Control 1: Auditoría y Control Interno

Objetivos de un Sistema de Control Interno.

        El control interno ha sido diseñado, es aplicado y es considerado como la herramienta más importante para el logro de los objetivos de una organización lo que implica la eficiente utilización de los recursos la cual debe ser una máxima para todos los niveles de la empresa involucrados en la productividad y además debe prevenir fraudes, errores, violaciones a principios y normas contables y tributarias.

        El control interno debe ser ejecutado por el directorio de la empresa, la administración y todo el personal de esta y su diseño debe estar enfocado a proporcionar una seguridad razonable de que la compañía cumplirá con los objetivos o metas que esta se ha planteado, para ello se deben dictar un conjunto de políticas y procedimientos que apunten a este fin.

        Este conjunto de políticas y procedimientos tienen tres objetivos básicos:

1.

Suficiencia y contabilidad de la información financiera: La Contabilidad toma las operaciones, las procesa y produce información para que los usuarios tomen decisiones, esta información será útil si su contenido es confiable y si es puesta a disposición de los usuarios en el momento oportuno y esta será confiable si la organización cuenta con los sistemas adecuados que permitan su estabilidad, objetividad y verificabilidad. Ejemplos; comparar la información de los registros contables con los activos existentes, utilizar máquinas registradoras para los ingresos, asegurar los activos de la empresa,

2.

Efectividad y eficiencia de las operaciones: Se debe tener la certeza de que las actividades se cumplan íntegramente con un esfuerzo adecuado y un mínimo de utilización de recursos y un máximo de utilidad para la organización, ejemplo; establecer un sistema de incentivos a la producción.

3.

Cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables: Todas las acciones que se emprendan por parte de la organización deben enmarcarse en lo que establecen las normas legales de cada país y debe estar enfocada en su estricto cumplimiento, sin dejar espacio para niveles de tolerancia que impliquen riesgos de incumplimientos de la normativa vigente.