Aborto y violación

Es una grata coincidencia que aquellos que están a favor del aborto, nacieron y están presente en este recinto el día de hoy. Apuesto que ahora están sentados después de haber compartido sonrisas y una amigable conversación con sus amigos. Apuesto que hay muchos que su familia les espera en casa, o que no pueden ver la hora de salir para llamar a su pareja. Apuesto que hay otros que han amado, odiado, enfadado, reído, llorado, experimentado toda esa magnitud de emociones de las que nos caracterizamos los humanos, y es que el mundo le sobran humanos pero nos falta humanidad. Apuesto que muchos hemos amado, reído, llorado y esa oportunidad los que están de acuerdo con el aborto se la negaran a otro ser. Egoístas que son. Negándole a otra vida los placeres que obtenemos a medida que envejecemos.

Egoístas e hipócritas porque apuesto que sentados en el bando contrario están personas que sudan religión y el primer mandamiento de Dios es: no matar. ¡Ay, que todavía no tienen vida! ¿No tienen vida? La ciencia considera que el feto tiene vida desde su fecundación y si no fuera así ¿Por qué entonces el reconocido ex abortista, EX-abortista Bernard Nathanson quien ayudó a fundar la Asociación Nacional para la Derogación de las Leyes de Aborto en Estados Unidos y que mientras fue el director del Centro de Salud Sexual en el cual se llevó la mayor cantidad de abortos en el mundo realizó aproximadamente 60.000 abortos y después de observar este proceso atroz en tiempo real y ver las reacciones de ese ser que según no tiene vida decidió abandonar esas prácticas y unirse al activismo, a la defensa del aborto? Y no solo eso sino que además escribió dos libros en el que uno ellos cita que el aborto es: "el holocausto más atroz en la historia de Estados Unidos" y realizó una película llamada el grito silencioso donde se puede ver el sufrimiento de aquel ser.

Pero esto no es lo único que crítico, el Estado nos castiga por no cumplir las leyes pero hay leyes que amparan matar inocentes y eso si no lo castigan. Y es que en nuestro desarrollado mundo postmoderno la vida humana es atacada precisamente en sus fases más delicadas e inocentes y eso se considera bueno. Ya durante sus primeros y fundamentales días el homo sapiens es llamado por la ley ‘’pre embrión’’ para poder tratarlo como si fuera una cosa, algo que se puede donar, congelar en el frigorífico, seleccionar, usar para investigar y, al final, destruir y tirar. Después mientras se vive y se desarrolla en el útero de la madre, está amenazado de muerte amparada por el estado, incluso pagada y practicada por él. Millones de inocentes seres humanos son eliminados alevosamente extrayéndolos de su palacio mediante ese homicidio llamado aborto provocado, a veces a punto de nacer, o incluso durante el proceso del parto. Desde 1985 que se legalizó el aborto en muchos países, en España se ha llevado a cabo más de un millón de abortos ‘’legales’’ es decir, amparados por el Estado, con constantes incrementos anuales, especialmente entre mujeres y jóvenes. Cada año en España hay más de cien mil abortos, en Estados Unidos más de un millón seiscientos mil, y en todo el mundo no se sabe exactamente, pero se estima que se realizan entre 42 y 46 millones de abortos provocados anualmente. Cuando estaba en medio de la investigación y me encontré con este término ‘’No se sabe exactamente’’ no supe si llorar o reír. Tantas vidas son las que se quitan o tan poca importancia les resta que ni estadísticas concretas llevan sobre esto.

El aborto eugenésico, con el que se mata fetos tarados o enfermos para que no nazcan, cada vez más se va aceptando también como la buena llamada eutanasia precoz o neonatal, con la que se mata al niño recién nacido para que no viva enfermo. En Alemania cada año se deja morir a más de mil neonatos enfermos, en Holanda a más de trescientos, y en España

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