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7 El Valor Del Agua


Enviado por   •  23 de Octubre de 2013  •  4.318 Palabras (18 Páginas)  •  222 Visitas

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NOTA DEL DIRECTOR

El valor del agua

El valor del agua para la vida

La formación del agua a lo largo de la historia cósmica es lo que posibilitó el desarrollo

de la vida1. Hoy sabemos que los elementos que forman la molécula de agua, H2O,

surgieron en distintas épocas de esa historia. El hidrógeno se formó bastante al comienzo,

después del big bang (15.000 millones de años atrás), con el helio y el tritio, pero el oxígeno

requirió mucho más tiempo. Fue en el corazón de las estrellas que tres núcleos de uno de

los elementos más livianos, el helio (He), se unieron para formar carbono, gracias a la ‘resonancia

nuclear’ de este último (sobre el astrofísico que descubrió la relación triple alpha,

Fred Hoyle, se puede ver el artículo de Simon Mitton, “Fred Hoyle: pioneer in nuclear

astrophysics”, en CERN Courier, julio 2005).

Después de la formación del carbono, y mediante la unión, también improbable, de

otro núcleo de helio, se formó el elemento oxígeno y posteriormente otros elementos más

pesados. Del corazón de las estrellas esos elementos fueron expulsados al espacio exterior

cuando esas estrellas devinieron ‘supernovas’, y así siguió la historia.

El planeta Tierra, que tiene alrededor de 4.600 millones de años, recibió esos elementos

(carbono, oxígeno, hierro, etc.) que se formaron en las calderas de ‘tres generaciones

de estrellas’, y el agua, combinación de oxígeno e hidrógeno, posibilitó la formación de

la vida hace unos 4.000 millones de años.

Una de las propiedades del agua es que ella se expande cuando se congela, lo cual

implica que el hielo flota por su menor densidad. Sin esta característica la vida no se podría

haber desarrollado. Otra propiedad surge de cómo dos átomos de hidrógeno se juntan con un

único átomo de oxígeno. Alrededor del núcleo positivo de oxígeno se encuentran dispuestos

seis electrones negativos. Estos electrones se sitúan en los cuatro vértices de un tetraedro, y

como lo describen las leyes de la mecánica cuántica, dos electrones pueden compartir y llenar

cualquier vértice. Entonces, cuatro de los seis electrones externos forman pares llenando

dos de los vértices, mientras que los otros dos llenan parcialmente los dos vértices restantes.

Los átomos de hidrógeno, cada uno de ellos con un solo electrón, pueden ahora unirse en dos

de los vértices parcialmente cubiertos. Esto significa que la unión de los dos átomos de hidrógeno

que se unen no se ubican en lados opuestos del átomo de oxígeno sino en el ángulo creado

por los dos vértices del tetraedro. Esta asimetría le proporciona al átomo de oxígeno un

flanco negativo relativamente expuesto mientras que los lados exteriores del átomo de hidrógeno,

relativamente desequilibrados eléctricamente debido a que los electrones negativos han

sido presionados hacia los vértices del átomo de oxígeno, son levemente positivos. Como

consecuencia, las moléculas de agua individuales, en el estado líquido, se atraen mutuamente,

los lados positivos del hidrógeno tienden a unirse contra los flancos negativos de oxígeno.

Este hecho electroestático hace del agua un poderoso solvente así como una sustancia

estable con una alta capacidad de calor y, por lo tanto, el agua es un gran regulador termostático,

ambas propiedades esenciales para el proceso bioquímico (este resumen lo hemos

extraído del escrito del astrofísico Owen Gingerich, “Is the Cosmos All There Is?”2).

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Rogelio T. Pontón

El valor económico del agua

El agua dulce, como cualquier bien, tiene valor económico. La escuela clásica de

economía (David Ricardo y otros), a principios del siglo XIX, sostenía una teoría del valor

‘trabajo’, es decir que el valor de cambio de los distintos bienes dependía de las horas de

trabajo que había demandado su producción. Por el contrario, para esos autores, la ‘utilidad’

no jugaba prácticamente ningún papel en la determinación del valor de los bienes. Se preguntaban:

¿por qué el diamante vale mucho más que el agua a pesar de que es menos útil?

Su error era que comparaban la utilidad ‘total’ del diamante con la utilidad ‘total’ del agua,

cuando lo que tendrían que haber comparado era la utilidad ‘marginal’ del diamante con la

utilidad ‘marginal’ del agua. Como hay mucha agua en relación a la cantidad de diamante,

es lógico que una unidad de agua valga mucho menos que una unidad de diamante. Y más

si estamos a orillas de un río caudaloso como es el Paraná, pero si estuviéramos en el desierto

de Sahara, probablemente un vaso de agua que calme nuestra sed y nos permita seguir

viviendo tendría mucho más valor que una unidad de diamante. El concepto de ‘utilidad

marginal’ fue rescatado por los autores Menger, Jevons y Walras alrededor

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