Coleccionismo En México

Durante el año de 2007, el día 17 de mayo, en el periódico La Jornada se publicó lo siguiente reportando sobre la Feria de Arte y Antigüedades de México: “La directora de la feria, Florencia Riestra, indicó que en México no existe una verdadera cultura del coleccionismo pues a diferencia de otros países, 'donde hay más de mil 500 fundaciones privadas, aquí no llegamos ni a una decena. Esto es increíble. No hay ese espíritu para fomentar el coleccionismo y crear fundaciones de arte’.” (Quijas, 2007)

Tres años después, en el periódico El Siglo de Torreón se comentó lo siguiente: “México no sólo es un país de conocida influencia y presencia en el mundo del arte, también es considerado como una potencia mundial en coleccionismo privado de arte.” (El Universal, 2010)

Entonces, ¿cómo fue que se llego a este cambio radical? ¿Son simples diferencias de opiniones de los dos autores? ¿O realmente se logró generar un cambio en estos tres años?

Para poder analizar el avance de esta práctica, es importante que entendamos a que nos referimos con el término de coleccionismo, juntando las definiciones de varias fuentes, en resumen, se puede concluir que el coleccionismo de arte es la recopilación de diversas piezas artísticas, esta puede ser de una persona, o de una institución. Es importante resaltar que depende del criterio del coleccionista en cuestión se recopila estas obras de arte por autor, época u otros criterios.

Ahora bien, respondiendo a las preguntas generadas anteriormente, la realidad es que no hubo un cambio tan radical como pudiera parecer a primera vista, ya que Florencia Riestra tiene razón al decir que en México no hay tantas colecciones privadas como las que se podrían observar en otros países, pero esto no quiere decir que las que se tienen no son importantes. Podemos observar en el artículo de El Universal citado anteriormente que hay personas muy importantes en el país que son “dueños de mega acervos” (El Universal, 2010), entre estos podemos ubicar a personas como Carlos Slim, Eugenio López Alonso, la familia Garza Sada entre otros.

Al analizar esto, podemos ver que en realidad el coleccionismo sí se da en México, sin embargo, al ser un país de tercer mundo, no se ve de manera tan clara, ya que el coleccionismo se concentra en las esferas sociales más altas.

Se pudo apreciar el coleccionismo de manera más amplia en los últimos años gracias a las tendencias. ¿A qué me refiero con esto? A que los jóvenes empezaron a aparecer “como los principales compradores” (Lemus, 2012). Estos jóvenes son los herederos de los coleccionistas que ya tenían presencia en el país, y que ahora buscan generar una colección propia.

Sin embargo, adentrándonos un poco al siguiente tema, en cuanto a la apreciación al arte que se ha generado, es preciso que detallemos un poco en la historia de esta práctica, ya que al principio

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