ALIMENTACIÓN EN NIÑOS
pabelino136 de Mayo de 2013
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Descubre los siete grupos en los que se dividen los alimentos y las cualidades de cada uno de ellos. Consigue que tu hijo se alimente de forma sana.
Para garantizar a tu familia, y sobre todo a tu pequeño, una alimentación correcta y equilibrada, resulta útil conocer los grupos alimenticios, es decir, la división de los alimentos, tomando como base sus propiedades y características intrínsecas y respetando los denominados "CDR" (niveles de Consumo Diario Recomendado). En la práctica, significa garantizar diariamente un aporte adecuado de los cinco elementos principales: vitaminas, sales minerales, proteínas, hidratos de carbono y grasas.
Variando la alimentación, es necesario escoger en cada comida un alimento que pertenezca a cada grupo y combinarlo con alimentos de los demás grupos.
No obstante, es preciso garantizar a tu hijo el mejor crecimiento posible, corregir los posibles hábitos equivocados y, en definitiva, aprender a comer mejor. Los siete grupos alimenticios son:
1.Carnes frescas y conservadas, productos de la pesca y huevos. Son los principales proveedores de proteínas de origen animal, que la mayoría de las veces no pueden ser producidas por nuestro organismo. También contienen grasas, vitaminas del grupo B y minerales (sobre todo, hierro). Los nutricionistas aconsejan dar preferencia a las denominadas carnes blancas (pollo, pavo, conejo) y al pescado, limitando el consumo de carnes grasas y embutidos.
2. Leche y sus derivados (yogur, queso) Los alimentos de este grupo también son ricos en proteínas animales, contienen calcio, fósforo, grasas y algunas vitaminas del grupo B. En este caso, también deben preferirse los lácteos menos grasos y los yogures que contienen fermentos lácteos vivos, que ejercen una función positiva para la regulación de la flora bacteriana intestinal. Para los niños de una edad comprendida entre los 12 y los 36 meses, se aconseja la leche de crecimiento.
3. Cereales y derivados (arroz, trigo, maíz, pan, pasta, etc.) Son ricos en azúcares complejos (proporcionan energía lentamente), vitaminas y fibras muy valiosas para el intestino. Lo más conveniente es dar preferencia a los productos menos refinados y más integrales.
4. Legumbres (judías, lentejas, guisantes, garbanzos, soja, etc.). Son ricos en hidratos de carbono complejos (almidón), proporcionan algunas vitaminas y sales minerales, pero sobre todo proteínas de origen vegetal que, si se combinan con las presentes en los cereales, adquieren un buen valor nutritivo.
5. Aceites y grasas (incluidas las "ocultas" en muchos alimentos, como la carne, el queso y el embutido). Son ricos, sobre todo, en lípidos y vitaminas. Es preciso intentar limitar el consumo de grasas para aderezar los alimentos (dado su elevado contenido calórico), dando preferencia a las de origen vegetal (aceite de semillas y, sobre todo, de oliva) respecto a los de origen animal (mantequilla, manteca, tocino).
6.Verduras y frutas que contienen vitamina A (de color amarillo-verde). Son ricas en vitaminas, sales minerales, fibra, azúcares y agua, y deberían consumirse variando al máximo su calidad.
7. Verduras y frutas que contienen vitamina C (de color rojo o naranja). Este grupo, al que también pertenecen las verduras como la coliflor, la col y el brécol, comprende alimentos que son los principales proveedores de vitamina C. Forman parte de este grupo, además de los cítricos, el tomate, el pimiento, las fresas, la piña, las frambuesas, las moras y el kiwi.
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