El EGREGOR: CIRCULO DINAMICO DE CREACION.

El EGREGOR: CIRCULO DINAMICO DE CREACION.

El Egregor ( del griego Egregoroi) significa velar, despertar. El vocablo Egrégor que proviene del mismo término, refiere a la fuerza cohesiva que se forma por la sumatoria de las energías físicas y espirituales de las personas que conforman un grupo, y constituye un acto de creación. Nace una conciencia colectiva, fuente creadora y vital, que se alimenta de los pensamientos y emociones personales, fusionándolos y creando una nueva y dinámica alma colectiva.

La comunidad masónica nace, se consolida, se retroalimenta y vuelve a renacer, con el Egregor masónico. Se trata pues de un CIRCULO DINAMICO DE CREACION, que requiere para su vital subsistencia, la producción de vibraciones, constantes y permanentes, que se consolidan en una cohesión “iluminada”, que revitaliza el ALMA MASONICA.

Nuestra misión es alimentar esa fuente. El punto inicial se centra en comprender que es a través del trabajo masónico auténtico, responsable,sincero, y honesto que podemos contribuir a alimentar esta fuente.

Debemos comprender y redimensionar día a día, el valor de nuestros ritos y nuestros símbolos, que no son formas vacías de contenido. Son herramientas que nos permiten despojarnos de la vida profana. El ingreso al Templo ya nos debe poner en alerta. Debemos detenernos en observar los ornamentos, no solo exteriormente por su belleza armoniosa, sino simbólicamente,pues ellos nos están murmurando cual es el camino correcto. Nos preparamos para alimentarnos de una nueva energía, que nosotros también creamos, y de la cual también se alimentan nuestros Hermanos. Todos nosotros, en armonía, debemos realizar los aportes necesarios para mantener la sinergia del círculo. Nuestra actitud durante la tenida no debe ser pasiva, no alcanza con ser meros espectadores. Todos debemos aportar nuestras vibraciones, pues el Egregor se hace más fuerte cuando las almas que lo conforman están emocional y espiritualmente conmovidas. Si nuestra presencia en el Taller es solo corporal, pero estoy espiritualmente ausente, me transformo en actor de segunda, representando un acto de vida que no estoy dispuesto a vivir.

Es importante entonces que el lugar de las tenidas esté dedicado exclusivamente para el oficio masónico, es importante que el mismo esté decorado adecuadamente, armoniosamente; es importante redimensionar día a día el valor de los símbolos; y es de vital importancia alimentarnos de los aportes de los trabajos de todos los hermanos. Todo esto nos permitirá facilitar la convocación permanente y constante del Egregor, y de esta forma podremos vigilar, velar, estar despiertos

Para fortalecer el Egregor, se necesita que las Tenidas se lleven a cabo, tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales, en perfecta armonía. Se requiere además que los partícipes estén despojados de la vida profana, y que su presencia sea no solo corporal sino espiritual.

En efecto, todo pensamiento para ser tal, debe tener la facultad de producir una vibración que pueda ser comprendida por nuestros Hermanos. Pero además, para que pueda de alguna forma fortalecer el Egregor, el pensamiento no solo debe ser comprendido, sino que además debe ser capaz de conmover al resto de los partícipes, debe procurar incorporar aspectos novedosos que tengan la facultad de revitalizar los ideales que profesamos, e inspirar el debate.

Y es esta mi humilde aspiración, tener la suficiente grandeza de espíritu para poder ser un partícipe de cuerpo y alma de nuestras tenidas. Que cuando presente mis trabajos tenga la posibilidad de generar un destello de luz que ilumine a mis hermanos, y que la palabra de ustedes haga eco en mi, de forma tal que todos podamos renacer en esta Alma Colectiva.

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