Discriminacion de Drogas

Quebrando o Tabu

Luego de ver el documental Quebrando o tabu  pensamos en los motivos por las cuales  las personas recurren a usar drogas. Una de las razones podría ser que empiezan por drogas prescritas o recetadas y se vuelven adictos a las mismas, llega un punto en que esa droga recetada ya no ejerce el efecto esperado  y cuando otra persona le ofrece otra droga ilegal con la idea de que esa droga le quitara el dolor, problema o con la idea de relajación, la persona acepta. Otro motivo puede ser que las personas adultas que estén atravesando por problemas como divorcio, económicos buscan drogas livianas para relajarse y quitarse la tensión y esas drogas livianas no les causa efecto y buscan drogas más fuertes. Observamos cómo empiezan por drogas livianas o recetadas y buscan drogas más fuertes y estas con el tiempo les crea una dependencia la cual se convierte en una enfermedad que ellos mismos no pueden controlar. Si no existiera la idea social de que la droga es un relajante o un escape de este mundo las personas tal vez no la buscaran. No podemos dejar de lado el aspecto ilegal el cual atrae a las personas porque es algo arriesgado y consumir drogas es un tipo de rebeldía que algunas personas sienten necesitar. Nuestro último punto que discutimos fue la aceptación social. El factor que una persona crezca viendo el consumo de las drogas como algo normal la persona crece sin pensar que utilizarla es algo incorrecto y por ello consume drogas como algo natural y normal. Por ello es que las personas podrían sentir algún tipo de presión ya sea porque creció en ese ambiente o por alguna persona relacionada.

Un aspecto importante es que detrás de estas prohibiciones existe un gran interés económico en distintos campos sociales e industriales. Por un lado tenemos a las grandes compañías farmacéuticas que utilizan el cabildeo y la coerción monetaria para presionar en contra de las leyes de regulación y legalización de ciertas drogas, en especial la marihuana. Esto se debe a que esta industria tendría mucho que perder si sus clientes cambian sus drogas legales, y altamente dependientes, por una opción más barata y segura como lo es la marihuana. Esto por supuesto con la educación necesaria para mantener un orden. Otro aspecto económico que identificamos en la estricta prohibición y la incesante guerra en contra de las drogas es la excesiva penalización de los individuos que consumen estas drogas ilegales. A simple vista quizás pase desapercibido, mas solo basta una mirada profunda para ver cómo mantener personas en las cárceles se ha convertido en un negocio. Con la privatización de muchas de estas instituciones penitenciarias se ha observado una alarmante alza en la población de reos, especialmente en Estados Unidos, quienes se han convertido en el país con la población más alta de reos en el mundo. Muchos de ellos personas de bajos recursos cuyo delito fue poseer y consumir alguna droga ilegal. En vez de tratar su adicción el sistema los marca, los confinan a una institución donde irónicamente quedan vulnerables y expuestos a otros tipos de sustancias incluso peores. Todo esto generando un ciclo vicioso que no parece tener fin.  Sin embargo este ciclo puede ser interrumpido, si pensamos en un sistema para ello.

Una manera de romper el ciclo y tratar de mitigar el efecto que tienen las drogas en nuestra sociedad pensamos en un modelo en donde se eduque a las personas desde escuela intermedia sobre las drogas, legales e ilegales, podemos hacer un gran avance. Por este medio dejándoles como opción individual el utilizarlas o no. Observamos muchas campañas fallidas, creemos que fallan ya que van dirigidas a la prohibición de las mismas y no a la educación de ellas. La idea misma de brindar tratamiento es un avance y que el gobierno o una entidad privada brinde estos es una buena idea y se pueden ver los resultados en los países en que ya esto ha sido implantado. Claro, de implementar este tipo de medidas hay que tomar en consideración los fallos que podrían surgir y por qué surgirían para así evitar esto. El paciente está controlado y se le puede hacer más fácil curarse si así lo quiere siendo el tratamiento de una manera un poco más individualizada y dirigida a X situación.  Si cambiamos la idea de que el usuario de droga es un criminal por el que es un paciente se podría sentir como cualquier enfermo que necesita buscar ayuda y no huir porque es un criminal.

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