El Bachillerato

Una experiencia inolvidable: mi vida de estudiante.

Recuerdo el primer día con mi camisa azul, un momento de tensión, nerviosismo porque estaba comenzando una etapa diferente en mi vida, enfrentarme con las diferentes personalidades de mis compañeros de clases muchas amables y solidarias y otras con resentimiento, y tratar de socializar para no sentirme la excluida a veces era fastidioso, pero en todos mis años compartí con amigos muy queridos y entrañables.

En todas las aulas hay varios grupos de estudiantes los echadores de broma y que no estudian (por los que normalmente a veces son perjudicados el resto de sus compañeros por eso de: “por uno pagan todos”), los que estudian muchísimo y por lo tanto asediados por la mayoría de sus compañeros para que los ayuden a pasar las materias y aquellos que solo están pendientes de su apariencia física y de estar con noviecitos a cada rato.

Los profesores unos muy queridos, otros no tanto y otros para nada, hay de los que son muy buenos explicando, panas (relajados te dan muchas oportunidades para entregar los trabajos), y estrictos que no dan treguas (que te trancan el camino cómodo que nosotros los estudiantes queremos y bueno nos ponen a correr para poder entregar las asignaciones), pero todos nos brindan las herramientas para que podamos seguir avanzando a un nivel superior y aprendamos que es lo más importante, son personas de mucha significancia en nuestras vidas.

En todo mi bachillerato aprendí a trabajar en equipo, a crear, imaginar, analizar a redactar a comprender y entender muchos ejercicios de las materias del terror las famosas “Tres Marías”: Física, Química y Matemática (aunque las materias que me traían de cabeza era castellano y biología). Me desvele, me desespere, estudie muchísimo, me divertí, llore de rabia e impotencia pero todo esto era necesario para poder culminar de manera satisfactoria mis cinco años de estudios.

Siempre me he caracterizado por ser buena estudiante, no soy muy sociable y en cierto momento tuve un carácter muy particular (difícil) por así decirlo, esta condición me llevo a tener muchos problemas con los profesores y con los estudiantes; pero al mirar atrás y recordar todos estos instantes de rabias y molestias pero también de ilusión, alegrías, me lleno de nostalgia porque en ese mundo conocí y descubrí cosas diferentes que me ayudaron a madurar, aprendí a reconocer cuanto no tengo la razón, a aceptar a mis compañeros y profesores tal como son, y a valorar todos esos momentos que cambiaron mi personalidad de manera positiva. El periodo más importante de mi vida lo tuve allí: mi feliz vida de estudian

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