Anti Discriminacio

(ANTI) DISCRIMINACION.

Ninguna ley evitará la discriminación. Las leyes nada evitan, simplemente reglamentan la costumbre de los hombres. Algunas pretenden crear una costumbre pero sus resultados son mediocres. Los inocentes piensan que dictando una ley anti discriminatoria ésta se va a terminar. Ni aún sancionándola severamente se va a terminar. El homicidio lo sanciona la ley con dureza, puede llegar a presidio perpetuo pero los homicidios no terminan. Con el delito de violación ocurre otro tanto. Sus penas no guardan relación con la ofensa provocada porque es más severa que para el homicidio. Y sin embargo se sigue cometiendo. De manera que la severidad de la ley no guarda relación con la frecuencia del hecho punible que regula. Aunque la violación de una menor con resultado de muerte está sancionada con la pena capital en varios países, ella no ha terminado, de manera que una ley antidiscriminación tiene más efecto farandulero que eficaz.

El Banco del que soy cliente hace más de 50 años me negó un préstamo de mucha necesidad para mí, aduciendo que por mi edad no tengo derecho a seguro de desgravamen. Aun cuando se trata de un crédto hipotecario en que quien responde es el bien raíz que se deja en garantía: No ha lugar. Espero que el proyecto enviado al Congreso contemple este tipo de discriminación en contra de los viejos. Para algunas sociedades la ancianidad es digna de respeto, admiración y ayuda. Para los dueños de los Bancos son un lastre. Los jóvenes menores de cierta edad no pueden ingresar a un cine en que se muestran películas inconvenientes para ellos, no solamente desde el punto de vista sexual sino, esencialmente, moral. Es una discriminación. Esos mismos pueden conducir vehículos con mucha destreza pero no tienen derecho a recibir un carné que lo autoriza conducir. Es discriminación. Un joven con una cultura excepcional que no ha rendido el Cuarto medio no puede ingresar a la Universidad, aunque sea un genio. Es discriminación. Un profesor probadamente excelente, que domina al revés y al derecho una materia no podrá hacer clases en la Universidad si no tiene un doctorado u otro título académico relevante. Por eso vuelvo a lo primero: la discriminación continuará existiendo con cien leyes que la combatan o con ninguna.

Hoy, nuestra excelentísima Corte Suprema deberá cambiar su nombre y llamarse, por ejemplo Tribunal de Casación, toda vez que ya no es “suprema” porque un tribunal internacional le puede enmendar la plana como ha ocurrida ya varias veces. En el crimen llamado de “La calchona” la justicia chilena fue humillada, cuestión que ha vuelto a repetirse con el caso de la jueza señora Atala a quien se le deberá dar disculpas públicas y pagarle una indemnización por haberse estimado que fue discriminada por su condición de homosexual en la sentencia que la privó de la crianza de sus hijas. En la oportunidad, la Suprema estimó que las niñas quedaban mejor al cuidado y educación de su padre y no de una pareja de mujeres homosexuales que las dejaba en peligro de sufrir una desviación. Pero, aun sin conocer el fallo en su completa edición, es preciso dejar en claro que la Suprema de Chile atendió al interés superior de las niñas, estimando, como la mayoría, que tendrían un buen ejemplo de vida con su padre antes que con la pareja homosexual. No fue una discriminación por tal orientación puesto que han publicitado repetidamente que se aman y por ello viven juntas y, sin embargo, nadie ha hecho cuestión de ello aunque en el fuero interno se repudie esa conducta. Con ley o sin ley, la discriminación es algo natural. Y no olvide consumir productos chilenos para recuperar nuestra industria. Abogado.

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