Derecho De Utilización De La Denominación De Origen.

Derecho de Utilización de la Denominación de origen.

De acuerdo con la práctica internacional, dentro de las denominaciones de origen pueden distinguirse dos vertientes. La primera se refiere a las denominaciones geográficas que designan al producto y la segunda a aquéllas que incluyen el nombre genérico del producto, además del nombre del país, región o localidad en que éste se origina, pero integrado como un solo juego de palabras.

El concepto de denominación de origen suele comprender, además, por asimilación, el concepto de denominación tradicional: nombre usado para designar un producto procedente de un lugar determinado, pero que no está constituido por un nombre geográfico. La denominación tradicional no corresponde a ningún nombre geográfico, pero denota en la mente del público un lugar geográfico determinado.

En la medida en que puedan cumplir los requisitos aplicables a las denominaciones de origen, las denominaciones tradicionales, podrán protegerse como éstas.

La denominación de origen se caracteriza por revelar dos vínculos entre el producto que designa y el lugar al que se refiere la denominación: de procedencia geográfica y de calidad específica, doble vínculo garantizado por el ordenamiento jurídico. Estas denominaciones, por tanto, cumplen en la esfera jurídico-social las funciones indicativas de la procedencia geográfica de un producto e indicativa de la calidad del mismo, además de constituir un mecanismo idóneo para cristalizar su buena fama entre los consumidores y ser de gran utilidad en el marco de las actividades publicitarias para promocionar el producto en el mercado.

La denominación de origen y este doble vínculo que la tipifica, se relaciona con la concepción naturalista que puede encontrarse en la génesis de la institución, la que privilegia los factores naturales del origen del producto, más que los factores humanos intervinientes en su producción. Así, esta concepción atribuye una importancia fundamental a los factores naturales que determinan las características del producto, por ser factores preexistentes inmutablemente atados al lugar de origen. Se considera que las indicaciones geográficas y en particular las denominaciones de origen, tienen un “fundamento natural”, conforme al cual los productos que la detentan deben tener un vínculo tal con la tierra que su producción no pueda realizarse sino en ese lugar. Esta exigencia implica que si se pudiera obtener en otro lugar el mismo producto utilizando los mismos métodos, tal producto no podría gozar de una denominación de origen.

Ámbito de aplicación y fundamento de protección de las Denominaciones de Origen.

En la actualidad, las denominaciones de origen pueden aplicarse a todo tipo de productos. Con todo, su ámbito material de aplicación objetivo son, en primer término, los productos vinícolas, seguido por los agrícolas y alimentarios, que vinculan una cualidad o particularidad a su origen geográfico.

Los productos masificados no son susceptibles de esta protección y para los productos industriales o artesanales no agrícolas se utilizan las indicaciones de procedencia.

Las indicaciones geográficas se dirigen principalmente al mercado de las “especialidades alimentarias”, con productos diferenciados y valor agregado, lo que se traduce en un aumento de los costos de producción que debe ser retribuido por medio de un mayor precio de venta.

Presentan también ventajas económicas, pues facilitan la coordinación de la cadena de producción alimentaria en torno al origen geográfico y a las prácticas culturales y tecnologías locales. Esto determina una calidad específica y propia, promueve las alianzas o asociaciones de las pequeñas y medianas empresas –lo que facilita la llegada a los mercados locales y de exportación pues se asegura volumen y calidad homogénea– y la exportación de distintas especialidades, generando riqueza al país. Es por lo antedicho que las regulaciones actuales sobre indicaciones geográficas se relacionan con una estrategia económica de productores y país, fomentando la competitividad en el sector alimentario con foco en los diversos segmentos de clientes: mercado local, regional o mundial.

Algunos de los principales argumentos económicos que militan a favor del reconocimiento, valorización y utilización de las Denominaciones geográficas son:

a) Las denominaciones de origen son un factor de diferenciación de productos en el mercado. En consecuencia, facilitan la identificación del respectivo producto por el público y la fijación de una clientela para él. Por la misma razón, la Denominaciones de origen es un instrumento que facilita la penetración de mercados nuevos y la creación de una demanda para el mismo.

b) La denominación de origen es un medio de promoción de ventas de los productos originarios de un país. En este sentido, también es un poderoso instrumento de promoción de exportaciones de los productos nacionales, siendo posiblemente en este plano donde la institución cobra su mayor importancia económica,

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