EL USO DE LAS 7 PREGUNTAS FUNDAMENTALES PARA EL PROCESO DEL ANÁLISIS DEL PERSONAJE DE UN TEXTO DRAMÁTICO

GERENCIA Y SUB GERENCIA DE DESARROLLO HUMANO Y CULTURAL

CLASE INTRODUCTORIA 11 DE JUNIO 2016 ESCUELA DE TEATRO MUNICIPAL DE ATE

Profesora:Teresa Polo

                     TITULO:LAS 7 PREGUNTAS

EL USO DE LAS 7 PREGUNTAS FUNDAMENTALES PARA EL PROCESO DEL ANÁLISIS DEL PERSONAJE DE UN TEXTO DRAMÁTICO.

Abstrac: El siguiente trabajo está orientado hacia la propuesta de una herramienta técnica que permita trabajar a los actores en formación en el análisis del personaje de un texto dramático a partir del uso de “las 7 preguntas fundamentales”.

INTRODUCCIÓN

Realizar el análisis de un personaje es el primer paso en el proceso de construcción o composición del personaje por parte del actor. Por lo tanto tener una herramienta inicial de ayuda, aporta en gran medida a ese propósito.

Plantearse preguntas alrededor de la situación y las circunstancias del personaje es fundamental para el proceso de entendimiento del personaje, para tener un punto de partida previo al proceso creativo en específico.

Preguntas claves, que antes de empezar los ensayos de manera física son necesarias de resolver, desde el YO, que responde a la pregunta ¿quién soy? en el que se analizan tres dimensiones: Social, Familiar y Moral, que ayudan a establecer una biografía del personaje. Pasando también por otras preguntas de Lugar ¿Dónde es?, de tiempo ¿Cuándo es?, y finalmente las cuestiones principales que influyen directamente con el accionar físico del actor para trabajar su personaje, la Acción ¿Qué quiero? Pregunta crucial que todo actor debe hacerse antes de interactuar con los otros en el plano extra-cotidiano dentro de una situación imaginaria, y las siguientes que están directamente relacionadas con esta última, la Actividad ¿cómo lo consigo? denomínese también Estrategia, el Obstáculo que responde a la pregunta ¿qué me lo impide? Y finalmente el Objetivo ¿para qué lo quiero?

Estas preguntas no son las únicas a plantearse, pero sí las fundamentales para iniciar un análisis del personaje antes de empezar el proceso creativo  para la composición del personaje. Resolverlas inicialmente dará un punto de partida al actor. Esto no significa que sea determinante en la composición del personaje, ya que es posible que en el transcurso de los ensayos estás preguntas sean resueltas con mayor seguridad, pero si encamina inicialmente al estudiante o actor en proceso.

ANÁLISIS DEL TEXTO DRAMÁTICO

Uta Hagen, actriz que disfrutó del éxito profesional desde la década de los años 30 a los 90, conquistó la fama principalmente por su carrera en Teatro, y  es considerada una de las grandes profesoras de actores contemporáneos junto a Michael Chekhov, Lee Strasberg y Stella Adler.

En el libro, “El arte de Actuar”, Uta planteó una serie de preguntas que un actor debe indagar y contestarse al analizar cada una de sus escenas y momentos en los que su personaje interviene dentro de una obra de teatro.

El autor de esta ponencia en su proceso de formación actoral, recibió de parte del maestro Alberto Isola de manera sistematizada, un cuadro de 7 preguntas que habían sido extraídas precisamente del libro mencionado. Estas preguntas estaban dirigidas a darle una herramienta técnica al alumno de actuación, en el propósito de concretar de manera inicial, una idea intelectual del personaje que le tocaba desarrollar o componer dentro de una obra de teatro.

Esta herramienta técnica -a partir de la lectura del texto dramático- permitía al alumno realizar un análisis en frío del personaje asignado. La resolución de estas preguntas permitiría iniciar el trabajo con un cierto conocimiento del personaje,  a la par que servía como guía inicial para accionar en el plano extra-cotidiano dentro de una situación extra-cotidiana.

