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Del viaje al centro de la tierra


Enviado por   •  16 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  1.129 Palabras (5 Páginas)  •  299 Visitas

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De qué trata el libro

Del viaje al centro de la tierra

En un viejo barrio de la ciudad de Hamburgo, vivíamos juntas el profesor lindenbrock, su ahijada grauben, marta, la criada y yo Axel.

Un domingo de 1863 el profesor lidenbrock

Regreso casi corriendo a la casa y entrando en su despacho, me dijo “ven Axel”

Conociendo lo impaciente que era mi tío me apure a obedecerlo. Su despacho era un verdadero muse, ya que siendo mi tío era geólogo y profesor de mineralogía, poesía todos los ejemplo del reino mineral, rotuladas y clasificadas.

Cuando entre al despacho vi a mi tío observando con admiración un libro que tenía en sus manos, me explico que se trataba de un manuscrito del siglo Xll de un famosos autor islandés, escrito en un idioma muy antiguo que se expresaba en rarísimos signos.

Mientras, abría y cerraba el viejo libro entre sus páginas salió un trozo amarillento de papel que cayó al piso ¡que es esto! Exclamo extrañan.

El profesor conocía muchos idiomas sin embargo no lograba descubrir el contenido de ese extraño papel; pasaban las horas y el profesor no Salí de su despacho ni para comer

¿Quién nos dice es te sabio? ¿Nos ha ocultado en ese difícil escrito alguna sorprendente invención? Yo empecé a temer, porque cuando a mi tío se le ocurría terminar un trabajo, era capaz de encerarse sin comer hasta lograrlo.

Finalmente logramos descifrar su verdadero significado, el profesor lanzo un grito de asombro ante la gran revelación la note decía así.

Audaz viajero, desciende al cráter del yocul de sneffeis, que la sombra del scartaris acaricia antes de las calendas de julio llegaras al centro de la tierra como eh llegado yo. La alegría de mi tío no tenía límites. Iba y venía tomándose de la cabeza con las manos.

Mientras yo había salido a caminar para refrescar mis ideas mi tío había salido a buscar todos los objetos necesarios para mi temida travesía.

Cuando baje con la maleta, marta me pregunto. ¿Es que se ha vuelto loco el señor?

Le dije si con la cabeza. Vete tranquilo, Axel – dijo ella. Ahora dejas a tu novia pero a la vuelta encontraras a tu mujer.

Después de un largo viaje en tren y luego en barco llegamos a Copenhague, la capital de Dinamarca. Se habían puesto de acuerdo en que Hans, que así se llamaba el guía, nos acompañaría y ayudaría todo el tiempo que durasen nuestras excursiones científicas.

A partir de ese momento los trabajos debían se la preparación de los instrumentos, armas herramientas y víveres necesarios para la travesía. Por mi parte, sentía un temor creciente, ya que hasta ese momento mantuve las esperanza de que la excursión se viera interrumpía, y de que mi tío desistiera de ella ante los diferentes peligros.

Por la noche hicimos alto en una especie de caverna donde, pata mi asombro, no faltaba el aire. Sin embargo, una idea me inquietaba; habíamos consumido ya casi la mitad de nuestra provisión de agua y no habíamos encontrado aún ningún manantial. Cuando se lo dije a mi tío nos respondió:

Tranquilízate, Axel, encontraremos agua y más de la que necesitamos.

Mi tío me pidió que lo acompañara a dar un paseo. A unos quinientos pasos, detrás de un alto promontorio, vimos unas selva, frondosa y espesa, formada por arboles de medianas dimensiones, con forma de quita soles.

Después de contemplar durante una hora aquel maravilloso y yayo espectáculo, regresamos a la gruta, donde me dormí profundamente.

Como habíamos

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