Comunicación
ancla291022 de Mayo de 2013
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MERCADO LABORAL, PRODUCTIVIDAD
E INGRESOS EN COLOMBIA ( 1990 – 2000 )
El comportamiento de la economía colombiana desde 1988 ha estado determinado por una interacción compleja de reformas estructurales, cambios en política económica, fluctuaciones en los flujos de capital internacional, y alta inestabilidad política y social.
El análisis del caso colombiano, arroja una serie de datos de interés para comparara con el comportamiento de otras economías latinoamericanas, que también han estado sometidas a reformas estructurales y cambios de política económica en el mismo período.
En Colombia, los signos de la crisis laboral afectan con mayor intensidad a los sectores pobres, a los jóvenes y a las mujeres, e incluso a franjas de clase media con calificación. Luego, pues, en este contexto, la discusión se centra de manera excluyente entre qué es posible hacer desde el gobierno en política económica y laboral, qué deben dejar hacer los sindicatos en materia de flexibilidad, o qué se debería hacer en el mercado laboral. Más desempleo o empleo flexible a menor costo, parece ser la sentencia de algunos analistas. Entonces, ¿qué se debe hacer de manera integral para que el empleo crezca tanto como sea necesario y de mejor calidad que la informalidad?
I. Evolución del mercado de trabajo en Colombia
A. Oferta y demanda global en el mercado de trabajo
y características de la evolución del empleo entre 1988 - 2000
El crecimiento del desempleo en Colombia es el resultado de la expansión de la oferta laboral muy por encima de la demanda. A lo largo de la última década mientras el incremento anual de la población en edad de trabajar (PET) y de la población económicamente activa (PEA) fue de 3 y 4%, respectivamente, el empleo apenas creció 2.3%. Inevitablemente, el desempleo aumentó el 18.7% anual.
Ahora bien, el Cuadro 1 muestra como, a pesar de este comportamiento agregado, los hombres han mantenido prácticamente constante durante los últimos años su participación en el mercado laboral, alrededor del 73% de la PET. Lo anterior fue el resultado de una fuerte caída de la tasa de ocupación (-5 puntos porcentuales), compensada por una proporcional subida de la tasa de desempleo (+7.6 puntos). Sólo los adultos entre 45 y 64 años registraron un importante aumento de su tasa de participación. Es decir, para ellos la subida del desempleo ha sido mayor que la caída del empleo, lo cual hace pensar en la presencia del efecto del trabajador adicional, vale decir, de un comportamiento anticíclico de la participación laboral de estos grupos.
Cuadro 1
Tasa Global de Participación, según grupos etáreos
Total siete áreas metropolitanas
1991 - 2000 (septiembre)
Grupos de edad y sexo
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Total 59.5 59.5 60.2 59.0 59.4 59.1 59.9 61.0 63.3 64.9
De 12 A 17 15.7 15.0 15.8 13.5 14.6 14.4 13.1 13.7 14.7 16.0
De 18 A 24 63.7 63.4 64.6 63.9 64.4 64.1 63.5 63.5 69.1 70.8
De 25 A 55 75.8 77.2 78.0 76.7 77.1 77.1 79.0 80.0 82.3 83.8
De 56 y más 32.4 32.7 32.6 30.9 31.0 29.5 31.4 31.2 32.2 33.1
Total hombres 74.5 74.2 74.7 73.9 74.1 73.1 72.7 73.0 73.8 74.0
De 12 A 17 17.7 17.1 18.8 16.4 17.1 17.2 16.0 15.5 16.7 18.5
De 18 A 24 73.6 73.8 75.5 74.5 75.6 74.4 71.0 69.7 74.8 75.1
De 25 A 55 95.7 96.2 96.2 95.6 95.7 95.0 95.6 95.4 95.8 95.8
De 56 y más 55.6 54.4 55.1 52.3 51.7 49.6 51.9 51.6 51.9 50.4
Total mujeres 46.7 47.4 48.0 46.4 47.1 47.1 49.0 50.7 54.3 57.1
De 12 A 17 13.8 13.0 13.0 10.8 12.2 11.8 10.3 12.0 12.7 13.3
De 18 A 24 55.9 55.4 55.7 55.4 55.3 55.5 57.1 58.2 64.3 67.2
De 25 A 55 59.0 61.3 62.7 60.7 61.5 61.9 65.0 67.2 71.0 74.0
De 56 y más 13.7 15.1 15.2 14.0 14.8 14.4 15.3 15.2 17.3 19.6
FUENTE: DANE - Encuesta Nacional de Hogares, etapas 73 a 109
Nota: Datos expandidos con proyecciones demográficas de población, estimados con base en los resultados del censo 1993.
