nostalgia de los charcos sucios. Andaba sin prisa para ver el cielo, encapsulado en la nubes que eran su reloj de arena, de ellas no podía despedirse porque no le parecían ajenas. Era transeúnte de una ciudad en la que todo parecía foráneo, pero que en la irrelevancia de sus pensamientos no existía, solo existía el firmamento. Tener la cabeza en las nubes y los pies en la tierra. -Vaya desconcierto!

Hacer travesías cotidianas es toda una peripecia, pero él está tranquilo sus ojos aún siguen arriba, cruzo la calle tomo la avenida, esquivando dos autos que pasaban por la esquina, algunos le llaman torpeza, otros destreza, también en los días de luz radiante se creía enceguecido por los malos pasos, el tropiezo era ineludible caer al suelo para caer al cielo; ¿Cuándo lloverá?, Se preguntaba insistentemente y se imaginaba las gotitas en su cara refrescando sus reflejos, pero pronto lo abatía la desdicha, -lloverá otro día, lloverá otro día- Es hora de caminar para quitarse las penas. Ese era su ciclo indefinido, de vez en cuando ver algún cometa y sentir el pasto en sus pies para ser instantáneamente feliz, pero la mayoría del tiempo él estaba triste, con quien podría compartir tanta belleza celeste? ¿A quién podría decirle que las mariposas son como estrellas igual de fugaces?

En la noche todo transcurría más breve y más inmenso, tal vez porque del otro lado había otros brillando, de la misma forma preguntándose,- llegara un amanecer en que me encuentre con los otros, abre de cruzar mares de galaxias, pero me encontrare con ellos- El sabía que era un sueño, los otros no lo salvarían, los otros eran con lo que él solía tropezar bajo, ¿Abajo abría alguien esperándolo a el?

El día llega y él se siente abatido, la rutina de azules ahora no para más que en grises, sale a recorrer la ciudad que no conoce, las avenidas nunca son las mismas, siente el viento, hace frió. Es un hermoso día para la lluvia, pronto todo comienza a tener sentido, -Tengo que correr -pensó- el espacio me trapa y espero que las gotas hoy por fin sean libres, el olvido que debajo del el, en sus pies, todo aún seguía siendo brisa con algo de caos. Cruza avenidas envueltas de peatones que se sofocan por las chispas de agua que recién empiezan a caer, autos ruidosos, paraguas, el sonido de las chispas rebotando en el piso, era todo perfecto, era todo muy simple, gotas resbalando por sus mejillas, por fin sus pupilas estaban húmedas, llovía y el ya no veía, saber que el firmamento estaba allí, que ya no cargaba con todo su peso, fue feliz al deshacerse de pocas de sus incógnitas; pero la lluvia no dura para siempre, sus ojos se secaron, volvió a ver el éter de la misma forma, algo abrumadoramente majestuoso. Yo no tengo remedio se dijo, y fugazmente tropezó con un coche, desinhibido del el mismo. Apena pudo recobrar el conocimiento

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