COMO SE DA LA TASA DE INTERÉS Y CONSUMO PRIVADO.

TASA DE INTERÉS Y CONSUMO PRIVADO.

Problematización.

En este texto se presenta la construcción del problema de investigación. El análisis comienza en la definición del consumo como parte de la función de producción y el crédito como un medio de sostenimiento de éste. Tomando como puntos claves el consumo privado y las tasas de interés en México.

Actualmente, en las economías la forma de medir del desarrollo y la generación de riqueza es a través del Producto Interno Bruto. Dicho dato determina en cierto grado el crecimiento económico de un país, su estabilidad e incluso (aunque con mayores defectos) el bienestar de la población. La orientación de todos los países es hacia el crecimiento económico, las políticas públicas están enfocadas hacia el aumento de la producción à través la creación de un ambiente macroeconómico estable y flexible para motivar microeconómicamente a los agentes económicos.

En la literatura es ampliamente aceptada la descomposición de la producción o del Producto Interno Bruto (PIB) en los agregados macroeconómicos siguientes: PIB = C + I + G +(X - M) en donde C representa el consumo privado, I la inversión, G el gasto público y (X - M) las exportaciones netas. Las variaciones de la producción están en función del movimiento de sus componentes, lo cual significa que una aumentación en las variables positivas se traduce en una aumentación de la producción y viceversa.

Los componentes, a su vez, son el resultado de las decisiones, las preferencias e incitaciones de los actores económicos que los representan, es decir, los individuos, el gobierno y las empresas. Entonces, la producción de un país reposa sobre las acciones positivas o negativas de los actores económicos. Sin embargo, dichas acciones estarán determinadas por las restricciones o permisiones que el ambiente económico les proporcionan, es ahí donde factores como las tasas (de interés y de cambio), los índices, las calificaciones, el precio, el rating, la infraestructura, el marco legal, la seguridad y en general la statu político económico y social influyen de forma fundamental en el comportamiento de los agentes económicos.

Dentro de esta lógica, el crédito tiene un papel central como medio de acceso a bienes y servicios en un momento en el cual sea por los ingresos o por las restricciones relacionadas al tiempo, no es posible adquirirlos inmediatamente. Según Zárate & Hernández (2001) los factores significantes que determinan el otorgamiento del crédito privado (es decir, la oferta de crédito de parte de las instituciones financieras) en México con una relación de signo positivo son: la tasa de interés, la oferta monetaria M1, el tipo de cambio, los costos de las empresas productivas, el crecimiento de la actividad económica.

La tasa de interés es entonces en un factor de base  para la concesión de créditos a los agentes económicos. Dicha tasa estará determinada positivamente por: el tipo de cambio, el riesgo país, el índice nacional de precios al consumidor, la tasa de interés foránea (Morales Castro & Ham López, 2008).

A partir de esto, es posible afirmar que, el crédito e intrínsecamente la tasa de interés pueden ser determinantes de los agregados macroeconómicos que constituyen la función de producción, es decir, a mayor otorgamiento de crédito podremos observar una variación positiva en las variables de consumo o inversión, por la tanto éstos se convierten en determinante del crecimiento económico de un país.

En México, como en los países bajo el modelo de una economía de mercado, el horizonte está determinado por el crecimiento económico. Durante los últimos años se ha observado un crecimiento (aunque de pequeñas dimensiones) en la economía mexicana (Fig. 1), resultado de múltiples factores que negativamente han reducido la producción del país, factores como la desaceleración del crecimiento de las economías con las que México sostiene una alianza, el ambiente de incertidumbre macroeconómico o la reducción en la producción manufacturera y recientemente la devaluación de la moneda mexicana, la caída en los precios del petróleo y la debilidad del sistema fiscal. Sin embargo, según el análisis del Banco de México (Sánchez, 2016) la reciente expansión económica en ha sido sostenida por el consumo privado (Fig. 2) el cual desde 2012 no ha presentado caído en signos negativos.

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