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1.1 IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA DEL DERECHO


Enviado por   •  19 de Mayo de 2015  •  4.388 Palabras (18 Páginas)  •  11.332 Visitas

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El derecho forma una parte muy importante de la sociedad y está siempre presente de manera directa o indirecta en la forma en cómo nos relacionamos con los demás y para establecer un cierto orden. Dentro de una sociedad que desea lograr una comunidad justa y una vida segura es necesario el derecho ya que es el conjunto de normas o leyes jurídicas preestablecidas que regulan y nos rigen determinando nuestro comportamiento para alcanzar distintos fines. Para que estas normas sean respetadas es necesaria una autoridad que establezca un sistema y es ahí en donde el gobierno toma acción garantizando el cumplimiento de las leyes. Una de las características principales de este es la coacción y entre sus fuentes, están la Constitución Política, y las Leyes de la República.

Si no existiera el derecho dentro de nuestra sociedad, viviríamos en un caos social sin respetar a los que nos rodean o en otras palabras “traspasando los derechos del otro”. Según Rafael Inciarte Bracho el propósito del derecho no es más que lograr la convivencia social y que la ley sea respetada por igual.

Existen ciertas normas que no son precisamente obligatorias pero

siguen siendo derechos como las morales o religiosas que cada quien asume por decisión propia y dentro de ellas existen reglas que deben ser cumplidas. Cada individuo tiene distintos derechos y esto se debe a diferentes factores por ejemplo su religión o el lugar en donde vive, pero el respeto siempre debe estar presente dentro de estos. Así como existe el derecho que nos da la libertad de expresarnos y de defender cada uno sus propias ideas también existen obligaciones con las que todos tenemos que cumplir y al no seguirlas o quebrantar alguna ley hay consecuencias que nos pueden afectar.

Nosotros como individuos desde el momento en que nacemos tenemos uno de los derechos más importantes, el derecho a la vida. Y conforme vamos creciendo y experimentamos diferentes situaciones también hacemos uso de diferentes derechos como el derecho a la salud, al trabajo, a la educación, entre otros. El derecho tiene la finalidad de formar la conducta de manera positiva y es algo que todos debemos ejercer.

1.2 MORAL Y DERECHO

La palabra moral proviene del vocablo latino “mores” y significa costumbre. Fueron las primeras normas que conocieron los romanos, llamadas “mores maiorum”, o costumbres de los antepasados. También distinguieron el ius (derecho humano) del fas (derecho divino) pero no estaban totalmente diferenciados, ya que el fas le otorgaba el contenido al ius.

Como vemos, todo el sistema normativo, tiende a crear reglas de conducta para que la sociedad funcione armónicamente. Es que las reglas de conducta se crearon para eso, para que el hombre logre sus metas particulares, teniendo en cuenta el fin social de sus actos, o por lo menos, sin perjudicar a otros.

Desde que el niño nace se le va enseñando ciertas conductas como buenas o malas, valiosas o disvaliosas, y así las va internalizando, cotejándolas con lo que observa. Si su padre es un hombre trabajador, responsable, sin por eso dejar de preocuparse por su hijo, el niño aprenderá más de verlo que de escucharlo, que ser trabajador y responsable es bueno, y esa norma se incorporará a su conciencia moral. Si alguien le dice “hoy no vayas a la escuela” seguramente su conciencia se encargará de decirle: “Ve a la escuela, pues es malo no asistir a clases. Tu padre siempre va al trabajo, y te ha enseñado que es malo no cumplir tus deberes”.

Quien recibe una educación teórica y práctica valiosa, aprenderá normas morales, que se instalarán en su conciencia sin siquiera advertirlo, y ellas le indicarán “no robarás”, “no matarás”, “no discriminarás”, etcétera, pero puede suceder, que por influencias extrañas al núcleo familiar, o por mala conformación ética de sus propios progenitores, o por patologías individuales, el ser humano no logre configurar una adecuada conducta moral, y transgreda las normas que la mayoría de las personas consideran éticamente correctas. En algunos casos, su conciencia se lo reprochará, pues puede discernir entre el bien y el mal, en otros casos, no.

La religión cumple una función similar en la formación de la conciencia, pues la conciencia religiosa interactúa con la moral. Si le decimos a un individuo que robar es malo, pero le añadimos que si robamos Dios nos castigará, le agregamos a las normas morales un nuevo ingrediente, el temor o la obediencia a un Ser Supremo.

Pero a pesar de todo, puede ocurrir que el hombre no escuche ni los llamados de su conciencia ni los de su religión y viole dichas normas, poniendo en peligro a la sociedad, y ahí es donde interviene el derecho, que evidentemente se nutre de esas normas morales y religiosas, pues el legislador que crea las normas jurídicas es un ser hombre con conciencia moral, y en algunos casos religiosa. Esas normas jurídicas que integran el derecho son de aplicación compulsiva: no hay opción, hay que acatarlas, nos gusten o no, pues de lo contrario, seremos multados, inhabilitados o iremos a prisión.

Generalmente, moral y derecho coinciden. Así la moral nos dice que no debemos matar o robar, y el Código Penal sanciona con pena de prisión a quien mata o roba. Por esa causa, es común que las personas no conozcan el Código Penal, y sin embargo no lo violen, pues actúan de acuerdo a su bien formada conciencia (generalmente no se mata o no se roba, no por no ir a la cárcel, sino porque se siente que está mal, y son conductas éticamente reprobables) pero en otros casos, como la moral no es única y puede variar de un individuo a otro, surgen dilemas. Los casos que planteamos son indiscutibles, nadie puede creer que matar o robar no deberían ser conductas punibles, pero otra cosa sucede si nos adentramos en legislar sobre el aborto o el consumo de drogas, o el divorcio. Hay conciencias formadas por influencia de estrictas normas religiosas, que rechazan la despenalización de tales figuras como delictivas.

La moral evoluciona, pues como lo dice su etimología, se integra por costumbres. Por ejemplo, la admisión del divorcio en la mayoría de los códigos actuales fue un proceso lento de evolución moral, que fue de la mano del avance del liberalismo.

Cuando una ley es injusta o inmoral, indiscutiblemente, surge la discusión de si debe o no ser obedecida. La escuela del derecho positivo, sostiene que una ley es ley, independientemente de su contenido moral, mientras no se derogue, pues se crearía gran inseguridad jurídica si las personas pudieran cuestionar y no cumplir los mandatos del legislador. La escuela del Derecho Natural, sostiene que una ley injusta no es ley, y que este

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