Declaración De Sevilla

Reunión Ministerial Unión Europea - América Latina y Caribesobre Sociedad de la Información

Sevilla, 26-27 de Abril de 2002

Declaración de Sevilla

Los participantes de la Reunión Ministerial Unión Europea - América Latina y Caribe sobre

Sociedad de la Información celebrada los días 26 y 27 de abril de 2002 en Sevilla desean expresar sus más cordiales felicitaciones a los organizadores del encuentro por esta iniciativa, que se sitúa en la tradición del establecimiento de un diálogo, bien cimentado ya, sobre la Sociedad de la

Información entre las dos regiones y, que originó de manera específica, los encuentros de Costa

Rica en 1998, y de São Paulo en 1999. Habría que destacar que esto intercambio es parte integrante del más amplio diálogo político establecido desde la Cumbre de Río de 1999 entre los

Jefes de Estado y de Gobierno de las dos regiones. El diálogo entonces iniciado deberá continuar, por lo que los participantes se congratulan de la inclusión de su temario en el orden del día de la Cumbre de Madrid de mayo de 2002. A este respecto, se desea llamar la atención de los líderes políticos sobre los siguientes puntos:

1. Los participantes subrayan nuevamente las oportunidades y los desafíos que acompañan a las transformaciones en curso, que resultan de los cambios asociados al progreso en las tecnologías de información y de comunicación, así como al despliegue de las redes y aplicaciones.

Por una parte, la brecha digital aparece como una nueva amenaza para la cohesión de la sociedad, exacerbando las desigualdades entre los países y regiones, e incluso entre las comunidades de un mismo país. De ahí que implique un reto que conviene afrontar de manera prioritaria. Por otra parte, el potencial de la aplicación de esas tecnologías es amplio y multiforme, influyendo sobre el desarrollo social y económico, y multiplicando las oportunidades de intercambios. Al mismo tiempo, favorece la aparición y la difusión de nuevos recursos de la información, así como acelera los circuitos del comercio tradicional. Tal potencial se refiere también a la esfera pública, que puede encontrar en la utilización de estas tecnologías una mejor eficacia y una mayor transparencia, creando las condiciones idóneas para el desarrollo de las relaciones entre los ciudadanos y la administración en todos los niveles de gobierno (desde el local al nacional), contribuyendo así a consolidar las normas y prácticas democráticas.

De manera más amplia, estos cambios se asocian a numerosos desafíos específicos en los ámbitos de la información, la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, la seguridad, la protección de la propiedad intelectual o, también incluso, la producción de contenidos atractivos y disponibles en la lengua de cada ciudadano.

2. Los participantes destacan el valor del diálogo y de los intercambios a fin comprender mejor lo que está en juego, para, de esta manera, poder beneficiarse de la experiencia adquirida en otros contextos. De igual forma, insisten en el interés de dar un enfoque común a determinadas2 problemáticas y, en concreto, sobre los beneficios que puede aportar una armonización regional o mundial en estos ámbitos.

3. La Unión Europea ha adquirido una experiencia especialmente rica en cuanto a políticas y estrategias para el desarrollo de la Sociedad de la Información, pues ha hecho de este tema un elemento clave de su política a través de la iniciativa eEurope, y porque los Estados miembros de la Unión han establecido unos planes nacionales orientados a desarrollar y completar estas líneas comunes. Así mismo, varios Estados de América Latina y el Caribe instituyeron políticas y estrategias con el mismo objetivo, disponiendo también en la actualidad de una experiencia variada y de calidad en estos ámbitos. Estas gestiones constituyen otras tantas referencias útiles dirigidas a acelerar el progreso de los países pertenecientes a cada una de las regiones hacia su plena integración en la Sociedad de la Información.

4. Los participantes recalcan la importancia esencial de adoptar políticas y estrategias (e-estrategias) para el desarrollo de la Sociedad de la Información en pos de la movilización de recursos en los ámbitos nacional y regional, así como el elemento decisivo que representa un compromiso político al más alto nivel de cara a su éxito. Se reconoce también el papel clave del sector privado, y particularmente de las PYMEs, en los progresos tecnológicos, el despliegue de las redes y las aplicaciones, además del peso de la sociedad civil en los procesos de adaptación social que condicionan tanto los usos como la difusión de las tecnologías.

A este respecto, estos tres polos - gobierno, sector privado y sociedad civil – deberían asociarse en la elaboración y aplicación de las estrategias. Estas estrategias incluyen la instauración de un marco legislativo y reglamentario estable que favorezca la inversión y la competencia, permitiendo la innovación y el desarrollo de infraestructuras y servicios para extender los beneficios de la Sociedad de la Información a toda la población. De igual forma, estas estrategias se inscriben en la perspectiva de la armonización regional y deben contemplar el desarrollo de sectores tan esenciales como la administración pública electrónica, la salud, la educación, el desarrollo suburbano y rural o, incluso, el comercio electrónico. Para ser viables, es necesaria la interacción entre estos segmentos y otros, como, por ejemplo, las financias, la economía o los asuntos sociales.

5. Las recientes circunstancias han demostrado también la importancia que tiene la promoción de medidas dirigidas específicamente a la seguridad de las redes y de la información, así como el respeto de la Ley, particularmente en lo concerniente a la protección de la dignidad humana, al carácter privado de los datos personales en el ciberespacio; prohibiendo para ello los usos y contenidos ilegales, particularmente los relacionados con la pornografía infantil y las acciones tendentes al incumplimiento de las normas o a

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