AMOR Ni dulce, Ni empalagoso

Ni dulce, Ni empalagoso

Amor, sentimiento intenso que un ser humano siente hacia otra persona que naturalmente nos atrae, la que nos completamente, alegra y llena de energía.

Son tan solo cuatro letras, una palabra, diversas definiciones todas válidas, pero ninguna exacta, que hace hombre y mujeres de todas las edades la buscan, anhelen y envidien sanamente como si se tratara del premio mayor en el juego de la tinka. Añoran a esa persona que se convertirá en su media naranja, una dulce pero no empalagosa, la que en cada abrazo acercándote a su pecho puedes escuchar como el latir de su corazón se acelera cuando estás muy cerca y te envuelve en sus brazos con suma delicadeza, apretándote firmemente hacia él y sientes que te transporte al cielo donde encuentras paz y tranquilidad deseando quedarte así por horas culminado con un beso en la frente que te hace sentir como una niña pequeña siendo mimada, que su mirada no refleje nada más que ternura y que sus besos te sepan a los manjares más dulces del mundo, a ese amor que nunca olvidas. Ese que marco tu vida con cada momento juntos.

El día y la noche existen, el cielo y el infierno, el negreo y el blanco, no hay uno sin el otro. También existen quienes le huyen al amor como si fuera un virus que nos haría agonizar terminando con nuestra existencia; porque así como lo bello existe el desamor también está presente provocando en ti la sensación de que tu vida ya no tiene sentido, que el sol ya no brilla y que todo está en tinieblas, y tratas de buscar respuestas ¿Qué fue lo que paso? ¿En que falle?.

El primer amor es imposible de olvidar, es la primera situación de descubrimiento, entre dos personas ingenuas que van conociendo juntos lo que todos llaman amor.

Muchos se preguntan ¿cómo saber si lo encontraste? A mis 20 años no podría decir que halle al amor de vida, a ese príncipe de cuento de hadas que toda chica enamoradiza busca, o el galán de las novelas románticas de la TV, por las que muchas suspiran.

Él no es un Romeo y no somos la pareja de enamorados del Titanic; pero lo que sí podría decir es que él es mi complemento, esa personita que no ve al sarcasmo como un insulto, que comprende mis cambios repentinos de humor, el que responde cada broma y jaloncito de orejas con una amplia sonrisa contagiante. Es el ser que con cada mirada tierna con esos ojos negros grandes que brillan como las estrellas en una noche fría que en lo único que piensas es en el calor de un abrazo estremecedor del ser amado, a aquellas madres que ven a sus hijos recién nacidos por primera vez, con una mezcla de amor, alegría e instinto protección.

Por todo lo vivido le puedo cantar ahora a toda voz “Y así te fui queriendo a diario sin una ley, sin un horario …”

LUCIA ROXANA CHAVEZ VERONICO

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