Stanislavski en el libro “Un actor se prepara” (1953) ya sugería plantearse algunas preguntas en función al personaje, sobre todo la referida a la acción –eje fundamental del hacer para el actor-, él decía que: “Cualquier cosa que suceda en la escena debe suceder porque haya un propósito para ello” esto implica el resolver cual es ese propósito, o sea plantearse la pregunta ¿Qué quiere mi personaje?

Cuando se empieza a estudiar un personaje es necesario primeramente reunir el material necesario que dé cierta claridad al alumno de actuación. Este material está en relación, primeramente, a lo que el texto dramático te permite a partir del análisis de este. Es necesario hacer hincapié que dicho análisis inicial no resuelve por completo el actuar dentro de una situación extra-cotidiana, pero definitivamente tiende un puente de conexión entre el actor y el personaje que le toca solucionar.

Lo fundamental está en el hecho de crear o componer el personaje de manera consciente. Al respecto Stanislavski en el libro antes mencionado decía:

“No se puede crear siempre subconscientemente y sólo por inspiración. No existe tal genio en el mundo. Es por eso que nuestro arte nos enseña primero que nada a crear consciente y debidamente, porque esto constituye la preparación mejor para el florecimiento del subconsciente, que es inspiración”  (12:1953)

Lo importante cuando se compone un personaje, está en conseguir que el comportamiento de este, sea lo mas cercano  al de un ser humano en la vida cotidiana -no es que se pretenda actuar como en el cotidiano, de ninguna manera, pero si que lo parezca para el espectador-, solo que llena de poesía escénica. Stanislavski decía al respecto:

“El objetivo fundamental de nuestro arte es la creación de esta vida interna de un espíritu humano, y su expresión en forma artística” (13:1953)

Es por eso que es necesario plantearse inicialmente una serie de preguntas que nos vayan acercando primero al entendimiento del personaje, para luego pasar a la comprensión, ya en el hacer, en el actuar dentro de la situación extra-cotidiana, esa que te plantea el texto dramático.

El acercamiento inicial al personaje parte del estudio y análisis del texto dramático, de ese primer contacto, podemos deducir objetiva y subjetivamente una serie de cuestiones que nos lleven a concretar de manera eficaz nuestro actuar, y sobre todo al propósito de conseguir credibilidad. Pero no hay que confundir, que todo lo que deduzcamos de este análisis será lo único que tomaremos en cuenta para nuestro accionar en la obra. Para lo que sirve es para impulsar nuestra creatividad, estimulando básicamente a nuestra imaginación.

Uta Hagen en su libro El arte de actuar (1973) dice:

“En el análisis continuo de una obra, encontramos una mezcla de investigación objetiva y subjetiva (…)Cualquier trabajo intelectual efectuado, en cualquier etapa de la representación, debe servir para estimular la imaginación creativa, mas no para realizar un ensayo o una tesis magistral sobre la obra o el personaje”.

Ahora, ¿de donde es que sacamos toda la información? La obtendremos de lo que M.C. Bobes denomina: texto literario y texto espectacular. El texto literario estaría constituido por el discurso escrito, compuesto fundamentalmente por el diálogo, al que podrían añadirse  aquellas acotaciones que adquieren un valor literario o artístico en el conjunto de la obra, además de su valor funcional. El texto espectacular se configuraría a su vez como el conjunto de indicaciones que están en el texto dramático, bien en el diálogo, bien en las acotaciones, y que sirven para ejecutar su puesta en escena.

Como afirma Edilio Peña (2012) “Los diálogos del texto teatral son entre sí las verdades intercaladas de los personaje…”. Significa que el actor en proceso deberá leer de manera acuciosa el texto, porque de esa lectura surgirán las primeras respuestas a las preguntas a plantearse. Esa lectura del texto dramático nos brindará la información necesaria de los personajes y su situación, de su o sus propósitos, de sus obstáculos y también nos brindará información sobre las estrategias que emplea para conseguir realizar su acción, esto significa que sugiere determinado comportamiento físico que deberá realizar en función a los obstáculos que se le presenten.

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