Cropnicas De Un Viaje En El Metro

El vagón de las mujeres

El metro de la Ciudad de México encierra varios misterios, uno de ellos, son los dos primeros vagones que, sólo pueden abordar mujeres .

Por ejemplo, en la mañana del lunes 12 de marzo a las 6:30, el metro dirección Universidad- Indios Verdes iba atascado.

Sé que esta información no es nada relevante para las personas que día a día, tenemos la necesidad de subirnos a la limusina naranja.

Lo menciono porque, he reflexionado al respecto, cada vez que me subo a la hora pico, imagino que estoy en un partido de futbol americano, y no en uno cualquiera, no, si no uno como el Súper Bowl por el grado de rudeza innecesaria.

Imaginar este bello cuadro: las mujeres con la adrenalina hasta arriba, se abren las puertas y entran como el tacle defensivo más rudo de la liga. Dentro del vagón sólo se escuchan los "ay" y otros sonidos propios de alguien al que pisaron muy fuertemente.

Se cierran las puertas. Hoy en particular, me tocó ver a una mujer que, mientras las puertas abrían y cerraban para asegurarse que ningún miembro quedara fuera, se aventó con increíble fuerza contra las otras mujeres, que ya de por si sufrían. Lo impactante es que logró acaparar el último milímetro que quedaba vacío, para las mujeres de esa estación, porque en la estación siguiente subieron otras dos señoras que al parecer eran enfermeras ya que vestían de blanco y hablaban acerca de con su jefe no les daba las horas de descanso completas.

Cuando mire mi bolsa por un segundo recordé la primera gran lección que mi madre me dio cuando apenas aprendía el sutil arte de viajar en metro a esa hora (Tú crees que no cabes... pero sí cabes).

Llegando a la estación de centro medico el conductor dio un frenón horrible, lo cual hizo que todas las pasajeras se quejaran por haberlas movido tan bruscamente, pensé enseguida ¿Por qué los conductores frenan como si trajeran animales de carga?, esos movimientos han causado pleitos de antología entre señoras que portan uñas largas, paciencia disminuida y gran furia.

Una señora que traía un traje algo ostentoso color rosa estuvo a dos centésimas de segundo de pelearse con una chava que estaba un poco llenita, ¿La razón? La chava sentía que la iba empujando (en hora pico), comenzó a gritarle que se moviera, a lo cual la señora amablemente le contesto :no me puedo mover hay personas tras de mi , como era de esperarse la chava puso unas caras que si la miradas mataran la señora estaría tirada en medio del vagón.

Para ese entonces ya estábamos en metro Coyoacán y algunas mujeres se bajaron ahí a lo cual aproveche ese movimiento para sentarme y reponerme de un fin de semana bastante largo, agarre mi mochila la puse sobre mis

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