Análisis crítico del artículo Universidades privadas: ganancias y acreditación de Iván Molina Jiménez
anitaurbinaEnsayo18 de Agosto de 2015
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Economía y Educación
Prof.: Carlos Castro
“Análisis crítico del artículo Universidades privadas: ganancias y acreditación de Iván Molina Jiménez”
Por Ana Urbina Zeledón
"También llaman universidades a ciertos pueblos que entre sí tienen unión y amistad" Sebastián de Covarrubias Orozco (1539-1613)
No terminan de sorprenderme los datos proporcionados por don Iván sobre las utilidades que obtienen las Universidades Privadas costarricenses. Desde mi punto de vista, el problema no radica únicamente en las ganancias desproporcionadas de tales universidades, sino en el paupérrimo compromiso ético, social y moral que caracteriza a algunas de ellas.
Dicen por ahí que la educación es un derecho y creo que conservadores o liberales coincidirían en admitir que además de ser un derecho humano no se adquiere a través de un intercambio monetario, porque de ser así, sería entonces un derecho totalmente frívolo y cuestionable. Por eso, me atrevo en este pequeño análisis agregar a lo dicho por el señor Molina, que además de la falta de compromiso de estas universidades privadas, también se agrega la falta de vinculación a los compromisos de acción social e investigación que requiere Costa Rica.
Así, me permito externar, muy subjetivamente, que las acciones financieras de estas universidades se asemejan en mi mente a la imagen de las hienas en el continente africano; estos animales por naturaleza carroñeros, destrozan y se sirven de la víctima y, una vez saciada su hambre salvaje, dejan tirado el pelaje porque no les sirve. Quizás el ejemplo sea un tanto grotesco, pero considero que la misma palabra “Universidad” encierra en sí un sentido distinto al que algunas “U” privadas confieren.
Empezaría entonces por reflexionar el origen etimológico de la palabra Universidad que deriva del latín “Universitas” y que en principio hacía mención no exactamente a un centro de estudios, sino a una agremiación o asociación que protegía intereses de personas dedicadas al oficio del saber. Por supuesto, entendida la Universidad como generadora del saber, como “Alma Mater”, en el sentido de engendrar y transformar al hombre por acción de la ciencia y el saber.
Sin embargo, según posición que adopta don Iván en el artículo, y sin temor de hacer una interpretación errónea o superficial, los datos –que conste conservadores- no pueden dejar a la libre imaginación del lector, la intencionalidad de hacer inferir que las Universidades Privadas cuestionadas, sólo pretenden engrosar más y más sus cuentas bancarias, aún más, no satisfecha “su hambre salvaje” de acumulación, se niegan y hasta tienen la desfachatez de cuestionar la labor de SINAES como responsable de acreditar la labor de las casas de estudios superiores.
¡Y todavía me preguntaba si la comparación con las hienas era extralimitada! Volviendo al tema, y sin permitirme tanto sentimentalismo, debo admitir que como profesional me ha tocado vivir en “carne propia” otro de los aspectos mencionados por el articulista, y lo fue, cuando, con mi título debajo del brazo y con toda la ilusión de quien desea ser retribuido por varios años de estudio y trabajo académico, sueña con tener un trabajo bien remunerado como docente universitario.
Pero ¡qué gran sorpresa! pero sobre todo ¡qué gran desilusión! encontrarse con salarios indignos y condiciones incluso ilegales, laboralmente hablando, que ofrecieron algunos recintos. Y no se piense que universidades jóvenes que en un afán austero por levantar el negocio, ofrecen salarios de broma de mal gusto. Y para agregar, lamentable que muchos patronos o dueños
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