EL ENSAYO CARACATERÍSTICAS PRINCIPALES

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EL ENSAYO

• El ensayo es una composición, usualmente breve, en prosa, de una extensión moderada y sobre un tema determinado.

• Rafael Lapesa lo define de la siguiente manera: “La misión del ensayo es plantear cuestiones y señalar caminos más que asentar soluciones firmes, por eso tomo aspecto de amena divagación literaria (Introducción a los Estudios Literarios).
• Ortega y Gasset lo define como: “Una disertación científica sin pruebas explícitas”.
• Para Medardo Vitier el ensayo es: “…una composición en prosa, su naturaleza es interpretativa, pero muy flexible en cuanto a método y estilo; sus temas, variadísimos, los trata el autor de un punto de vista personal; la extensión, aunque varía, permite por lo común que el escrito se lea de una vez; revela en fin, las modalidades subjetivas del escritor”. (Del ensayo americano).
• El ensayo no es propiamente una obra didáctica sino una obra cultural.

CARACATERÍSTICAS PRINCIPALES

1. No pretende agotar el tema - no es un estudio exhaustivo.

2. Género abierto - no tiene fronteras precisas, colinda con los demás géneros, por ende, el autor puede narrar, poetizar, describir, dialogar… reflejando siempre una actitud artística, literaria y creativa.

3. Variedad temática - ideas filosóficas, religiosas, morales, ideológicas, científicas, políticas, literarias…

4. Carácter altamente subjetivo - interpretación personal del autor en torno a un tema.

5. Poder de síntesis - por lo general es un escrito breve

6. Calidad de página - estilo, elegancia, actitud creadora (trabaja un tema en un estilo literario).

EVOLUCIÓN DEL GÉNERO EN HISPANOAMÉRICA

El ensayo moderno tiene sus bases en los escritos de Miguel de Montaigne quien empleó por vez primera el vocablo “ensayo” en su libro Essais (1580). Sus escritos, de diversidad temática, eran de carácter íntimo y confesional, escritos con un tono conversacional, que todavía los ensayos actuales conservan.

En Hispanoamérica, no es sino hasta el siglo XIX cuando el ensayo toma auge a través de una abarcadora y rica temática. Su cultivo se intensificó con las guerras de independencia de los países hispanoamericanos ya que este sirvió como un medio eficaz para expresar las ansias e ideales de renovación de la problemática americana.

Simón Bolívar (venezolano), hombre de palabra y acción escribió la famosa Carta de Jamaica con una prosa vigorosa y combativa; Andrés Bello (venezolano) escribió una Gramática; Domingo Faustino Sarmiento (argentino) con su obra máxima Facundo hace un análisis de la realidad argentina y sus males sociales con una afán reformista; Juan Montalvo (ecuatoriano) a través de su obra Siete Tratados sale en defensa de la justicia y la honestidad. José Martí (cubano), autor de Nuestra América, elabora una prosa elegante y sentida que da hondo sentido al americanismo de aquella época. Eugenio María de Hostos (puertorriqueño) elabora la Moral Social; José Enrique Rodó (uruguayo) fue autor del emblemático Ariel en donde se enfrentan las fuerzas de los ideales humanísticos contra el pragmatismo anglosajón y de los Motivos de Proteo. Jorge Mañach (cubano) autor de ensayos de enfoque sociológicos como su obra Indagación del choteo; Nemesio R. Canales (puertorriqueño) hace lo propio con un estilo irónico y humorístico, su obra principal es Paliques; Antonio S. Pedreira (puertorriqueño) escribió Insularismo ensayo que examina la sociedad puertorriqueña de los años 30.  

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