Arte Como Institución

El arte como institución

En épocas actuales cuando hablamos de un objeto del arte podemos crear una relación entre dicho objeto y una previa aceptación por una institución especializada. Es aquí donde empezamos a cuestionar ¿El arte posee valoración solo cuando una esfera social lo designa? A través de esto se crea una problemática, núcleo de una de batiente en la que se contrapone la ideología cultural con la política.

El arte a lo largo del tiempo se ha presentado como una expresión y experiencia individualista, tanto en el creador como en el receptor, al crearse las instituciones tomaron esto y lo traspasaron a un ambiente propicio (museos, galerías, etc.) que fuesen capas de intensificar la experiencia idílica del objeto artístico, a su vez que empezaron a fabricar cánones para el análisis y valoración estética creando un margen limitado para la exposición de la obras.

De esta forma el arte se fue mezclando en márgenes político que en la mayoría de los casos resultan de difícil acceso, creando así la idea del arte como una actividad elitista, todo movido a través de lo que se considera como autoridad artística. Aquí nos damos cuenta del culto que posee la sociedad hacia las personalidades, las cuales son necesarias para regir las instituciones.

Hoy en día la preparación formal también es fundamental para aquellos que se consideran artistas, para la institución de la crítica una obra sin un origen licenciado no tendría demasiada relevancia ¿Las reglas y los parámetros del arte van en aumento, mientras que la libertad creativa se va mitigando?

El punto de vista puede variar entre el sujeto-la institución-el producto-el crítico y el receptor. En lo personal yo considero que aun dentro de la institución el arte es capaz de poseer autonomía y más aún en la época contemporánea.

Podemos ver esto, al darnos cuenta de que la experiencia de disfrutar una obra ya no solo se considera como el deseo de una sensación individual en busca de una compensación personal, sino que la obras han revolucionado a un carácter más general y social, en las que la política social así como la cotidianidad ahora también son parte del entorno artístico.

Así pues ¿La institución es necesaria para el artista? En una opinión personal no, la institución es más una herramienta de consultoría que un margen obligatorio del cual el artista debe formar parte.

Atrevas del tiempo las visiones cambian, incluso hoy en día el simple significado de la estética se ha visto alterado, la estética ya no es solo lo bello, y el arte, las instituciones y los artistas seguirán cambiando época tras época.

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