La Infancia

PROTAGONISMO INFANTIL

Y NUEVA INFANCIA

CIPRODENI, AGOSTO de 1996

Revista Lo Derecho y lo Torcido

UN VISTAZO A LA HISTORIA DE LA ORGANIZACION INFANTIL

(Tomado de Elementos para una reflexión sobre Protagonismo Infantil, Alejandro Cussiánovich, y de la entrevista realizada en CEIPA, mayo de 1995 a Alejandro Cussidnovich.)

La Historia nos muestra que a partir de siglo XVJJJ y XIX comenzó a formarse en Occidente el moderno concepto de Infancia, como una etapa distinguible de la edad adulta, frágil, inmadura, necesitada de protección y tutela.

A partir de allí, con el fin de proteger a niños y niñas del mundo, se les confinó a la seguridad y privacidad del hogar y la familia.

El mundo de los niños fue entonces la casa, la escuela y el inocente trabajo agrícola o artesanal que la familia completa realizaba. Este tipo de trabajo infantil (en la agricultura y artesanía) nunca fue un escándalo pues se realizaba dentro del mundo protegido de la familia, cercano al padre, la madre o el maestro.

Fue solo con la Revolución Industrial que echó mano de la fuerza laboral infantil alejándola de aquel mundo seguro, que el trabajo infantil adquirió visos de explotación. Los niños morían en accidentes de trabajo, adquirían enfermedades laborales, quedaban fuera de las posibilidades de educación y participación en aspectos culturales.

Estos hechos motivaron el surgimiento de Movimientos que partiendo de su sensibilidad intelectual emitieron leyes que prohibían o reglamentaban duramente el trabajo infantil.

Los empresarios capitalistas se opusieron a toda esa reglamentación pues ellos usufructuaban la mano de obra dócil, barata, sin costos sociales de los niños.

Pero como la realidad no cambia por decreto, los Niños seguían trabajando. Y fue por esa realidad que Niños y Niñas comenzaron a organizarse a principios del presente siglo.

Existe documentación de cómo niños y adolescentes trabajadores de la calle en New York y Chicago obtuvieron reivindicaciones salariales a través de la organización.

Pero no fue hasta hace unos pocos años que se ha visto en América latina el inicio de un movimiento de Organización de los niños y adolescentes trabajadores que ha obtenido ya grandes conquistas en el ámbito económico y muchas en el campo de la conceptualización de su condición, su trabajo, la necesidad de eliminar la explotación y de reivindicar su derecho y dignidad como productores.

El objetivo de los movimientos de niños y adolescentes trabajadores no es solamente la reivindicación salarial, aunque es un elemento importante, sino es fundamentalmente el aprendizaje, el tener un criterio propio, el desarrollo de una presencia, el ser tomados en cuenta, tener un valor en el contexto social.

Esto también es un asunto de autoestima pues nadie le gusta decir que tiene que estar limpiando carros o que es empleada doméstica porque en el medio ambiente es un trabajo subestimado, discriminado. Pero cuando alguien defuera lo valora, entonces uno dice, -Es lo que yo siempre pensaba-. Siempre creí que tenía valor pero ya no me atrevía ni a pensarlo porque no era evidente en el contexto social.

La Organización infantil busca finalmente promover una lectura distinta del trabajo infantil y la búsqueda de soluciones para los problemas sociales que lo rodean y lo hacen estar en condiciones difíciles; una nueva lectura de las relaciones adultos, niños y del mundo.

EL PROTAGONISMO INFANTIL Y NUEVA INFANCIA

Por Manfred Liebel.

Ser niño o niña protagonista es comprenderse como sujeto social y sentirse capaz de participar y transformar la realidad. Implica que el niño tiene una auto visión de ser humano que puede opinar que tiene conocimiento y consciencia de sus derechos y que tiene suficiente autoestima para articularse. El niño protagonista ya no se siente solamente como objeto de medidas y decisiones de los adultos y autoridades, sino toma iniciativa, busca la colaboración de otros niños, tiene una interpretación de su vida y de su futuro.

¿QUÉ ES EL PROTAGONISMO INFANTIL ORGANIZADO?

El Protagonismo Infantil ya se manifiesta espontáneamente en la vida diaria de muchos niños, por ejemplo en los grupos informales de los barrios, o en grupos de niños que se ayudan mutuamente para protegerse de riesgos o lograr sobrevivir.

