Discurso De Entretenimiento

Si estuvieras en una isla desierta ¿Qué y cómo harías para mandar un mensaje de auxilio?

Fue un 5 de Mayo cuando desperté, los restos del avión donde viaje estaban esparcidos en el mar, lamentablemente la gente que viajaba conmigo no había corrido con la misma suerte que yo o quizás habían logrado escapar sin mí, llevaba inconsciente varios días… Recuerdo que desperté bajo una palmera era a eso del mediodía, tenía hambre, y estaba sola. Intente levantarme y caminar pero me di cuenta que tenía un hueso de la pierna fracturado, cansada y sin esperanzas me resigne a dormir bajo la sombra de la palmera.

Desperté, el sol bronceaba mi piel, ya era la mañana del día siguiente, el hambre me mataba, a lo lejos pude ver la rama de un árbol caída, como pude y con todo el dolor que tenía me arrastre hasta conseguirla, y la use como bastón. Recordé las clases de primeros auxilios del colegio y como pude enderece el hueso de mi pierna, me apoye sobre la rama del árbol y busque algo de comer… Era una isla tropical lo único que podía comer eran frutas y no sabía pescar, pase la tarde viendo el sol hasta que me quede dormida a la orilla del mar. Al día siguiente estaba decidida, necesitaba encontrar la manera de salir de allí, la pierna me dolía demasiado, y ya empezaba a sangrar de nuevo, a ese paso no iba a sobrevivir de ninguna manera en esa isla, camine y camine hasta que caí inconsciente en la arena, a media tarde desperté y vi lo que se podría convertir en mi salvación encontré el avión, o bueno lo poco que quedaba de él, todo estaba quemado, destrozado, mis conocimientos sobre “cómo hacer una llamada de auxilio con los controles de un avión” no eran los adecuados en ese momento, empecé a leer los botones de la cabina de control e intente hacer una llamada de auxilio , estaba cansada, me quede dormida sobre los controles del avión y así desperté.

Desperté pensando que era un sueño, pero mis intentos fallidos de comunicarme habían resultado, el sonido de la voz de un ser desconocido me llamaba, pedían mi ubicación, era imposible, ni yo misma sabía dónde estaba, a la final quedamos que sobrevolarían todo el área hasta encontrarme, me dieron dos horas… Me levante, agarre el bastón y camine, de alguna manera debía conseguir llamar la atención, busque en el compartimiento de emergencia, encontré un paracaídas y luces de véngala, excelente, pero no habían fósforos. Jamás lo hubiera imaginado pero me resigne a hacer como nuestros antepasados, frotar dos trozos de madera para crear fuego, créanlo o no, y no sé cómo, funciono. Sabía que las luces de véngala no serían suficientes, sangrando busque madera y apile todo lo que quedaba en el avión que fuera combustible, con alcohol y ramas en la arena escribí “s.o.s” y cuando todo estuvo listo, con una antorcha encendí el avión y las señales de auxilio. Me senté la arena y espere

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