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LA ESTRELLA DE SEVILLA


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2012  •  11.705 Palabras (47 Páginas)  •  364 Visitas

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ANONIMO

LA ESTRELLA DE SEVILLA

Personajes:

El Rey don Sancho

Don Arias

Don Pedro de Guzmán, Alcalde mayor

Don Gonzalo de Ullo

Fernán Pérez de Medina

Don Sancho Ortiz

Busto Tavera

Estrella, dama

Teodora

Natilde

Iñigo Osorio

Don Manuel

Clarindo, gracioso

Pedro de Caus, Alcalde

ACTO PRIMERO

(Salen El Rey, Don Arias, Don Pedro de Guzmán, y Farfán de Ribera

Rey:

Muy agradecido estoy

al cuidado de Sevilla,

y conozco que en Castilla

soberano rey ya soy.

Desde hoy reino, pues desde hoy

Sevilla me honra y ampara;

que es cosa evidente y clara,

y es averiguada ley,

que en ella no fuera rey

si en Sevilla no reinara.

Del gasto y recebimiento,

del aparato en mi entrada,

si no la dejo pagada,

no puedo quedar contento.

Mi Corte tendrá su asiento

en ella, y no es maravilla

que la Corte de Castilla

de asiento en Sevilla esté;

que en Castilla reinaré

mientras reinare en Sevilla.

Pedro:

Hoy sus Alcaldes Mayores

agradecidos pedimos

tus pies, porque recebimos

en su nombre tus favores.

jurados y regidores

ofrecen con voluntad,

su riqueza y su lealtad,

y el Cabildo lo desea,

con condición que no sea

en daño de tu ciudad.

Rey:

Yo quedo muy satisfecho.

Pedro:

Las manos nos da a besar.

Rey:

Id, Sevilla, a descansar;

que con mi gozo habéis hecho

como quien sois, y sospecho

que vuestro amparo ha de hacerme

rey de Gibraltar, que duerme

descuidado en las colunas,

y con prósperas fortunas

haré que de mí se acuerde.

Farfán:

Con su lealtad y su gente

Sevilla en tan alta empresa

le servirá a Vuestra Alteza,

ofreciendo juntamente

las vidas.

Arias:

Así lo siente

su Majestad, de los dos;

y satisfecho de vos

queda, de vuestro deseo.

Rey:

Todo, Sevilla, lo creo

y lo conozco. Id con Dios.

Vanse [don Pedro y Farfán]

Arias:

¿Qué te parece, señor,

de Sevilla?

Rey:

Parecido

me ha tan bien, que hoy he sido

sólo rey.

Arias:

Mucho mejor,

mereciendo tu favor,

señor, te parecerá

cada día.

Rey:

Claro está;

que ciudad tan rica y bella,

viviendo de espacio en ella,

más de espacio admirará.

Arias:

El adorno y las grandezas

de las calles, no sé yo

si Augusto en Roma las vio,

ni tuvo tantas riquezas.

Rey:

Y las divinas bellezas,

¿por qué en silencio las pasas?

¿Cómo limitas y tasas

sus celajes y arreboles?

Y di, ¿cómo en tantos soles,

como Faetón, no te abrasas?

Arias:

Doña Leonor de Ribera

todo un cielo parecía;

que de su rostro nacía

el sol de la primavera.

Rey:

Sol es, si blanca no fuera;

y a un sol con rayos de nieve

poca alabanza se debe,

si, en vez de abrasar, enfría.

Sol que abrasase querría,

no sol que helado se bebe.

...

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