DEFORESTACION

INTRODUCCION

Este trabajo lo hemos elaborado, mirando primeramente lo actual y relevante del tema, y lo mucho que debemos trabajar aun, de modo tal a asegurar un subsistir en un ambiente, por lo menos que nos brinde, el mínimo de requerimientos para que la vida tal como la conocemos pueda seguir desarrollándose en el planeta, relacionado por supuesto, con el medio ambiente que nos rodea como seres vivientes en el planeta tierra, hablamos claro esta de la problemática a de la Deforestación y su por llamarle de alguna manera apropiada forma, “pálida” lucha frontal, que es la Reforestación.

Alrededor del mundo, se hace cada vez más importante y realmente necesaria, una concientización seriamente encarada, acerca de lo peligroso que son las quemas y tala de bosques, pero es evidente que del dicho al hecho hay mucho trecho, y en consecuencia y debido a la gran sobrepoblación que hay, es casi imposible evitarlo. Existen por supuesto, algunos lugares donde aún se conservan algunos pocos bosques naturales, tanto dentro, mayormente, como fuera de las llamadas “Reservas Forestales” que son las que de alguna forma luchan por mantener el equilibro natural.

La mayor parte de la información, que se cita en este trabajo, fue adquirida a través de Internet, y otra buena parte de artículos de periódicos e información que estamos recibiendo todos los días por los diferentes medios de información, radial y televisiva, en su mayor proporción.

Esperamos que al final, todos tengamos la dicha de vivir en este mundo, el hoy y el mañana, disfrutando de la belleza natural y cuidando celosamente el medio ambiente todo, contribuyendo así, como ya lo habíamos dicho, a la prolongación de la vida en nuestro planeta.

DEFORESTACION

QUE ES LA DEFORESTACIÓN?

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Entiende por deforestación el desmonte total o parcial de las formaciones arbóreas para dedicar el espacio resultante a fines agrícolas, ganadero o de otro tipo. Esta concepción no tiene en cuenta ni la pérdida de superficie arbolada por desmonte parcial, ni el entresacado selectivo de maderas, ni cualquier otra forma de degradación.

En la búsqueda por satisfacer nuestras necesidades personales o comunitarias, utilizamos la madera para fabricar una diversidad de productos, como ser los muebles que utilizamos en todos los ámbitos de nuestra vida, en la construcción de viviendas, como combustible o leña para cocinar y calentar, etc. Además, las actividades económicas en el campo requieren grandes áreas para el ganado o para cultivar diferentes productos. Esto ha generado una gran presión sobre los bosques.

Al acabar con un bosque, todos los seres vivos que tenían ahí su habitad, quedan sin hogar. Muchas veces, los animales, plantas y otros organismos mueren o los que tienen mejor suerte alcanzan a migrar hacia otros bosques en busca de un hogar. Aunque en la mayoría de los casos como ya dijimos, destruir un bosque significa acabar con muchas de las especies que viven en él. Algunas de estas especies, incluso, no llegan a ser conocidas por el hombre. Así pues muchas especies se están perdiendo día a día y desapareciendo para siempre del planeta.

Según un estudio publicado conjuntamente por la FAO y el PNUMA, cada año se pierden en el mundo unos 11,3 millones de hectáreas de bosques tropicales. Las perdidas en 75 países del área tropical de América del Sur y Central, Asia y África se reparten de la siguiente manera: 23 países de Latinoamérica perdieron 5,6 millones de hectáreas (un área que equivaldría a la superficie total de Costa Rica); y 36 países de África perdieron 3,67 millones; y 16 países de Asia, dos millones. Como puede apreciarse, la mitad de la deforestación de bosques tropicales que se lleva a cavo tiene lugar en Latinoamérica.

En la Amazonia Brasileña entre los años 70 y 80 se talaron 42,6 millones de hectáreas. A este ritmo y si no hallamos un remedio pronto, se estima que hacia el año 2.025, el Hemisferio Sur no dispondrá de bosques aprovechables.

En los EE.UU. fueron talados el 95% de sus bosques originales, y cabría aplicar a Europa un porcentaje mayor, según las estadísticas. Se calcula que para el año 2.015, todos los bosques naturales del noroeste de los EE.UU. habrán desaparecido. Solo quedarán en pie los bosques naturales y otros espacios protegidos. En Canadá se cortan cerca de 300.000 hectáreas de bosques cada año, y aun así, el Gobierno continúa dando licencia de tala, prácticamente gratuitas.

A principios del siglo XX, Argentina por ejemplo, tenía más de 100 millones de hectáreas de bosques naturales. A inicio de la década de los noventa la superficie arbolada apenas llegaba a los 35 millones de hectáreas y cada año se pierde por la tala indiscriminada unas 500.000 hectáreas. En ocasiones, maderas valiosas que deberían usarse en la construcción de muebles, para darle un uso por lo menos mas o menos justificado, se destinan a la fabricación de postes y traviesas.

UN GIGANTE HERIDO, LA AMAZONIA, MARAVILLA PLANETARIA POR SU EQUILIBRIO ECOLÓGICO, ESTÁ EN PELIGRO.

En los años setenta, esa maravilla ecológica que es la Amazonia se convirtió en un objetivo económico para el gobierno brasileño. Hasta esa década, la deforestación de la región era apenas del 0.5% del área; de 1970 a 1991, la deforestación llegó a un 10% de la superficie total, lo que significa que en 30 años se deforestaron cerca de 70 millones de hectáreas, de las cuales 40 millones ya se consideraron zonas degradadas.

Gran parte de estas áreas fueron destinadas a la explotación agropecuaria, a pesar de que el suelo no es apto para ello. Si toda esa área fuese productiva desde el punto de vista agrícola, la producción de alimentos en Brasil tendría que haberse duplicado, lo que no ocurrió. A la expansión agropecuaria, hay que sumar los 3.000 km. de carretera transamazónica y la proliferación de represas hidroeléctricas, pozos petrolíferos y empresas madereras.

La Amazonia, cubierta por densas selvas tropicales, es un área de unos 7 millones km2 que se extiende por nueve países: Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Surinam, Guyana y la Guayana Francesa. Su equilibrio ecológico siempre ha sido perfecto: el 50% de las lluvias que caen sobre ella vuelve a la atmósfera por la transpiración de las plantas; el resto alimenta los pequeños riachos denominados "Igarapés".

Un 50% de la biodiversidad total del planeta se encuentra

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