Angustia En La Infancia

La angustia en la infancia para algunos autores de habla inglesa

Claudia Castillo

La investigación que hemos realizado en el Módulo Referente/infancia desde el año pasado, se centra en la angustia en la clínica con niños y adolescentes. Creo que fue importante elegir este tema, sobre todo cuando la angustia tiende a desaparecer de muchas de las nuevas descripciones y clasificaciones, en especial en la clínica atinente a la infancia.

Hay dos autores que todo aquel que trata niños debería conocer: Melanie Klein y Donald Winnicott.

Melanie Klein afirma que la angustia fue el eje de su actuación técnica.

En principio, parece no apartarse de las formulaciones de Freud en cuanto a la angustia, pero rápidamente comienza a diferenciarse.

Hay dos teorías de la angustia en Freud: la primera considera a la angustia como producto de la libido reprimida (teoría económica), la segunda, señal que indica al yo la inminencia de un peligro (teoría dinámica).

La angustia surge cuando algo del orden traumático amenaza con aparecer.

Melanie Klein parte de esta segunda teoría, pero le otorga al concepto de situación ansiógena un lugar preeminente (tengamos en cuenta que en las nuevas clasificaciones casi no encontramos la palabra angustia, pero sí hay ansiedades de todo tipo).

Hay dos puntos clave de la teoría kleiniana de la angustia:

• 1- Su relación intrínseca con el instinto de muerte.

• 2- La relación entre la angustia y sus objetos.

Luego habrá angustia paranoide y angustia depresiva, relacionadas con el sentimiento de culpa.

En cuanto a los niños en particular, dice en el "Simposiun sobre análisis infantil (1927): ".(....)todos los que trabajamos en el análisis de niños, estamos de acuerdo con que los niños no pueden asociar , y no asocian de la misma manera de los adultos.(.....)no porque les falte capacidad de poner sus pensamientos en palabras sino porque la angustia se resiste a las asociaciones verbales." Recordemos sobre este punto el capítulo 9 del libro de G.García: El psicoanálisis y los debates culturales (Paidós, 2005).

Allí él toma a Melanie Klein en este mismo artículo, para subrayar que ella no considera terminado ningún análisis de niños, "ni siquiera el de niños muy pequeños, a menos de lograr finalmente que se exprese con palabras, hasta el grado de que es capaz el niño, y así vincularlo con la realidad"

Entre otros puntos que pueden extraerse de estas consideraciones, Germán García deduce, de los escritos de M. Klein que "El juego es un medio para evitar la angustia ligada a la palabra y posibilitar la interpretación, pero el fin es el acceso a la palabra"

En su escrito "Situaciones infantiles de angustia reflejadas en una obra de arte y en el impulso creador"(1929)ella discute con Freud respecto de la angustia en varones y niñas encontrando una angustia más temprana que la angustia de castración en los primeros y la angustia por la pérdida del objeto para mujeres. La unión de los padres (pene del padre dentro del cuerpo de la madre) representa una situación de intenso peligro para ambos sexos.

Es parte de la "réplica" de M. Klein a Freud ya que si en Freud el pene aparece como elemento de reunión con la madre. En la psicoanalista inglesa ataca y destruye a la madre, y después de cierto progreso, llega a reparar ese daño por la satisfacción y la donación del hijo.

Por otra parte, en Freud la envidia se relaciona con el pene y en Melanie Klein se relaciona con el pecho.

Otra vuelta en la investigación es analizar las conexiones entre envidia, pulsión de muerte y angustia.

En cuanto a Donald Winnicott quién nació en Inglaterra, en 1896, que comenzó sus estudios de Medicina en Cambridge, analizante de Dr. James Strachey, se dedicó a la pediatría pero desde 1927 comenzó su formación psicoanalítica. El tratamiento de niños, psíquicamente perturbados, y de sus madres le brindó una basta experiencia clínico-teórica, con la que después construiría sus teorías. Mucha de esa experiencia está volcada en un libro muy famoso re-editado varias veces llamado: Escritos de pediatría y psicoanálisis. Muchos de sus escritos referidos a la angustia integran dicho volumen. Hay diferencias significativas en sus desarrollos de los primeros años( alrededor de 1931) y los de los años cincuenta.

En un texto de 1931 llamado "Nota sobre la normalidad y la angustia" Winnicott describe muy detalladamente las consultas que le hacen distintos padres por sus hijos, a raíz de enfermedades cuya causa es aparentemente física pero que al ser analizadas, se deben a lo que él llama trastornos psíquicos, cuya causa es la angustia.

Dice ya en los primeros renglones de su trabajo: "Un médico que entienda algo de psicología adivinará la causa oculta de la enfermedad y tomará las medidas pertinentes para aliviarla".

Da muchos ejemplos, desde la pequeña Joan, de dos años y cinco meses que deja de comer a raíz del nacimiento de su hermano, pasando por Verónica que cambió su carácter pasando a ser una niña nerviosa y angustiada desde que su madre fue hospitalizada, hasta Rosina de trece años que padece todo tipo de síntomas, agitación, desmayos, dolores en las piernas, dolores de cabeza etc.

A pesar de la variedad de los síntomas, Winnicott considera que la angustia es la causa última de varios de los casos y dicha angustia no se corresponde con un trauma real sino que está en juego la fantasía del niño.

También se trata para este autor, la capacidad del niño para tolerar la angustia.

Los distintos trastornos físicos de distintos órganos, garganta, oídos, ojos etc, están relacionados con la angustia y esta con el sentimiento de culpabilidad.

Pese a la pertinencia clínica de los diversos ejemplos podemos decir que Winnicott "muestra" la angustia en la infancia, pero en estos primeros escritos no la define.

En el mismo libro, encontramos otros trabajos posteriores donde su posición es más definida pero mucho más alejada de la teoría freudiana.

En un escrito leído ante la Sociedad Psicoanalítica Británica, en 1952, llamado "La angustia asociada con la inseguridad", él afirma: " Me parece que existe la urgente necesidad de que insistamos en el análisis

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