En el caso de las mujeres, entre 1996 y 2000 se observa un aumento moderado de la tasa de ocupación acompañado por un intenso crecimiento de la tasa de desempleo. Como consecuencia, la participación en tan sólo cuatro años creció cerca de 7.5 puntos porcentuales. Por grupos etáreos solamente las más jóvenes, entre 15 y 24 años, se han visto afectadas por la desfavorable coyuntura económica y han experimentado una contracción de la respectiva tasa de ocupación. Al contrario, el comportamiento de la tasa de ocupación de las mujeres entre 45 y 64 años ha sido caracterizado por una sustancial mejora. En este caso sería interesante verificar si el aumento de este índice se debe a nuevas entradas en el mercado laboral o simplemente al hecho de que ahora las mujeres quieren permanecer más tiempo en el mercado y no se jubilan en edades más tempranas. En fin, también en el caso de las mujeres parece haber tenido un peso importante el efecto del trabajador adicional, de manera tal que, al empeorar las condiciones económicas, una mayor proporción de ellas se ha adicionado al mercado laboral.
Por último, al considerar el período completo 1991 – 2000 se confirman y acentúan una serie patrones: los grandes perdedores fueron los hombres (-7.9% la tasa ocupación y +9.8% la tasa de desempleo) y los jóvenes de ambos sexos (-10.7% y +18.1% y -5.3% y +18.2%, respectivamente, para hombres y mujeres). Las mujeres entre 25 y 64 años ganaron cuotas importantes de empleos, pero al mismo tiempo vieron crecer sus niveles de desempleo.
Ahora bien, debe tenerse en cuenta que el empleo total en los siete principales centros urbanos del país se incrementó al 2.3% anual durante los años 90. Esta tasa de crecimiento no ha sido constante y más bien ha venido mermando hacia finales de la década hasta experimentar variaciones negativas entre junio de 1996 y marzo de 1997 y durante los primeros tres trimestres de 1999. En diciembre de 1999 el crecimiento anual del empleo fue apenas de 0.6%. En marzo de 2000 esta cifra se había elevado a 4.8%.
Cuadro 2
Población ocupada (en miles), según posición ocupacional y sexo.
Siete áreas metropolitanas
1991 - 2000 (septiembre)
Posición ocupacional y sexo
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Total 4,782 5,005 5,288 5,384 5,465 5,416 5,657 5,655 5,641 5,910
Obrero o empleado particular 2,537 2,682 2,923 3,077 2,973 2,970 3,000 2,933 2,726 2,891
Obrero o empleado del gobierno 460 453 427 416 406 414 444 453 442 392
Empleado doméstico 270 256 267 254 240 219 228 240 295 313
Trabajador por cuenta propia 1,211 1,342 1,403 1,311 1,565 1,521 1,654 1,749 1,839 1,989
Patrón o empleador 248 197 200 259 230 242 263 226 246 258
Trabajador familiar sin remuneración 57 76 68 68 51 50 68 53 93 62
Otro* - - - - - - - - - 4
Total hombres 2,816 2,913 3,081 3,180 3,180 3,169 3,247 3,195 3,122 3,237
Obrero o empleado particular 1,565 1,639 1,773 1,879 1,778 1,764 1,749 1,726 1,574 1,640
Obrero o empleado del gobierno 257 244 229 232 216 226 229 239 228 196
Empleado doméstico 8 7 8 6 3 6 6 7 14 12
Trabajador por cuenta propia 783 842 894 846 997 981 1,044 1,042 1,101 1,182
Patrón o empleador 188 155 156 196 174 180 194 166 174 184
Trabajador familiar sin remuneración 15
25
21
20
12
12
24
14
31
19
Otro - - - - - - - - - 3
Total mujeres 1,966 2,092 2,207 2,204 2,285 2,246 2,410 2,460 2,519 2,672
Obrero o empleado particular 971 1,043 1,150 1,198 1,195 1,206 1,251 1,207 1,152 1,251
Obrero o empleado del gobierno 203 209 198 183 190 188 215 214 214 196
Empleado doméstico 262 248 259 248 237 213 222 233 281 301
Trabajador por cuenta propia 429 500 509 465 568 540 610 706 738 806
Patrón o empleador 60 41 44 63 56 62 68 60 72 74
Trabajador familiar sin remuneración
41
51
47
48
39
38
44
39
62
43
Otro - - - - - - - - - 2
FUENTE: DANE - Encuesta Nacional de Hogares, etapas 73 a 109
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