ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Codigo Secreto De La Biblia

moralito845 de Septiembre de 2012

49.956 Palabras (200 Páginas)713 Visitas

Página 1 de 200

El CÓDIGO SECRETO

DE LA

BIBLIA

El inquietante mensaje que sólo hoy a podido

ser descifrado gracias a la informática

MICHAEL DROSNIN

Este libro fue pasado a formato digital para facilitar la difusión, y con el propósito de

que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien más. HERNÁN

Para descargar de Internet:

“ELEVEN” – Biblioteca del Nuevo Tiempo

Rosario – Argentina

Adherida a: Directorio Promineo: www.promineo.gq.nu

Libros de Luz: http://librosdeluz.tripod.com

El código secreto de la Biblia

Título original: Bible Code

© One Honest Man, Inc., 2000.

por la traducción, Traducción Andy Ehrenhaus

© Editorial Planeta, S. A.,

Digitalizador: desconocido

Editado: Nascav (España)

L-01 – 20/01/04

Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin.

Libro de Daniel 12, 4

Por persistente que sea, la distinción entre pasado, presente y futuro es pura ilusión.

ALBERT EINSTEIN, 1955

INDICE

. .. INTRODUCCION

. .. CAPITULO UNO: EL CODIGO

. .. CAPITULO DOS: EL HOLOCAUSTO ATÓMICO

. .. CAPITULO TRES: TODO SU PUEBLO EN GUERRA

. .. CAPITULO CUATRO: EL LIBRO SELLADO

. .. CAPITULO CINCO: EL PASADO RECIENTE

. .. CAPITULO SEIS: ARMAGEDON

. .. CAPITULO SIETE: APOCALIPSIS

. .. CAPITULO OCHO: LOS DIAS FINALES

. .. COROLARIO

. .. NOTAS A LOS CAPITULOS

. .. NOTAS A LAS ILUSTRACIONES

. .. APENDICE

. .. AGRADECIMIENTOS

INTRODUCCIÓN

El reportaje es el primer borrador de la historia. Este libro ofrece un informe completo de un código oculto en la

Biblia que revela hechos ocurridos miles de años después de que la propia Biblia fuera escrita.

Quizá se trate, por tanto, del primer borrador del futuro.

Nuestro conocimiento del código bíblico es incipiente. Es como acceder a un gigantesco puzzle de infinitas

piezas con sólo unos pocos cientos o miles de ellas en la mano. Tampoco tenemos un modelo: hemos de

imaginarlo.

Lo único que puedo afirmar con absoluta certeza es que hay un código en la Biblia y que en un puñado de

dramáticos casos ha servido para anunciar hechos que ocurrieron tal y como se había predicho.

No hay manera de saber si el código será igualmente certero en cuanto al futuro más lejano.

Me he propuesto aplicar aquí los mismos criterios de investigación periodística que he aplicado en otros

casos. He empleado cinco años en verificar la información.

No he dado nada por hecho sin contrastarlo antes.

He confirmado cada hallazgo del código bíblico en mi ordenador personal mediante dos programas

distintos: el empleado por el matemático israelí que descubrió el código y un segundo programa diseñado de

manera independiente del primero.

Asimismo, he entrevistado a los científicos que investigaron el código tanto en Estados Unidos como en

Israel.

Fui testigo de muchos de los hechos descritos en el libro. Cuando no fue así, el relato de los mismos se ha

basado en testimonios directos o en noticias confirmadas por prensa escrita.

Al final del libro hay un apartado de minuciosas notas rerentes a cada capítulo, otro de notas relativas a las

ilustraciones y una copia del experimento original que dio veracidad al código de la Biblia.

Me he trazado el objetivo de referir cuanto está codificado en la Biblia con la misma objetividad con que

habría cubierto un suceso de actualidad en mis tiempos en el Washington Post o la información sobre un

consejo de dirección cuando trabajaba en el Wall Street Journal.

No soy rabino ni sacerdote, ni un estudioso de la Biblia. No tengo convicciones preconcebidas pero sí un

único rasero: la verdad.

Este libro no es la última palabra. Es sólo el primer aviso.

CAPITULO UNO

EL CÓDIGO

El 1 de septiembre de 1994 volé a Israel para encontrarme en Jerusalén con el poeta Chaim Gun, amigo

íntimo del primer ministro Itzhak Rabin.

«Un matemático israelí ha descubierto en la Biblia un código oculto que parece revelar hechos ocurridos

miles de años después de que fuera escrita», rezaba mi carta a Rabin.

«Si me he permitido escribirle es porque la única vez que su nombre completo -Itzhak Rabin-aparece

codificado en la Biblia, las palabras "asesino que asesinará" lo cruzan.

