DERECHOS HUMANOS

RESUMEN

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Los derechos humanos, aquellos que el hombre posee por el mero hecho de serlo. Son inherentes a la persona y se proclaman sagrados, inalienables, imprescriptibles, fuera del alcance de cualquier poder político. Unas veces se considera que los derechos humanos son plasmación de ideales del ser y son absolutamente inviolables según la constitución política de Colombia.

Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.

Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de las demás personas. Sin embargo, según el mandato constitucional, quienes tienen mayor responsabilidad en este sentido son las autoridades gubernamentales, es decir, los hombres y mujeres que ejercen la función de servidores públicos

INTRODUCCIÓN

El propósito de los Derechos Humanos es el de dar protección a la agencia humana, es decir, defender a los agentes humanos de la opresión y el abuso que otros cometan en su contra. Sin embargo, su respeto en la cotidianidad de algunos países es un serio reto para los Estados y, por lo tanto, para los entes internacionales encargados de velar por ellos.

El objetivo primordial de los derechos humanos está directamente relacionado con el goce de las libertades y garantías individuales del ser humano y con su bienestar y protección en general.

Los derechos humanos permiten ser restringidos y suspendidos. La suspensión de los derechos humanos está autorizada aún por acuerdos regionales e internacionales en casos de conmoción interior, situaciones de guerra o en casos de violencia interna. Existen ciertos derechos que han sido definidos y reconocidos como no sujetos a suspensión....

“DESCRIPCIÓN DEL TEMA”

Con la noción de Estado Social de Derecho, se introduce la idea no únicamente de deberes de abstención sino de prestación positiva por parte del Estado, que interviene ahora no únicamente en el ámbito político, sino también en lo económico y en lo social, propiciando una mayor igualdad, no sólo ante la ley, sino de oportunidades, favoreciendo una mayor equidad en cuanto a la distribución de la riqueza y asegurando una vida digna y un mayor grado de bienestar para todos los ciudadanos; y esto a su vez, hace posible la construcción de una sociedad más justa, que le apuesta al desarrollo humano.

DESARROLLO DE LA ARGUMENTACIÓN

Entre de los primeros, en el caso de Colombia, se puede citar el acatamiento integral a la Constitución y la Ley, el respeto por la persona humana y la transparencia y efectividad en todos sus actos; respecto de los segundos, están entre los más importantes el honor, el respeto, la vocación de servicio

De la aplicación o puesta en práctica y de la completa interiorización (o adhesión) de estos principios y valores propios de la organización armada, de la facultad de monopolizar el uso de la fuerza y del acatamiento a las reglas democráticas plasmadas en la Constitución dependerá entonces el grado de legitimidad que adquiere la institución armada. Es decir, su legitimidad dependerá del uso correcto que hace de esta facultad y responsabilidad que le otorga la ley, a través de su ejercicio cotidiano, además de ser concomitante al ejercicio del poder político por parte de las demás instituciones que conforman el Estado.

Es aquí donde el respeto a los Derechos Humanos, como valor intrínseco y constitutivo del sistema democrático adquiere toda su dimensión. Contrariamente a los grupos armados que se alzan contra el Estado o el sistema político vigente o amenazan la democracia, el Estado y las instituciones que lo integran deben acatar unas reglas adquiridas a través del consenso democrático, para que sean reconocidos como “legítimos”.

Así las cosas, en la medida en que el ciudadano del común se reconozca en sus fuerzas armadas y perciba que sus derechos y libertades están protegidos por las mismas, así como cuando una parte cada vez más amplia de la población (igualdad) sienta que las instituciones armadas les brinda la seguridad que está siendo amenazada y ampara sus intereses más inmediatos, participarán de una legitimidad cada vez más fortalecida de la institución y redundará de igual manera en la del Estado o del gobierno.

El centro de gravedad de cualquier Estado y por consecuente de sus fuerzas armadas debe ser entonces la legitimidad, que como se dijo con anterioridad, es el resultado del manejo transparente de los asuntos públicos y de una completa adhesión de sus miembros a las reglas democráticas. De ahí se desprende la importancia de consolidar una cultura de derechos humanos en las fuerzas armadas colombianas, que pretende promover una mejor preparación de las mismas y de sus miembros frente a las amenazas que tienen que enfrentar y por ende, permitir un mayor reconocimiento o adhesión a la labor adelantada por el Estado colombiano en su conjunto, que tiene que conciliar tres imperativos al mismo tiempo - la consolidación de la democracia, el respeto para los derechos humanos y la derrota de la violencia

Esto nos remite nuevamente a valorar la importancia de la gestión del verdadero Estado Social de Derecho en el que tanto nación como poder han de entenderse como elementos constitutivos inalienables de un mismo todo, pues más necesario y urgente que elaborar un catálogo completo y preciso de los derechos dotados de fundamentalidad es preocuparse por la real eficacia de las normas que regulan su amparo y aplicación, porque la "supremacía irresistible" de esos derechos sólo se hace realidad allí donde no se le somete por las autoridades al regateo, a los vaivenes de la convivencia pragmática o a la solapada maniobra reduccionista.

Es notable que entre la protección de los derechos fundamentales de orden político-civil y el disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales, colectivos y ecológicos existe una estrechísima relación. Para apreciarla basta considerar que no pocas de las victimas de ejecución extrajudicial,

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