Antes de comenzar el análisis, me gustaría –a modo de recordatorio- citar algunas reglas interpretativas que no debemos olvidar si queremos encontrar el meollo del mensaje teológico y espiritual del texto marcano.
omarpak19920423Apuntes19 de Abril de 2016
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TEMA IV
EXÉGESIS Y HERMENÉUTICA
La curación de un paralítico en Cafarnaún (Mc 2,1-12)
Antes de comenzar el análisis, me gustaría –a modo de recordatorio- citar algunas reglas interpretativas que no debemos olvidar si queremos encontrar el meollo del mensaje teológico y espiritual del texto marcano.
1.- Contextualización histórica del relato. Es decir, las circunstancias sociales, políticas, religiosas de los destinatarios originales del texto.
2.- Ubicación del texto en la estructura literaria y teológica de la obra marcana.
3.- Análisis literario, semántico y teológico del texto; atendiendo a su género literario, a su simbología y al significado de algunos vocablos que son claves para la recta interpretación del relato, entresacaremos el mensaje teológico de Marcos.
4. Actualización del mensaje en el contexto histórico de los destinatarios actuales del texto, es decir, ustedes y yo.
<< Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra. Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados.» Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: « ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate, toma tu camilla y anda?” Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -: “A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”»
Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.» >>.
1. Contexto histórico:
Marcos escribe para la comunidad de Roma que se encuentra en una situación desesperada de persecución y martirio. Los jóvenes catecúmenos necesitan urgentemente un mensaje que les haga descubrir que en Jesús se encuentra la salvación y que por ello, precisamente porque sus vidas corren peligro, deben adherirse a Él con todas sus fuerzas (fe), tal como hace el náufrago que se aferra al tronco que puede salvarle la vida en un naufragio.
El miedo les paraliza, están a punto de recular, de echar los pasos atrás porque la perspectiva de la muerte les resulta aterradora. Entonces, el último redactor del evangelio escribe esta portentosa obra que en entregas semanales es enviada –posiblemente desde Alejandría de Egipto- a la aterrada comunidad romana que no sabe cómo responder a esta situación.
2. Ubicación literaria y teológica del texto en el evangelio de Marcos:
Se encuentra insertado en la sección llamada “Ministerio de Jesús en Galilea”, en donde Jesús hace el anuncio programático –es decir anuncia de forma sintética, en un solo versículo, (Mc 1,15)- de lo que será su obra y predicación: << El tiempo se ha cumplido (no hay más nada que esperar del futuro), el reino de Dios se ha hecho cercano, conviértanse (cambien de mentalidad) y crean (adhiéranse existencialmente) a la Buena Nueva (Evangelio) >>
Posteriormente llama a los 4 primeros discípulos (relato que es emblemático de toda vocación discipular), empieza su enseñanza en la sinagoga, precisamente en sábado y comienza a mostrar mediante signos la eficacia poderosa de su palabra.
Así, Jesús cura al hombre de la mano seca (signo de la liberación del poder religioso alienante que está dejando sin vida al pueblo de Israel), a la suegra de Simón/Pedro que está poseída por la ideología de la violencia (simbolizada por la fiebre alta), cura a un leproso (liberación de la ideología violenta en su matiz de exclusión social por parte de la sociedad religiosa y secular) y entonces viene el texto objeto de nuestro estudio.
Estamos entonces en un contexto de actividad liberadora del ámbito religioso opresor de las autoridades judías, que se expresa mediante signos poderosos que van llevando al lector a descubrir poco a poco los contenidos específicos de la identidad mesiánica de Jesús al mismo tiempo que revela las dimensiones de esclavitud en las que viven inmersas los hombres.
3. Análisis literario, semántico y teológico del texto:
1 Entró de nuevo en Cafarnaún y al poco tiempo corrió la voz de que estaba en casa…
Normalmente, cuando Marcos utiliza un verbo (entró, salió, etc.) éste tiene valencia simbólica y no simplemente refleja un movimiento físico de Jesús. Así, el “entrar” hace alusión a su irrupción en una realidad existencial. Esto se explica mejor y se justifica si atendemos al simbolismo del nombre “Cafarnaún”, que significa “aldea del consuelo” y al de la imagen de la “casa” que en Marcos es símbolo de la Iglesia/institución.
