Antropocentrismo y Medio Ambiente en la Arquitectura

Antropocentrismo y Medio Ambiente en la Arquitectura

Desde los inicios de la historia se ha observado en el hombre, un sentido de supervivencia, el cual ha proporcionado mejoras en su vida constantemente. En tiempos remotos ya se apreciaba la búsqueda de su propio bienestar, desde proveerse de alimentos hasta encontrar un lugar donde habitar. La arquitectura para muchos se ha convertido en únicamente la construcción de casas, sin pensar en los factores ambientales como aspecto importante en un proyecto arquitectónico.

El ser humano desde el principio de los tiempos ha contemplado la belleza de la naturaleza, logrando crear la existencia de dioses, los cuales creían que poseían poderes para el beneficio humano, sin embargo, con el pasar del tiempo este pensamiento fue cambiando y fue revolucionando a tal manera de saber cómo utilizar y trabajar la naturaleza, por ejemplo: la creación de madera, la utilización piedras y la creación de viviendas de paja. La arquitectura en la actualidad, ha seguido un proceso de cambio, como anteriormente se ha expuesto, con el objetivo de lograr un avance, con nuevas tecnologías, o nuevas formas de estructuras que presentan exclusividad, modernismo, singularidad, etc; Pero ello ha provocado que se produzca una inconsciencia social y un dominio total sobre el hábitat. Esto tiene que ver con el pensamiento llamado: antropocentrismo (“Doctrina o teoría que supone que el hombre es el centro de todas las cosas, el fin absoluto de la naturaleza y punto de referencia de todas las cosas”^[1]), siendo este un pensamiento actualmente muy frecuente.

Pocos arquitectos, hacen ver que no es del todo cierto este pensamiento y uno de ellos es el arquitecto y filósofo Juhani Pallasma, que hace reflexión a esta idea de ver una realidad, desde todos los ámbitos en que la pueden afectar.

 En 1979 en una entrevista llamada Economía y Ecología, exponían la preocupación que tenían bastantes personas, acerca que el problema no es tomado de la raíz: una actitud esencialmente filosófica, se basa en lo anterior, en que ya no se piensa en un medio, como una combinación o un beneficio para y con la arquitectura. Ante esta gravedad resaltaron estas conclusiones: “La necesidad de mantener, proteger y potenciar todos esos saberes que, como el filosófico, hoy no están suficientemente presentes, volcados como estamos hacia un crecimiento extrínseco y sin medida. La sospecha de la Modernidad antropocéntrica y sus excesos aún no han finalizado, pese a las numerosas críticas que se han alzado contra ellos”^[2].

 Esto habla de que el en futuro, si no se logra la creación de una conciencia ambiental, este problema seguirá creciendo, con llevando al planeta de una manera deplorable e inimaginable, donde habitar será imposible.

 El filósofo Martin Heidegger habla sobre la separación del construir y el habitar, estos términos son muy distintos pero se entrelazan en el uno con el otro, no todo lo construido debe ser habitable, un ejemplo de ello es un aeropuerto, se permanece temporalmente en él, pero no es un lugar apto para considerarse como hogar. Este filósofo expuso sobre las construcciones masivas de viviendas, las cuales no son pensadas con un objetivo de bienestar en principios antropométricos y ergonómicos, o la armonía que un arquitecto quiere dar a la persona.

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