Hay que insistir que Organización Infantil significa Organización de los niños y no organización para o en favor de los niños. Es decir; cuando nosotros intervenimos en el proceso organizativo de los niños por ejemplo para promover estos valores, tenemos que abrir espacios y ofrecer posibilidades para que los niños se descubran y articulen como sujetos capaces, con intereses comunes. Una base de sus intereses comunes es: Comprenderse como niños, como integrantes de un grupo de edad, que tienen derechos de ser reconocidos y respetados como seres humanos.

Ellos además de ser niños, tienen características especificas que les motivan a agruparse y lograr algo; que hacen más específicos sus intereses y más concretas sus expectativas y proyecciones. Se agrupan como alumnos de un colegio, habitantes de un barrio, hijos de padres cristianos o como niños que viven y sobreviven en un mercado o ya más específicamente como niños trabajadores.

Pero no son las características en si que dan a la organización infantil un perfil especifico sino la conciencia sobre estas característica, su valoración como algo importante en la propia vida.

Tomemos el ejemplo de los niños trabajadores. Cuando empiezan a organizarse no lo hacen solamente porque trabajan, sino porque le dan importancia a su trabajo, porque tienen una conciencia sobre su trabajo como algo esencial en su vida.

PROTAGONISMO INFANTIL Y NUEVA INFANCIA

Hasta hoy no hay un concepto de consenso de lo que significa el Protagonismo Infantil, pero es evidente que sólo podemos hablar del Protagonismo Infantil si lo relacionamos con antiguos y nuevos conceptos de la infancia.

Si hablamos del Protagonismo Infantil llevamos una visión contra el concepto de una infancia domesticada y privatizada, obediente y excluida, y en favor de un nuevo concepto que comprende el niño y la niña como sujeto social, que tiene la capacidad de participar y transformar la realidad.

Pero cada sociedad o cultura tiene un cierto concepto de la infancia o juventud y este determina la manera en que se trata o valoro a los llamados niños, adolescentes o jóvenes.

En las culturas pre -colombinas, los niños realizaron trabajo que fueron relacionados con el desarrollo de sus capacidades físicas y psíquicas. Los niños no fueron menos valorizados y respetados que los “adultos

Hasta hoy se mantiene en otras culturas dominó una visión del niño que comparte las responsabilidades y los trabajos necesarios con los adultos. El modelo de una infancia separada del trabajo y del mundo adulto domina como ideología oficial en las sociedades contemporáneas, pero en los grupos sociales más pobres nunca ganó popularidad.

No podemos negar o esconder que la gran mayoría de los niños hoy están sometidos a la explotación y el abuso y tienen que trabajar en condiciones inadecuadas a su edad y su dignidad como ser humano. Solamente hay que llamar la atención al hecho de que siempre había elementos en la vida cotidiana de los pueblos, que facilitaron la participación de los niños.

Si la participación es el elemento esencial del Protagonismo, hay que referirse al mismo tiempo a la categoría del sujeto social. En este sentido participación no solo significa asumir responsabilidades, sino hacer todo eso en base de una decisión propia (es decir en libertad) y en condiciones que permiten desarrollar una vida digna y autodeterminada.

El Protagonismo infantil, tiene raíces objetivas en el sentido de que se combinan elementos antropológicos con elementos socio-históricos que favorecen nuevas tendencias en la vida y las manifestaciones de los niños como grupo social.

ELEMENTOS BÁSICOS DEL PROTAGONISMO INFANTIL

El primero es de carácter antropológico. El niño es descubridor del mundo desde su nacimiento. Se proyecta como investigador y artista en el genuino sentido de la palabra: investiga, interpreta y le da forma a su realidad inmediata.

Pero las cualidades que posee como niño pequeño, se valoran por lo general como expresiones de inmadurez, que deben superarse. El niño se ve expuesto a un proceso continuo de negación de su subjetividad, en el cual su creatividad se va extinguiendo.

Cuando finalmente se somete incondicionalmente a las pretensiones de poder y a la concepción del mundo de los adultos, se le confiere, al parecer la potestad de ser un ser humano válido.

Esas cualidades de sujeto no desaparecen del todo, vuelven a abrirse paso, bajo diversas formas de expresión, estimuladas por experiencias sociales.

Así resulta el segundo elemento básico del Protagonismo Infantil. Espontáneamente los niños responden a la exclusión y negación de su subjetividad y dignidad asociándose con otros niños. La aglomeración de niños en instituciones especializadas con el fin de educarlos, por ejemplo la escuela, ya promueve procesos de identificación como

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