El consuelo es un tema bíblico/profético muy querido en la tradición teológica de Israel. Para los tiempos mesiánicos se esperaba precisamente que Yahvé consolara definitivamente a su pueblo, es el consuelo que exige el fracaso en la fidelidad de la alianza y por lo tanto, el consuelo que urge al pecador.
Pero el “consuelo” de Dios no es un simple “ya pasará, no te preocupes, aguanta, mira que yo te quiero mucho acompañado de una palmadita en el hombro”. El consuelo de Yahvé es su acción definitiva que cancelará la deuda del pecado y logrará en el hombre la liberación definitiva de todas las idolatrías.
Es decir, todo lugar donde “entra” Jesús se convierte en “Cafarnaún”, en aldea del consuelo, en cancelación de los pecados y liberación de los ídolos (y por lo tanto en inicio de una nueva historia de relación con Dios basada en la fidelidad a la nueva alianza que en Cristo nos es dada)
Y Jesús “entra” en “casa”. Se sobreentiende que es en su casa, porque históricamente sabemos que en efecto, Jesús poseía una casa en Cafarnaún que era el centro de operaciones del movimiento de Jesús en Galilea, y por otra parte, Marcos se ha cuidado muy bien de precisar que Jesús acaba de “salir” de la casa de Pedro.
Sin embargo, Marcos utiliza este hecho histórico para presentarnos su teología mediante el simbolismo de “la casa de Jesús” como imagen de la Iglesia. La “casa” es efectivamente de Jesús, la Iglesia es su ámbito natural, es el ámbito de su familia (otro sema de la palabra casa en la mentalidad judía).
2 Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra.
Pues bien, esa casa está rodeada por una multitud anhelante de escuchar la palabra que Jesús enseña en ella. Son tantos que ya no caben en la casa. Pareciera que Marcos nos quiere decir que aquellos que han sido liberados de la opresión religiosa en la sinagoga y los que han sido liberados de diversas ideologías igualmente opresoras ahora se congregan en la “casa de Jesús”.
Sin embargo, Marcos presenta un matiz de negatividad al decirnos que “ni siquiera ante la puerta había ya sitio para ellos”. Esto refleja una situación histórica que vivía la comunidad destinataria del evangelio de Marcos. Ciertamente que la Iglesia tenía la tentación permanente de “cerrar” sus puertas a las multitudes de paganos y judíos conversos que buscaban el sentido de sus vidas en la predicación eclesial. La Iglesia se sentía rebasada por completo, y es que era una comunidad de gente pobre, la mayoría ignorante, sin una estructura capaz de soportar los procesos que la palabra desataba en aquellas multitudes hambrientas de la palabra… ¡no hay lugar para nadie más!
Parece una situación desesperada y Marcos suscita la pregunta del lector ¿Cómo harán aquellos que ya no encuentran lugar en la Iglesia para entrar en contacto con Jesús? Se crea así un clima de expectativa en el lector.
3-4 Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico
Entonces Marcos introduce un recurso literario que podríamos llamar “desdoblamiento de la figura de la casa/Iglesia” y nos presenta a la misma Iglesia situada “afuera de la casa”, en forma de “cuatro que traen a un paralítico”.
Son dos dimensiones de la misma y única Iglesia de Cristo: Institución estable (casa) e Iglesia en misión, en salida de sí misma para ir al encuentro de los paralíticos de la historia y traerlos ante Jesús. La institución es necesaria como mediación visible del resucitado en el mundo (es la casa de Jesús), pero si se queda estancada en una mentalidad de miras cortas en la que cree que basta su carácter institucional para alimentar a las multitudes de hambrientos que buscan saciarse con la palabra del Maestro, se convierte en una alternativa falaz para el mundo que se quedará lejos del encuentro con el Mesías.
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