»Esto no debería tomarse a la ligera, toda vez que los asesinatos de Anwar al-Sadat y de John y Robert

Kennedy también aparecen codificados en la Biblia; en el caso de Sadat, con el nombre completo del homicida,

la fecha y el lugar del atentado, y el modo de perpetrarlo.

»Creo que corre usted un grave peligro, pero también que el peligro puede ser evitado.»

El 4 de noviembre de 1995 llegó la terrible confirmación. Un hombre que se creía encomendado por Dios

acababa de disparar a Rabin por la espalda. Durante tres mil años, el atentado había permanecido oculto en el

código secreto de la Biblia.

La muerte de Rabin vino a confirmar, de manera dramática, que el código bíblico, el texto oculto en el

Antiguo Testamento que vaticina el futuro, es una realidad innegable. El código fue descubierto por el doctor

Eliyahu Rips, uno de los expertos mundiales en teoría de grupos, el modelo matemático en el que se basa la

física cuántica. Lo han corroborado renombrados matemáticos de Harvard, Yale y la Universidad Hebrea. Lo ha

verificado un experto en descodificación del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Ha superado tres

niveles de revisión por parte de una destacada publicación científica.

El asesinato de Rabin no es el único acontecimiento moderno de que da cuenta el código. Además de los

atentados contra Sadat o los hermanos Kennedy, en la Biblia están codificados centenares de hechos cruciales

para el mundo, desde la segunda guerra mundial hasta el escándalo del Watergate, el Holocausto, la bomba de

Hiroshima, la llegada del hombre a la Luna o el reciente impacto de un cometa en Júpiter.

Tampoco ha sido el asesinato de Rabin el único acontecimiento anunciado con antelación. El día exacto

en que el cometa chocaría con Júpiter fue descodificado antes de que ocurriera, y otro tanto sucedió con las

fechas de la guerra del Golfo.

Nada de esto parece ajustarse a las reglas de nuestro pragmático mundo y, puesto que no soy creyente,

yo sería de los primeros en tacharlo de fiebre milenarista. Pero he estado metido en ello durante cinco años. He

pasado muchas semanas junto al doctor Rips, su descubridor. He aprendido hebreo y comprobado el código

día tras día en mi ordenador personal. He hablado con el funcionario de Defensa estadounidense que confirmó

personalmente la existencia del código en la Biblia. Y me he desplazado a Harvard, Yale y la Universidad

Hebrea para entrevistar a tres de los más eminentes matemáticos del mundo. Todos ellos han coincidido en

afirmar que en la Biblia hay un código y que éste predice el futuro.

Yo, en cambio, siempre me mantuve reticente. Hasta que Rabin fue asesinado.

Aunque yo mismo había encontrado en el código la clara advertencia de que Rabin sería asesinado

durante el año judío que empezaba a finales de 1995, jamás creí que pudiera ocurrir. Al morir Rabin cuando y

como rezaba la predicción, lo primero que pensé fue: «Dios mío, esto va en serio.»

No podía ser una coincidencia. Las palabras «asesino que asesinará» cruzan el nombre de «Itzhak

Rabin» la única vez que éste aparece completo en el Antiguo Testamento. Según el código de la Biblia, Rabin

moriría en el año judío que empezaba en septiembre de 1995. El 4 de noviembre de 1995, el mundo conoció la

trágica noticia de su muerte.

Chaim Guri, el amigo de Rabin, me confesó que pensó lo mismo que yo cuando se enteró del atentado.

«Fue como si me atravesaran el corazón con un puñal dijo Guri-. Llamé al jefe del Estado Mayor, el

general Barak, y le dije: "El periodista norteamericano lo sabía desde hace un año; se lo advertí al primer

ministro. Estaba en la Biblia."»

La primera vez que tropecé con la predicción del asesinato de Rabin recordé la pregunta que me había

hecho el editor: «Si hubiera sabido usted acerca del asesinato de Sadat antes de que ocurriera, ¿podría

haberle avisado del peligro y evitado que sucediera?»

Con Rabin lo intenté y fallé. Nadie logró dar previamente con el nombre del pistolero o la fecha exacta del

atentado. Pocos días después de mi primer contacto con el primer Ministro israelí, el doctor Rips y yo fuimos a

ver al principal científico del Ministerio de Defensa, el general Isaac Ben-Israel. Buscábamos nuevos detalles.

Pero sólo parecía figurar el año.

Después del atentado, el nombre del asesino -«Amir»-saltó de inmediato a la vista. Siempre había estado

allí, encima del de su víctima, perfectamente descifrable.

«Amir» aparecía codificado en el mismo sitio que «Itzhak Rabin» y «asesino que asesinará». Más aún; las

palabras «nombre del asesino» aparecían en el texto de la Biblia en el mismo

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (328 Kb)
Leer 199 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com