Acerca De Minerva

E

l libro del cual voy a hablarles, desde el principio me interesó de entre una colección de libros

nuevos que recién llegaban a la biblioteca de la prepa. Temas como termodinámica, radioactividad, biodiversidad en zonas abisales, etc., etc., ninguno de aquéllos me interesó tanto como

el titulado “Acerca de Minerva”.

¿Qué por qué lo escogí?

No lo sé con certeza, lo que sí, es que al leer la contraportada del mencionado ejemplar sabía que

tenía que leerlo por completo.

Es buen material para hacer una crítica constructiva. No se trata de un tema convencional, pero no

por ello menos atractivo. No sé trata del trabajo de algún célebre literario y ni siquiera conocido, al

menos por mí y por mi círculo de amigos. Simplemente es un noble libro de divulgación científica

con un, no menos noble objetivo: darnos a gente común y corriente, una idea de lo que es la ciencia.

♦ ¿Dónde y cuándo se cree que nació?

♦ ¿Cómo se ha transformado?

♦ Sus buenos y malos momentos a través del tiempo.

♦ De las personas que hacen y viven de la ciencia.

♦ De la importancia económica y social de los hombre de ciencia.

♦ Del caso concreto de la ciencia en México.

Estas cuestiones y otras del estilo son desarrolladas de un modo formidable por el científico y

catedrático Ruy Pérez Tamayo en “Acerca de Minerva”, proporcionándonos nuevas ideas y cambiando

otras que erróneamente teníamos del trabajo científico.

Sin más justificaciones, comenzaré a relatar aquello que me pareció trascendente:

Parece ser que la ciencia, tal y como ahora conoce, tuvo tres principales transformaciones;

llamémoslos “Puntos cumbres” que fueron sucediendo a lo largo de la historia.

El primero:

Se trata de las aportaciones de los filósofos griegos que datan de hace unos 25 siglos; estos señores

tuvieron la grandiosa idea de separar la fantasía de la realidad.

* Escuela Preparatoria de Celaya.

Universidad de Guanajuato.16 I Concurso "Leyendo la Ciencia 2003"

Suplemento Vol. 13 - 2003

Por poner un sencillo ejemplo: dioses gandallas que en sus ratos de ocio hacían eruptar volcanes y

retumbar los cielos para el tormento de los mortales; contra, lo que captaban fielmente los sentidos

sumado al trabajo de la razón. Muchos fueron castigados y desterrados por ello.

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